La Justicia de Estados Unidos le busca por narcotráfico y le investiga por su conexión con los terroristas islamistas
15 nov 2019 . Actualizado a las 20:48 h.No es uno más, sino pieza clave del agonizante régimen de Nicolás Maduro, uno de los pocos de los que aún se fía. Este nuevo golpe no les pilla por sorpresa, pero sí en el peor momento.
El Departamento de Justicia de EE.UU. ya había presentado cargos contra él y contra su principal testaferro ante un tribunal de Manhattan por violaciones a la Ley de Narcotraficantes Extranjeros con Denominación Especial (Foreign Narcotics Kingpin Designation Act) hace dos años.
Aquella medida llevó aparejada, entre otras sanciones, la incautación de 14 empresas relacionadas con ellos en Estados Unidos y otros países. La respuesta de Maduro había sido nombrarlo vicepresidente.
Este ascenso le abriría la posibilidad de asumir funciones como presidente de Venezuela en un momento en que la oposición, ya mayoritaria en la Asamblea Nacional, estaba tratando de sacar adelante el referendo revocatorio previsto en la Constitución bolivariana. De haberse celebrado, habría despojado a Maduro del cargo. Esa posibilidad había encendido las alarmas dentro de la Administración de Donald Trump. Ya entonces tenían información de que «intentaba crear una suerte de organización de narcotráfico denominada Cartel del Alba, con funcionarios y militares de los países del Alba -Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-, creada por Hugo Chávez en el 2004» , según aseguró un alto funcionario estadounidense al digital InSight Crime.
Cuando fue ministro de Relaciones Interiores, entre el 2008 y el 2012, tuvo a su cargo la administración de las prisiones y durante su gestión surgió una de las figuras criminales más temibles de Venezuela: el pranato, estructuras criminales que operan desde las prisiones con apoyo de las autoridades.
Entre el 2012 y el 2017 asumió la gobernación del estado Aragua y desde entonces los índices de criminalidad se dispararon en la región, ubicándola entre los cinco estados más violentos del país con una tasa de 168 homicidios por 100.000 habitantes, con actividad de pranes y megabandas.
¿Por qué ahora?
Según el fiscal de distrito sur de Nueva York y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, El Aissami «evadió las sanciones impuestas en el 2017 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) al emplear a empresas estadounidenses para brindar transporte internacional a través de aviones privados que usaron para organizar reuniones privadas en todo el mundo, incluyendo Turquía y Rusia».
El Aissami lleva en el radar de las autoridades estadounidenses más de una década, por sus nexos con el narco y el grupo islamista Hezbolá sobre los que aportó recientemente nuevos datos su exsocio Hugo Carvajal. En el negocio de las drogas las investigaciones le vinculan con narcos como Los Zetas, y el capo Daniel el Loco Barrera, desde 2008, cuando fue ministro de Relaciones Interiores de Hugo Chávez y le convierten en el tercer funcionario del Gobierno venezolano que enfrenta cargos ante la Justicia de EE.UU. por narcotráfico. Los otros dos son Hugo Carvajal Barrios, alias El Pollo, exjefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar -ahora detractor del gobierno de Maduro-, y Néstor Reverol, actual ministro de Relaciones Interiores.
La detención en Colombia del capo venezolano Walid Makled, de origen sirio-libanés, como él, cuyo negocio creció como la espuma desde la llegada de Chávez al poder, especialmente después de los servicios que le prestó durante el paro petrolero del 2002, sacó a la luz pública los fortísimos nexos del chavismo con el gran tráfico de cocaína, tanto con destino al pujante mercado norteamericano como el emergente al otro lado del Atlántico.
Otras sonadas deserciones del chavismo como la del coronel Aponte Aponte y más recientemente la del Pollo Carvajal, actualmente detenido en España, que fue un estrecho colaborador de Makled y también de El Aissami, pusieron a disposición de la Justicia norteamericana datos documentados más que suficientes para incluir a El Aissami en el ránking de los 10 más buscados.