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Toman con palos y piedras las sedes de un histórico partido opositor en Caracas

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

MIGUEL GUTIÉRREZ | EFE

Los detractores de Maduro lo acusan de complicidad con los asaltantes

12 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las dos principales sedes del partido Acción Democrática (AD) fueron tomadas por un grupo de militantes aliados del régimen de Nicolás Maduro, lo que ha desatado un nuevo terremoto político en Venezuela. La toma en Caracas, en la zona de La Florida, de la sede principal de AD, uno de los grandes partidos de la era democrática venezolana, fue condenada por personalidades como Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), o el expresidente español Felipe González.

También en la capital venezolana fue tomada por grupos armados la sede de El Paraíso, que lleva el nombre de Carlos Andrés Pérez, un político que casi una década después de su muerte sigue siendo polémico y que, como presidente de la República, fue un cercano aliado de González en el período de la Transición española.

Las tomas de las sedes suponen un paso más del régimen de Maduro en la apropiación de los símbolos de los partidos que tradicionalmente fueron adversarios del chavismo, con miras a una elección parlamentaria pautada para diciembre, cuya convocatoria se ha encontrado también con el rechazo de los países vecinos de Venezuela y de la Unión Europea, entre otros.

Entre los asaltantes están miembros de AD que lograron ante el Tribunal Supremo de Justicia, plegado al régimen de Maduro, ser designados como la legítima directiva del partido. Similar proceso se repitió con los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular, y está pendiente un recurso para el partido Un Nuevo Tiempo. Los cuatro componen el núcleo de la oposición venezolana. Pero también están implicados en estas operaciones los conocidos como colectivos, brigadas de choque del chavismo.

Conformes con las elecciones

Todos los directivos designados por el TSJ han mostrado su disposición a participar en las cuestionadas elecciones parlamentarias y hacerlo además individualmente, lo que en la práctica allana el camino de la mayoría absoluta al Partido Socialista Unido de Venezuela de Maduro.

Al frente de AD quedó Bernabé Gutiérrez, sempiterno número dos del igualmente sempiterno Henry Ramos Allup. Ambos llevaban dos décadas dirigiendo la formación, sin elecciones internas. Después de que el lunes los dirigentes de AD plegados a la línea de Ramos Allup de no participar en las parlamentarias fueran agredidos a las afueras de la sede del partido por los supuestos militantes que la asaltaron armados con palos, botellas y gases lacrimógenos, Gutiérrez afirmó: «Así es como eventualmente los adecos resolvemos nuestras diferencias», haciendo alusión al término «trompadas estatutarias» acuñado por el gran líder de AD, Rómulo Betancourt, para hablar de los conflictos internos dirimidos en peleas a veces tumultuarias y que incluían eventualmente heridos de bala.

Durante los sucesos del lunes, al menos cuatro periodistas resultaron heridos, alcanzados por botellas y piedras, lanzadas desde dentro de la sede.

Ramos Allup, así como el presidente interino designado por la Asamblea Nacional, Juan Guaidó (que hasta enero militó en Voluntad Popular), condenaron enérgicamente las tomas de las sedes.

«Sepan que a AD no la dominarán ni con plumazos ni con cheques ni con intimidación (...) Sigan pensando que con un sainete electoral, que nadie reconocerá, van a lograr algo». Guaidó, por su parte, afirmó: «Los arrebatos cobardes de la dictadura debemos convertirlos en fuerza y lucha».

Pero Gutiérrez afirmó que las instalaciones de AD «fueron abandonadas» y que «la directiva continuará con la recuperación de las instalaciones de AD que se encuentren en igual situación», en declaraciones que la prensa estatal, que suele vetar cualquier intervención de dirigentes opositores, divulgó ampliamente.