La Unión Europea advierte a Johnson de que mantener la salvaguarda irlandesa supone evitar una frontera «dura»
INTERNACIONAL
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha respondido a la carta enviado por el premier británico en la que reclama a la UE retirar el backstop, por «antidemocrático», para llegar a un acuerdo con la UE
20 ago 2019 . Actualizado a las 15:52 h.El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, respondió este martes al primer ministro británico, Boris Johnson, que la salvaguarda irlandesa «es una garantía para evitar una frontera dura» en Irlanda y que quienes se oponen a ella pero no dan «alternativas» defienden restablecer una frontera. «La salvaguarda es un seguro para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda, a menos que y hasta que se encuentre una alternativa. Aquellos que están en contra de la salvaguarda y que no proponen alternativas realistas apoyan de hecho el restablecimiento de una frontera. Incluso si no lo admiten», dijo Tusk a través de su cuenta en Twitter.
El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió el lunes en una carta a los Veintisiete, por primera vez oficialmente desde que está al frente del Gobierno, llegar a un acuerdo sobre el «brexit» que no contemple la polémica «salvaguarda» irlandesa, referida al tipo de frontera entre las dos Irlandas. Según explica, ese mecanismo resultaría «inviable», «antidemocrático», entrañaría el riesgo de «socavar» el proceso de paz de Irlanda del Norte y sería «inconsistente» con la soberanía de este país, pues podría anclarlo de forma indefinida en la unión aduanera.
«Tomamos nota» de la carta de Johnson, dijo hoy la portavoz comunitaria Natasha Bertaud en la rueda de prensa diaria de la Comisión. Añadió que el Ejecutivo comunitario «comparte» la reacción de Tusk y que la carta británica «no facilita una solución legal operativa para evitar el restablecimiento de una frontera dura en la isla de Irlanda». Según la misma portavoz, tampoco establece «qué otros acuerdos alternativos podrían darse y de hecho reconoce que no hay garantías de que esos acuerdos puedan estar en marcha a finales del periodo transitorio». No obstante, la portavoz subrayó que la Comisión está lista para «trabajar de manera constructiva con el Reino Unido».
Por su parte, fuentes europeas indicaron que «todavía no hay prevista una reunión bilateral» entre el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y Boris Johnson en la cumbre del G7 que tendrá lugar en Biarritz (Francia) del 24 al 26 de agosto, aunque precisaron que «el programa aún no es definitivo». Tusk será en principio el único representante de la UE en esa cita, dado que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se encuentra convaleciente tras haber sido operado de urgencia el pasado fin de semana de la vesícula biliar y no podrá viajar a Biarritz.
Johnson viajará este miércoles a Berlín, para encontrarse con la canciller alemana, Angela Merkel, y el jueves a París, para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, antes de la cumbre del G7.
Un gasto para agricultores
Una salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin acuerdo con Bruselas podría costar al sector de la agricultura en este país unos 850 millones de libras (950 millones de euros) anuales en pérdidas de beneficios, según un informe divulgado este martes.
La cadena pública BBC tuvo acceso a dicho documento, en el que la firma de consultores Andersons advierte de que si el gobierno británico no incrementara su apoyo a esa industria, algunas granjas nacionales sufrirían de manera inevitable de producirse una marcha abrupta del bloque. El citado informe desvela que si no hay acuerdo, las granjas podrían tener que hacer frente, por primera vez, a tarifas sobre bienes exportados a la Unión Europea.
El Ejecutivo británico ha asegurado a los granjeros de este país que mantendrá los niveles de apoyo hasta las próximas elecciones generales, un dato que ha tenido en cuenta el citado grupo de consultores.