El rapero Kanye West fantasea con postularse a presidente de EE.UU.

Rosa Paíno
R. Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Kanye West, durante una visita al Despacho Oval, en el 2018
Kanye West, durante una visita al Despacho Oval, en el 2018 MICHAEL REYNOLDS

Su anuncio choca con numerosos obstáculos para llegar a la cita del 3N

06 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El rapero Kanye West, la estrella mejor pagada en el 2020 y marido de la influencer Kim Kardashian, anunció el sábado por la noche en un tuit su intención de postularse a presidente de EE.UU., a cuatro meses de la cita electoral y sin haber oficializado su candidatura ante la Comisión Electoral ni creado un comité de campaña. «Debemos cumplir la promesa de América confiando en Dios, unificando nuestra visión y construyendo nuestro futuro. Me presento a presidente de Estados Unidos», escribió el cantante afroamericano con el hashtag #Vision2020. El rapero, firme apoyo de Donald Trump, no especifica si se presentará como independiente o en las filas de algún partido.

Uno de los primeros en reaccionar fue Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX. «¡Tienes mi respaldo total!», escribió el magnate, quien durante las primarias demócratas apoyó al candidato Andrew Yang. Pero en las redes sociales también dejaron constancia quienes consideran que el anuncio es un truco publicitario (una idea nada descabellada, ya que está a punto de sacar nuevo disco) o quienes se pregunta cómo puede pasar de ser un aliado de Trump a ser su rival. Otro se preguntan si no será un intento de alejar a los votantes negros y jóvenes del demócrata Joe Biden. Tampoco faltaban los memes de Kardashian como primera dama.

Veinticuatro horas después de la publicación del tuit, ni la Comisión Electoral tenía constancia de que West hubiera oficializado su candidatura ni sus representantes la habían corroborado. De confirmarse su candidatura, esta tendría que sortear muchos obstáculos si quiere llegar a la cita del 3N. Su única posibilidad real es presentarse como independiente, para ello debe cumplir varios requisitos: presentar un mínimo de firmas (unas 10.000, en gran parte de los colegios estatales) y registrarse en cada uno de los estados de EE.UU. Primer problema, el plazo ya se ha cerrado en cinco, entre ellos Illinois, por lo que no podría hacer campaña en su estado natal. En dos semanas, vence la fecha límite en otros seis.

No es la primera vez que West, de 43 años, especula sobre su incursión en la política, pero el aviso del sábado es el más firme hasta la fecha. Además, el día elegido no es casual: 4 de julio, el Día de Independencia. Aunque también es verdad que el pasado noviembre aplazó su candidatura al 2024.

En los últimos años, West ha sido un firme defensor de Trump. Durante una visita en el 2018 a la Casa Blanca para hablar sobre la violencia y el sistema penitenciario, calificó de héroe al presidente y le dio las gracias por hacerle sentir «como Superman». Kim Kardashian también ha abogado en el despacho oval por la liberación de Alice Marie Johnson, una delincuente no violenta condenada a cadena perpetua. La pena de Johnson fue conmutada.

Reaccionan al discurso de Trump con la quema de banderas y el derribo de una estatua de Colón

Banderas estadounidenses quemadas y el derribo de una estatua de Cristóbal Colón en Baltimore fueron algunas de las escenas que se vivieron el domingo en protestas en distintas partes de EE.UU., tras el discurso que pronunció el presidente Donald Trump en la Casa Blanca con motivo del Día de la Independencia.

En Washington, los participantes prendieron fuego a la bandera junto a la plaza Lafayette, el parque que hay al lado de la Casa Blanca, al grito de «América nunca fue grande», que contrasta con el lema de campaña de Trump. En EE.UU. la quema de la bandera nacional no es ilegal, y de hecho en la protesta de Hollywood estuvo el activista de 63 años Gregory Joey Johnson, quien en 1989 ganó el caso ante el Tribunal Supremo que reconoció su derecho a poder quemar la enseña.

En Baltimore (Maryland), un grupo de manifestantes derribaron con una cuerda la estatua de Cristóbal Colon, que se rompió en pedazos que fueron arrastrados por los manifestantes hasta el puerto de Inner.