
Theresa May opta por la opción de pedir a la UE una prórroga hasta el 30 de junio. El precio de impedir el «brexit», por Miguel-Anxo Murado
06 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Donald Tusk cree que la mejor forma de desbloquear la crisis del brexit es con una prórroga «flexible» hasta abril del 2020. El presidente del Consejo Europeo presentará a los Veintisiete en la cumbre del miércoles la oferta de retrasar doce meses el divorcio con la premisa de permitir al Reino Unido marcharse antes «si está preparado». Esa era la alternativa más viable para Bruselas antes de publicarse una carta de Theresa May con la petición de un aplazamiento hasta el 30 de junio.
Un año más de espera se considera margen suficiente para que los británicos consigan aprobar y firmar su salida ordenada. La fórmula contemplaría en todo caso la participación del Reino Unido en las europeas, que se celebrarán del 23 al 26 de mayo, con esa opción de abandonar la legislatura en cualquier momento. Y estará condicionada a un mayor avance en la negociación de May con el laborista Jeremy Corbin.
La petición de May se interpreta, en clave interna, como una especie de rebote de responsabilidad de Londres a Bruselas. Downing Street pretendería que los Veintisiete fijasen el plazo a la vista de las escasas perspectivas que existen hoy en que puedan cristalizar a tiempo las negociaciones May-Corbyn, a tiempo quiere decir antes del 12 de abril, cuando se activó el nuevo límite del brexit después de que la Cámara de los Comunes rechazara por tercera vez el acuerdo.
La UE tiene que aprobar por unanimidad cualquier oferta. Y hasta la fecha así ha sido, aunque con diferentes tonos y sensibilidades. Francia encabeza el grupo de países que no quieren una extensión larga sin una estrategia clara de éxito por parte de la británica. Fuentes cercanas al presidente Emmanuel Macron han asegurado a Reuters que, desveladas las intenciones de Tusk y la petición de May, aún es «prematuro» hablar de un nuevo período de extensión. Fundamentalmente porque el primer requisito que se exigió a Londres en la cumbre de marzo aún no se ha cumplido: la garantía de respaldo suficiente en Westminster que puede evitar el divorcio por las bravas.
Un «plan claro» o un «evento» político lo suficientemente esclarecedor (en clara referencia a un segundo referendo o la convocatoria de elecciones anticipadas e incluso la revocación del Artículo 50). Frente a la posición francesa, la alemana, partidaria de agotar todas las alternativas posibles para llegar a buen fin. La canciller Angela Merkel se ha implicado directamente en esta fase, con visita incluida a Dublín para reunirse con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.
En la Comisión Europea se ha intensificado el mensaje de que «todo está preparado» para un brexit sin acuerdo, pero se ha evidenciado al mismo tiempo que con siete días por delante para que expire la «última oportunidad» dada a la premier, la solución al backstop o salvaguarda para evitar una frontera dura en la isla aún no está plenamente desarrollado.
Pesimismo
La carta de May se publica en un momento de pesimismo sobre el destino de las negociaciones del Gobierno con los laboristas, que se quejan de la ausencia de novedades en la posición del Gobierno. May pide a Tusk una prórroga del brexit con el mismo plazo que el Consejo Europeo le rechazó en marzo. A tres días hábiles de la cumbre europea, los portavoces del Gobierno y del Partido Laborista ofrecen versiones contrapuestas sobre la negociación que justificaría la nueva solicitud.
En la carta la premier explica a Tusk que su intención es que el acuerdo tenga lugar antes del 23 de mayo, de tal modo que el Reino Unido no participe en las elecciones europeas. Londres iniciará la preparación de los comicios que espera cancelar antes del voto, y propone ultimar la negociación del brexit en campaña electoral o en proceso de recomposición de las instituciones.