May podría presentar su dimisión mañana

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Dylan Martinez | Reuters

Tras la tregua electoral de hoy, la primera ministra se reunirá con el presidente del comité 1922, sir Graham Brady, y anunciará su renuncia al cargo o el calendario para su sucesión

23 may 2019 . Actualizado a las 15:47 h.

Después de una jornada próxima al colapso en las filas del Partido Conservador, y en medio de enormes presiones para que presentase de inmediato su dimisión a causa del callejón sin salida en el que ha entrado el brexit, Theresa May decidió aferrarse al cargo y mantenerse al timón mientras trata infructuosamente de encarrilar la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Una conspiración organizada desde varios frentes por ministros y diputados tories del sector duro la empujó, hasta al borde del abismo, para que asumiese su renuncia al cargo y evitase así el más que presumible fracaso de su cuarto intento de tramitar en Westminster el acuerdo de divorcio de Bruselas. El nuevo proyecto -del que anunció el martes sus líneas maestras- incluye la posibilidad de celebrar un segundo referendo y de que el Reino Unido permanezca temporalmente asociado a la unión aduanera para regatear el escollo relativo a la frontera entre la República de Irlanda y el Úlster.

La decisión de May de no abandonar Downing Street fue recibida con ruido y furia por destacados miembros de su Gabinete. La más airada fue Andrea Leadsom -que figura, junto a Boris Johnson, en todas las quinielas para la sucesión de la líder conservadora-, hasta ayer líder de la Cámara de los Comunes, cargo equivalente en España al de ministra de Relaciones con las Cortes. Tras la rebelión en el seno del Gobierno, Leadsom cursó su dimisión a través de una carta en la que criticaba ferozmente los términos de la propuesta de la primera ministra. Leadsom censura la mera posibilidad de plantear la repetición de la consulta, considera que el proyecto de May no garantiza una «auténtica soberanía del Reino Unido» y, sobre todo, recalca la fractura interna del Gobierno, que achaca a la forma en la que se ha gestionado la negociación para la salida de la UE. «Yo me mantuve en el Gobierno para dar forma y luchar por el brexit», apunta Leadsom en su escrito.

Tregua electoral

Más allá de que la primera ministra considerase una irresponsabilidad dejar ahora mismo el 10 de Downing Street con un Partido Conservador quebrado y un país a la deriva, las elecciones europeas que hoy tienen lugar en el Reino Unido también han sido una de las razones para que la primera ministra se haya concedido una tregua de al menos 24 horas, que podría prolongarse incluso siete días, ya que los diputados no volverán a sus escaños hasta el 3 de junio.

El presidente del comité 1922 del Parlamento británico, sir Graham Brady, anunció que mañana se reunirá con Theresa May. Consumido el alto el fuego concedido por los comicios europeos, el encuentro con el presidente del comité 1922 podría marcar el fin del mandato de la primera ministra. De no tramitar su renuncia mañana mismo, sí podría anunciar el calendario para su sucesión, tanto al frente del Partido Conservador como del Ejecutivo.

La crisis que ha explotado ahora tiene su origen en el rechazo de los brexiters al segundo referendo propuesto por May. Además de los conservadores díscolos, tanto los laboristas, como el Partido Nacionalista Escocés, los unionistas norirlandeses del DUP y los Liberal Demócratas ya han anunciado que se opondrán al acuerdo. Con estas cartas, probablemente May ni siquiera llevará a votación la iniciativa la primera semana de junio, tal y como estaba planificado.

La primera ministra podría ganar unos días extra y sobrevivir hasta la visita de Estado de Donald Trump, que aterrizará en Londres el 3 de junio para sumarse a la celebración del aniversario del desembarco de Normandía. May festejaría así una colosal victoria del Reino Unido a pocos días de su caída.

El Reino Unido elige a sus 73 eurodiputados en pleno «brexit»

Más de 40 millones de británicos están llamados hoy a las urnas para votar en las elecciones europeas con el fin de elegir a sus 73 eurodiputados, a pesar de que el Reino Unido está en pleno proceso del brexit.

El país no tenía previsto tomar parte en estos comicios, después de que los ciudadanos votasen en el 2016 en un referendo a favor de salir de la Unión Europea (UE), pero la falta de avances sobre los términos del divorcio ha alterado la agenda política.

Londres tiene fijada ahora para el próximo 31 de octubre la fecha de la desconexión de la UE, tras solicitar un retraso del día inicialmente establecido (el pasado 29 de marzo).

Al ser aún miembro de pleno derecho de la UE, el Reino Unido está obligado a participar en los comicios, si bien esto ha generado un sinfín de debates ante la contradicción en que está sumido el país. Los resultados se conocerán el domingo por la noche, una vez que hayan votado todos los países de la UE.

Los principales partidos han participado en las últimas semanas en sus respectivas campañas para estos comicios, pero todas se han caracterizado por la falta de entusiasmo, dado que la línea oficial de las formaciones -conservadores y laboristas- es la de respetar el resultado del plebiscito del 23 de junio del 2016.

La gran excepción ha sido la del nuevo Partido del Brexit, liderado por el eurófobo Nigel Farage, que ha recorrido estos días distintas localidades para repetir en los mítines la necesidad de cumplir con el brexit.

Farage lidera las encuestas

Las últimas encuestas otorgan a la formación de Farage una amplia ventaja sobre el resto de los partidos, lo que reforzará, según los analistas, el mensaje de que el país quiere salir de la Unión Europea.

En el Parlamento Europeo, los tories de la todavía primera ministra británica, Theresa May, tienen actualmente 18 escaños, igual que los laboristas, seguidos del Partido del Brexit, con 14 asientos (que antes correspondían al Partido de la Independencia del Reino Unido, UKIP, por sus siglas en inglés). El resto de escaños son para otros grupos, entre ellos dos del Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon y uno de los Liberal Demócratas de Vince Cable.

Los conservadores británicos están en el Grupo Europeo de Conservadores Europeos y Reformistas, en tanto que los laboristas están incluidos en el de los Socialdemócratas.

Una vez que el Reino Unido salga de la Unión Europea, sus 73 escaños tendrán que ser repartidos entre otros países aunque, hasta que eso ocurra, los eurodiputados británicos deberán ocupar sus escaños cuando se constituya el Parlamento Europeo el próximo 2 de julio.