Nueva Zelanda prohibirá las armas automáticas tras el doble atentado

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

MICK TSIKAS | Efe

Christchurch vivió ayer una jornada de luto entre el desconcierto y el horror

17 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera consecuencia de la matanza de 49 personas en dos ataques contra sendas mezquitas en la localidad de Christchurch es que el Gobierno de Nueva Zelanda prohibirá los rifles semiautomáticos. Así lo anunció el fiscal general, David Parker, en una vigilia en la plaza Aotea de Auckland en la que la multitud ha aplaudido la noticia.

«¿Cómo puede ser correcto que esta atrocidad sea grabada por el asesino con una Go-Pro y transmitida en directo en todo el mundo por las empresas de redes sociales?», ha indicado Parker. «¿Cómo puede ser correcto? ¿A quién se le debe responsabilizar por eso?», aseveró.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, confirmó ayer que hay menores entre las 49 víctimas mortales. «Está claro que niños pequeños se han visto afectados en este horrible ataque», indicó Ardern, quien ha destacado que la Policía está llevando una investigación compleja y completa. Al menos 36 personas continuaban ayer hospitalizadas, 12 de ellas en estado grave.

Unidad contra la islamofobia

Christchurch vivió una jornada de luto entre el desconcierto y el horror por los ataques a las dos mezquitas con mensajes de unidad contra la islamofobia. La apacible ciudad de la Isla Sur, de unos 388.400 habitantes, todavía no da crédito al ataque con armas semiautomáticas en el centro de la ciudad y a plena luz del día.

«Uno creía que eso pasaba en Estados Unidos, en ciudades grandes como Londres o París, pero jamás en Nueva Zelanda y mucho menos en Christchurch», decía durante todo el trayecto un profesional del taxi que lamentaba una y otra vez: «no puede ser, parece increíble».

El cielo gris de Christchurch acompañaba el humor de desolación de los habitantes de esa ciudad, que acudieron en grupo o solos a dejar flores en un semáforo cerca de la mezquita de Al Noor, cuyos alrededores estaban acordonados por la Policía. Junto a las flores había un cartel en árabe y otro en inglés en el que se leía «no importa de dónde vengas, no importa tu religión, estoy feliz de ser tu vecino». «Estoy muy triste, tantas vidas perdidas (...) lo siento por esas familias», dijo a Efe Oceana, una colegiala con una discapacidad física que llegó a ese altar espontáneo sobre un carro de la compra junto a su familia.

Alrededor de una decena de países de mayoría musulmana han reclamado medidas contra la islamofobia tras el doble atentado en Nueva Zelanda, informa Europa Press. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido a la comunidad internacional que actúe contra la «peligrosa tendencia» en la que se están convirtiendo los ataques a musulmanes en las sociedades occidentales por xenófobos e islamófobos de extrema derecha.