El jefe del Ejecutivo ensalzó el protagonismo de Madrid en la respuesta conjunta de los Veintiocho
27 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Las relaciones entre España y el Gobierno de Nicolás Maduro entraron este sábado en la vía de no retorno. «Si en el plazo de ocho días no hay una convocatoria de elecciones justas, libres y transparentes en Venezuela, España reconocerá a Juan Guaidó como presidente de Venezuela», zanjó Sánchez. El jefe del Ejecutivo también ensalzó el protagonismo de Madrid en la respuesta conjunta de los Veintiocho. «En todo momento -dijo- España ha liderado la posición de la Unión Europea favorable a la democracia y a la libertad. Y lo hacemos en coherencia con nuestra relación especial y con nuestra responsabilidad como miembro de la comunidad iberoamericana».
«No buscamos poner o quitar gobiernos en Venezuela. Queremos democracia y elecciones libres», insistió el jefe del Ejecutivo español. La amenaza tiene nulos visos de prosperar. De hecho, fuentes de Moncloa reconocieron este sábado que no existe confianza alguna en que Maduro recapacite. En cualquier caso, se considera que el apoyo de la UE a la oposición puede resultar decisivo para provocar una transición democrática en Venezuela.
El régimen bolivariano lleva atrincherado en el poder desde la muerte de Hugo Chávez en el 2013, a causa de un cáncer de pelvis. Sin el carisma de su predecesor, Maduro ha surfeado desde entonces con una crisis política, económica y social que ha devastado Venezuela, un país de 32 millones de habitantes. Y, un asunto crucial para el Gobierno de Sánchez, en el que viven cerca de 200.000 ciudadanos españoles.
Para mantenerse en el palacio de Miraflores, el mandatario bolivariano ha recurrido a todo tipo de manipulaciones electorales. La más importante ocurrió en el 2017, cuando anuló los poderes de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición y de la que Guaidó es presidente. Desde que asumió el poder, Maduro ha hecho oídos sordos a las advertencias de Madrid. Y esta, la más contundente jamás realizada por un Gobierno español, se puede dar por seguro que caerá en saco roto.
Consecuencias
El paso dado por el Gobierno es mayúsculo. España y Venezuela llevan jugando al gato y el ratón desde hace años, muy especialmente durante los seis años de Mariano Rajoy en la Moncloa, en los que las crisis diplomáticas fueron una constante. El PSOE, no obstante, asumió el poder con una propuesta de tender la mano al diálogo. La paradoja es que, precisamente, es un Ejecutivo socialista el que puede romper definitivamente la relaciones con Venezuela. Al margen de las estrecha vinculación española con Caracas, la UE se enfrenta al problema ruso. Vladimir Putin le apoya plenamente. Más problemas para España.
PP y Ciudadanos acusan al Gobierno de falta de acción
Partido Popular y Ciudadanos atacaron ayer la falta de acción del Gobierno. Los conservadores mantienen que el PSOE «da aire a una dictadura». En su opinión Sánchez, «seguramente de acuerdo con Zapatero», esté dando a Maduro el tiempo que necesita para aumentar la represión y tratar de ahogar el movimiento democrático. Para Albert Rivera, es inasumible que «un tirano» convoque elecciones libres en ocho días y cree que cada día que pasa sin que se reconozca a Juan Guaidó «es un día perdido para la democracia y la libertad allí».
Desde Podemos, principal socio parlamentario del Gobierno, se tachó de irresponsable a Sánchez y su amenaza solo contribuye a alentar el «caos» y la «confrontación».