La resurrección de Biden y la retirada de Bloomberg frenan la «revolución» de Sanders
INTERNACIONAL
La senadora progresista Elizabeth Warren evalúa si abandona la contienda
05 mar 2020 . Actualizado a las 17:35 h.Partió como el gran favorito pero, conforme avanzaban las etapas de las primarias demócratas, se vio que estaba fuera de forma. Lento de reflejos, torpe en sus reacciones, fue descolgándose de la cabeza. La organización, que es tanto como decir su propio equipo, intervino para, darle justo a tiempo el impulso necesario. Para hacerlo competitivo, apartó en puertas de una jornada clave a dos de sus competidores directos, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, y logró allanarle el terreno con una lluvia de apoyos. Un movimiento que el martes se demostró providencial para su supervivencia y, quizá, para su victoria en julio, cuando la competición llegue a su final. Joe Biden, el favorito que había dejado de serlo, regresó en un supermartes que preludia un ajustado mano a mano con Bernie Sanders. Sobre todo tras el fallido intento de Mike Bloomberg.
De los 14 estados en juego, Biden logró liderar en la mayoría: Virginia (donde le sacó 30 puntos al senador), Alabama, Arkansas, Minnesota (donde Klobuchar lideraba antes de su retirada), Carolina del Norte, Oklahoma (donde Sanders ganó en el 2016), Tennessee, Texas, muy probablemente Maine y, de forma sorprendente, Massachusetts, el estado del que es senadora Elizabeth Warren. La alternativa progresista a Sanders recibió un golpe casi mortal a su campaña, al quedar tercera en casa.
La incógnita ahora es si Warren se retirará de la contienda. Su jefe de campaña apuntaba que estaba reevaluando su candidatura. Sin citarla, la congresista Ilhan Omar, que apoya al senador, se lamentó de que la izquierda del partido no hubiera seguido los pasos del sector moderado consolidando una única candidatura. Nada garantiza que los votantes de Warren se hubieran decantado necesariamente por Sanders, aunque es probable que hubiera diluido la reacción de Biden.
California para el senador
Sanders logró la victoria en el estado que representa como senador, Vermont, así como en Utah y Colorado. También se hizo con el trozo más grande del pastel, California, pero el reparto de delegados puede tardar incluso días en conocerse. Y ese es el recuento que importa, más allá del número de victorias o votos. Si las proyecciones aciertan, Biden saldrá con algo de ventaja y Sanders tendrá así más complicado el camino hacia la nominación. Tiene el viento mediático y al aparato del partido en contra. La «revolución» de Sanders frente al «movimiento» liderado por Biden.
El supermartes puso punto y final a las aspiraciones del multimillonario Bloomberg, que solo logró imponerse en el territorio de la Samoa Americana. Tras invertir más de 500 millones de dólares, este miércoles anunció su renuncia. El exalcalde de Nueva York respaldará a Joe Biden, que podrá disponer de una maquinaria de propaganda incomparable si, tal y como anticipó al anunciar su candidatura, pone su equipo y su dinero al servicio del candidato demócrata. En un comunicado, Bloomberg ha dicho: «Siempre he creído que derrotar a Donald Trump comienza uniéndose detrás del candidato con mejores opciones». Y ese es, según él, su «amigo y gran estadounidense Joe Biden». Todo menos que Sanders sea el candidato.
«Bloomberg for president», la peor inversión del millonario
c.p.c.
A falta de que termine el reparto de delegados, se estima que a Mike Bloomberg le ha costado unos 13 millones de dólares cada uno de los logrados en el supermartes. Una cifra obscena que para el exalcalde de Nueva York es calderilla. Más de 500 millones invertidos solo en propaganda para terminar imponiéndose en la Samoa Americana, donde quedó por delante de Tulsi Gabbard, la más joven de las aspirantes (sin aspiraciones) demócratas a la Casa Blanca que quedan en liza y oriunda de las islas. En los 14 estados en los que se jugaba sus opciones, Bloomberg quedó muy lejos de las expectativas, máxime cuando las encuestas nacionales habían llegado a situarle por encima de Biden. En Virginia, donde inició su campaña en noviembre, quedó cuarto, por debajo incluso de Elizabeth Warren.
Hay quien dice que fue precisamente la senadora la que acabó con las opciones de Bloomberg en el primer minuto del primer debate en el que participó el multimillonario. Es la teoría, por ejemplo, del historiador afroamericano Ibrahim Kendi, que defiende que fue ella quien «cambió el rumbo» de Biden al «eliminar» a Bloomberg a mediados de febrero. En un suspiro, la senadora expuso los problemas que tuvo en el pasado con trabajadoras de su empresa, algunas de las cuales tienen firmados con él acuerdos confidenciales para impedir que los motivos de sus demandas sean públicos. Además, tanto ella como Sanders recordaron el racismo inherente a algunas de las políticas policiales de su etapa como alcalde, sepultando posiblemente las opciones del magnate con la comunidad afroamericana y poniéndoselas en bandeja a Biden. Tanto el exvicepresidente como Bloomberg han vinculado su imagen a la de Barack Obama, pero el votante negro recuerda que fue Biden quien trabajó codo con codo con el primer presidente afroamericano de la historia.
La mala actuación en los debates, su falta de simpatía, parecen haber anulado el poder del dinero. Rivales en las primarias como Sanders habían advertido que Bloomberg estaba intentando «comprar las elecciones».