Maduro rectifica y no expulsa a la embajadora de la UE

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Nicolás Maduro, ataviado con mascarilla, durante una intervención en el palacio de Miraflores
Nicolás Maduro, ataviado con mascarilla, durante una intervención en el palacio de Miraflores Jhonn Zerpa / Prensa Miraflores / dp

Caracas da marcha atrás y pide a Bruselas que suspenda las sanciones contra once diputados y funcionarios afines al régimen

03 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El régimen de Nicolás Maduro dio este jueves marcha atrás en su decisión de expulsar a la embajadora de la Unión Europea en Venezuela, la portuguesa Isabel Brilhante. El chavismo dice ahora que «espera que haya un gesto recíproco que permita mejorar la relación» y que se traduciría en la suspensión de las sanciones a once funcionarios y diputados venezolanos fijadas esta semana por el Consejo de la Unión.

Así lo señaló el canciller venezolano, Jorge Arreaza, después de una reunión con Josep Borrell, alto representante para la política exterior de la UE, en la que, según un comunicado conjunto emitido por Bruselas y la Cancillería venezolana, Borrell y Arreaza «coincidieron en mantener el marco de las relaciones diplomáticas, especialmente en momentos en los que la cooperación entre ambas partes puede facilitar los caminos del diálogo político».

Tras apuntar que «en consecuencia, el Gobierno venezolano decidió dejar sin efecto la decisión [...] mediante la cual se declaró persona non grata a la embajadora Isabel Brilhante», el comunicado añade que «ambos acordaron promover los contactos diplomáticos entre las partes al más alto nivel en el marco de una cooperación sincera y con respeto al derecho internacional».

Para disimular lo que es una obvia recogida de velas, Arreaza hizo este jueves una aparición televisiva, en la que señaló: «Tuvimos la oportunidad de [...] expresar la molestia del pueblo venezolano [...] ante la permanente injerencia en los asuntos internos de Venezuela y emitir pretendidas sanciones que no tienen basamento legal».

La UE endureció su posición ante el régimen de Maduro el lunes, cuando sancionó a once funcionarios del régimen por la designación, a todas luces ilegal, de nuevos directores del Consejo Nacional Electoral.

La UE, «al carajo»

Las sanciones llevaron a Maduro a anunciar la expulsión, en un acto televisado, de Brilhante, al tiempo que señalaba que la Unión Europea es «un organismo colonialista». Su número dos, Diosdado Cabello, mandó literalmente «al carajo» a la UE en un acto de la Asamblea Nacional Constituyente.

«Acordamos sacar este comunicado en conjunto [...] se suspende la decisión de expulsar a la representante de la UE en nuestro país, para no entorpecer el diálogo», agregó Arreaza, afirmando que «Venezuela aspira a un gesto recíproco que permita mejorar la relación». El comunicado sobre la reunión emitido por la Cancillería venezolana hace referencia explícita a las «sanciones» (con comillas en el original) contra venezolanos.

La relación entre la UE y Venezuela, sin embargo, sigue siendo compleja, toda vez que 26 de sus 27 Gobiernos miembros reconocen como presidente interino al presidente del Parlamento, Juan Guaidó, y han exigido «elecciones presidenciales libres».

Bachelet denuncia un «patrón de detenciones arbitrarias»

En la actualización de su informe sobre la situación en Venezuela, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, afirmó este jueves que la designación de una cúpula del Consejo Nacional Electoral por parte del Tribunal Supremo de Justicia afín a Nicolás Maduro «disminuye la posibilidad de construir condiciones para procesos electorales creíbles y democráticos».

A pesar de valorar «avances en la cooperación» entre el régimen de Nicolás Maduro y la Oficina para la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, la expresidenta de Chile señaló que le preocupa «el patrón de detenciones arbitrarias, violaciones al debido proceso, así como alegaciones de torturas y desapariciones forzadas en los primeros días de detención».

Bachelet viene haciendo actualizaciones periódicas de sus informes sobre la situación venezolana desde que en junio del 2019 visitó el país sudamericano y se reunió con Maduro y su gabinete, con la Asamblea Nacional (Parlamento) dirigida por Juan Guaidó y con víctimas de violaciones de derechos humanos y sus familiares.

También volvió a cuestionar Bachelet el papel de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional, cuya eliminación solicitó hace un año. A ese cuerpo policial, la alta comisionada de la ONU le atribuyó 432 de las 1.324 muertes «registradas en el marco de operaciones de seguridad».

Parque temático electoral

El régimen de Maduro no reaccionó de inmediato al informe de la alta representante de Naciones Unidas, pero sí lo hizo Juan Guaidó. El líder opositor señaló que «en caso de que la dictadura y sus cómplices insistan en seguir armándole a Maduro su parque temático electoral, ya la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU se lo hizo saber: ni piensen en elecciones en condiciones como estas, porque seguirán sin ser reconocidos».

También algunas de las oenegés que han colaborado en materia de derechos humanos con Naciones Unidas exigieron este jueves el «inmediato cumplimiento» del informe de la oficina de la ONU. La oenegé Provea, a través de su director, Marino Alvarado, señaló que el documento de Bachelet «revela la falta de voluntad política» del régimen chavista para avanzar en el respeto a estos derechos.