Assange se sienta en el banquillo para evitar su extradición a EE.UU.
INTERNACIONAL
El fundador de Wikileaks se enfrentaría a una condena de 175 años si es juzgado en territorio estadounidense
24 feb 2020 . Actualizado a las 08:43 h.La Justicia británica inicia hoy el proceso para decidir si entrega o no a Estados Unidos a Julian Assange, al fundador de Wikileaks, para enfrentar un juicio por difusión información confidencial, espionaje y conspiración. En total 18 cargos que le pueden acarrear 175 años de prisión si es declarado culpable. Se espera que Assange comparezca en el primer día de juicio en el tribunal de Woolwich, contiguo a la prisión de alta seguridad de Belmarsh donde permanece detenido, en el sureste de Londres. El proceso durará varios días con la presentación de las argumentaciones, antes de que sea postergado hasta mayo.
El juicio es el último capítulo de una novela judicial que comenzó en el 2010 cuando el Reino Unido detuvo al australiano a petición de Suecia, por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado, y la huida de este a la Embajada de Ecuador en Londres, donde permaneció hasta que en el 2019 el país sudamericano le retiró el exilio y fue arrestado por la Policía británica.
Equipo legal
El equipo legal, que incluye a Baltasar Garzón, denunciará el móvil político de un proceso que pone en juego la libertad de prensa. El director de Wikileaks, Kristin Hrafnsson, advirtió ayer que el resultado del juicio determinará «el futuro del periodismo», porque decidirá «qué sucede con un periodista que difunde información de un Estado veraz y de interés público».
Diarios como The Guardian y The New York Times y organizaciones como Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional han pedido a la jJusticia británica que rechace la petición de extradición de Estados Unidos. Una solicitud similar ha hecho la familia de Harry Dunn, un joven que el año pasado murió al ser arrollado por la esposa de un agente de inteligencia estadounidense acreditado en la embajada de ese país en Londres y quien para evitar ser procesada voló a EE.UU.
Filtraciones, indulto presidencial y conexión español
Lourdes Gómez / Colpisa
Edward Fitzgerald disparó el primer tiro en defensa de Assange en la última audiencia preparatoria del juicio. El reputado abogado británico desveló su intención de presentar, entre los testimonios del caso, una «oferta de perdón» que el presidente Donald Trump supuestamente transmitió a su cliente a través del ahora excongresista, Dana Rohrabacher. «Intentan extraer de Assange una declaración de que Rusia no se involucró en el hacking y la filtración de los correos electrónicos del Comité Nacional Democrático», recoge la nota testimonial de la presunta «extorsión».
Rohrabacher se entrevistó con Assange en la Embajada de Ecuador en agosto del 2017, un año después de la publicación en WikiLeaks de comprometidos correos electrónicos de la campaña presidencial de Hilary Clinton. La Casa Blanca negó que Trump hiciera tal propuesta, pero el eco del desmentido llegó tarde a Londres. Baraitser ya había aceptado como prueba documental la referencia de la conversación del congresista republicano, que avala la abogada australiana Jennifer Robinson y que su polémico compatriota posiblemente grabó en su día.
Conexión española
El escritor Andrew O´Hagan comenta en La vida secreta: tres historias verdaderas la costumbre del patrón de Wikileaks de «grabar las conversaciones» con sus interlocutores. En la embajada ecuatoriana, donde se refugió desde el 2012 hasta su dramática expulsión en el 2019, fue víctima de la misma técnica, según argumentará Fitzgerald en Woolwich.
El letrado llamará a declarar a dos testigos involucrados en una trama de espionaje internacional, desde España a EE.UU., Ecuador y Reino Unido, que investiga el juez José de la Mata. El magistrado de la Audiencia Nacional analiza si la empresa española encargada de la protección de la legación ecuatoriana, Undercover Global, espió los movimientos, visitas y conversaciones de Assange. Ambos testigos declararán por vídeoconferencia, en español y con su identidad protegida. Trabajaron para la firma de seguridad que fundó y dirige David Morales, según el entorno del ciberactivista.
El testimonio de los exempleados de UC-Global o los vídeos del refugio ecuatoriano filtrados a los medios pueden ayudar a cimentar el caso de la defensa. La prioridad del equipo legal se centra en intentar probar la naturaleza política de la persecución del exdirector de WikiLeaks, demostrar abuso de proceso y convencer a la juez de que no tendrá un juicio justo en Estados Unidos.