La ultraderecha, lista para aprovechar el miedo y tomar impulso en Europa

patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Cuando la economía sea la prioridad, el populismo repuntará, temen los expertos

26 abr 2020 . Actualizado a las 10:29 h.

La pandemia del coronavirus ha cambiado nuestra percepción de la realidad, de lo que es posible y lo que no. El hasta ahora inimaginable cierre de las fronteras europeas supone un sueño cumplido para las fuerzas de extrema derecha, que intentan aprovechar el miedo y la frustración de los ciudadanos para coger impulso. Siempre lo han hecho, solo que a diferencia de lo que ocurrió en el 2008 y el 2015 con las crisis de la deuda y los refugiados, esta vez no tienen que esforzarse para generar incertidumbre.

Aun así, las formaciones ultraderechistas pierden fuelle en aquellos países donde están en la oposición, y se benefician solo donde gobiernan. No obstante, los expertos advierten que, cuando las cifras de contagios se estabilicen y la economía sea la prioridad, muchos dejarán de escuchar a los científicos y empezarán a guiarse por la propaganda populista.

ALEMANIA.

AfD, a la baja. «La difusión de AfD en las redes sociales se ha reducido a la mitad», porque el partido alemán de extrema derecha carece de una postura clara en la pandemia, explica el analista Johannes Hillje. Al principio criticó que el Ejecutivo no se estaba tomando en serio el coronavirus, y un día 70 de sus 89 diputados infringieron el distanciamiento social y acudieron al Parlamento.

AfD se sitúa hoy en el 9 % de intención de voto, frente al 12,6 % que obtuvo en las elecciones del 2017, y al 21 % que logró últimamente en comicios regionales del este del país, su bastión. Entretanto, los socios de Gobierno recuperan posiciones, hasta llegar al 55 %, su mejor valor en cuatro años. Por eso la formación, que nació en el 2014 con un discurso economicista, recupera ahora su tema original contra los rescates del sur de Europa, y renueva su propuesta de celebrar un referendo sobre la permanencia de Alemania en la UE.

ITALIA.

Palos de ciego. La Liga de Matteo Salvini responsabiliza al Gobierno de centroizquierda. Sin embargo, la Sanidad depende de los Ejecutivos regionales, y Lombardía, donde más muertos hay, está en manos de la Liga, que ha recortado y privatizado los hospitales, desde el 2013. Además, Salvini da palos de ciego. Primero abogó por cerrar todo lo no esencial, y días después quiso permitir misas en las iglesias. Mientras, ha endurecido sus ataques contra «Bruselas, Berlín, y Ámsterdam por su egoísmo», al rechazar los coronabonos. Con el tiempo la eurofobia podría ser su baza a favor, pues los italianos han dejado de confiar en la UE.

Pero por el momento, la Liga ha perdido 7 puntos desde noviembre, hasta situarse en el 26 %. También se ha reducido el apoyo a Salvini al 33 %. Por su parte, Nicola Zingaretti, jefe socialdemócrata y gobernador de la región del Lacio, donde la gestión de la crisis es más eficaz, repuntó hasta el 32 %, y el primer ministro, Giuseppe Conte, es más popular que nunca, con el 57 %.

FRANCIA.

El mensaje de Le Pen no cala. La Agrupación Nacional de Francia culpa a los migrantes de propagar el virus. «En algunos lugares no han respetado el confinamiento», afirmó la líder ultra, Marine Le Pen, en alusión a la periferia de las grandes ciudades, donde viven sobre todo extranjeros. Poco después criticó que «se repartieran mascarillas en los centros de refugiados, y no en las residencias de ancianos».

Aunque hasta la fecha su propaganda no le ha servido para perjudicar al presidente Emmanuel Macron, en cuya gestión confían el 39 % de los ciudadanos, según un sondeo del 2 de abril, es decir, un 10 % más que el mes anterior. Al mismo tiempo, la popularidad de Le Pen ha caído tres puntos, hasta el 2 3%. «Su estrategia de menoscabar la unidad nacional, sus constantes ataques contra el Gobierno y sus teorías conspiratorias sobre el origen del virus no le permiten afianzarse entre el electorado», resume el diario galo Libération.

HUNGRÍA.

El decretazo de Orbán. Lo contrario sucede en el este de Europa, donde los ultraderechistas ostentan el poder. Con la excusa de la pandemia, el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, aprobó una ley de emergencia que le permite gobernar por decreto sin consultar al Parlamento. Su partido, Fidesz, que ha ganado tres elecciones desde el 2010 con dos tercios de los votos, incluso ha repuntado. «En las encuestas de marzo, antes de la reforma legal, la mayoría se mostraba abierto a endurecer las medidas del Gobierno. La historia demuestra que en una crisis los ciudadanos toleran decisiones autoritarias por temor», sostiene la politóloga Edit Zgut.

La UE ya ha abierto numerosos expedientes contra el Ejecutivo de Orbán, que ataca sin cesar a las instituciones comunitarias y los refugiados. Con todo, las primeras ayudas de Bruselas por el coronavirus han ido a parar a Hungría, que recibirá 5.600 millones de euros, mucho más que España, con 4.100 millones, e Italia, con 2.300.

POLONIA.

Maniobras del PiS. El jefe del ultraconservador Ley y Justicia (PiS), el polaco Jaroslaw Kaczynski, sigue el ejemplo de Orbán. Su Gobierno quiere aprovechar la situación para endurecer la ley del aborto, equiparar la homosexualidad a la pedofilia y prohibir la educación sexual en las escuelas. Entretanto, desacredita a la UE por su «deficiente manejo de la pandemia».

Pero nada parece restarle popularidad al partido gobernante, que ha ganado cinco puntos entre enero y marzo, y al que los sondeos otorgan hoy el 45 %. Consciente de que la inminente crisis económica podría restarle votos, el PiS insiste en celebrar elecciones presidenciales el 10 de mayo, aunque sea por correo. El coronavirus ha obligado a prohibir los actos de campaña, algo que solo perjudica a la oposición. Mientras, el presidente Andrzej Duda se atribuyó el envío de 80 toneladas de mascarillas para personal sanitario en un vuelo chárter desde China.

ALEXANDER GAULAND

Alternativa para Alemania

Exmiembro de la CDU y fundador de AfD, de la que también es jefe, junto a Jörg Meuthen y Tino Chrupalla, y presidente honorífico.

MATTEO SALVINI

La Liga (Italia)

Ministro de Interior entre junio del 2018 y septiembre del 2019, en el Gobierno de coalición de la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas.

JAROSLAW KACZYNSKI

Ley y Justicia (Polonia)

Presidente de Ley y Justicia (PiS) y fue primer ministro del 2006 al 2007, cargo que ostenta hoy su correligionario Mateusz Morawiecki.

MARINE LE PEN

Agrupación Nacional (Francia)

En enero del 2011 pasó a sustituir a su padre como presidenta del Frente Nacional, hoy Agrupación Nacional.

VÍKTOR ORBÁN

Fidesz (Hungría)

Se proclamó en 1993 líder de Fidesz, con el que ganó las elecciones y se alzó como primer ministro en 1998, con tan solo 35 años.