Trump busca impulsar su reelección con el pacto de Israel con Emiratos y Baréin

La Voz REDACCIÓN / AGENCIA

INTERNACIONAL

El ministro de Exteriores de Baréin, Abdulatif bin Rashid al Zayani; el jefe de Gobierno de Israel, Benjamín Netanyahu;  Donald Trump, que firmó  el pacto en calidad de mediador, y el titular de Exteriores de los Emiratos Unidos, Abdulá bin Zayed al Nahyan
El ministro de Exteriores de Baréin, Abdulatif bin Rashid al Zayani; el jefe de Gobierno de Israel, Benjamín Netanyahu; Donald Trump, que firmó el pacto en calidad de mediador, y el titular de Exteriores de los Emiratos Unidos, Abdulá bin Zayed al Nahyan TOM BRENNER | Reuters

La firma de paz con los Emiratos y Baréin abre a Tel Aviv las puertas del Golfo y refuerza el eje contra regional contra Irán

16 sep 2020 . Actualizado a las 18:26 h.

Por primera vez en 26 años, la Casa Blanca fue escenario de la firma de un tratado de paz entre Israel y un país árabe. La puesta en escena tuvo lugar en el mismo escenario en que Isaac Rabin y Yaser Arafat sellaron con un apretón de manos los acuerdos de Oslo con la mediación de Bill Clinton en 1993. Todo un golpe de efecto en la escena internacional de un Donald Trump metido a fondo en la campaña hacia la reelección. Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin suscribieron este martes los Acuerdos de Abraham con Israel para normalizar sus relaciones durante un acto descrito por Trump como un día histórico que marcan «un nuevo amanecer para Oriente Medio». «Estamos aquí esta tarde para cambiar el rumbo de la historia», insistió. La realidad es que el pacto abre las puertas del Golfo al Israel y refuerza el eje regional contra Irán

En calidad de mediador, Trump presidió la firma con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el jefe de la diplomacia emiratí, Abdulá bin Zayed al Nahyan, y su homólogo de Baréin, Abdulatif bin Rashid al Zayani. A la misma hora, milicianos de Gaza lanzaban dos cohetes hacia territorio israelí, que se saldó con dos heridos, en una jornada en la que cientos de personas se manifestaron en Cisjordania para denunciar la «traición» de las dos monarquías del Pérsico. 

Efecto dominó

El objetivo de Trump es desencadenar un efecto dominó en el golfo Pérsico: desea que más países árabes sigan la estela de los Emiratos y Baréin en el reconocimiento a Israel para, en última instancia, crear una coalición suní frente a la república chií de Irán. Poco antes del acto en la Casa Blanca, el presidente aseguró que «cinco países más» establecerán pronto relaciones diplomáticas con Israel. «Vamos muy avanzados», añadió.

Desde que llegó al poder en el 2017, Trump ha estructurado su política exterior en Oriente Medio en torno a dos ideas: la persecución a Irán, al que ha castigado con fuertes sanciones, y la protección a Israel, su gran aliado en la región y al que ha otorgado un sinfín de concesiones, como el reconocimiento de Jerusalén como su capital.

En dos tuits a última hora del lunes, Donald Trump advirtió que Irán podría estar planeando un ataque contra Estados Unidos y amenazó con una agresión «mil veces» más fuerte hacia el país persa si eso llega a producirse. Reaccionaba así a una información publicada este sábado por la revista Politico, que cita a fuentes de inteligencia estadounidense, sobre que el Gobierno iraní se plantea asesinar a la embajadora de EE.UU. en Sudáfrica, Lana Marks, en represalia por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani por un ataque estadounidense en Irak

Líder efectivo

Al mismo tiempo, el mandatario está usando el acuerdo para retratarse ante el público estadounidense como «líder efectivo· merecedor del Premio Nobel de la Paz, al que ha sido nominado por un parlamentario noruego, explica a Efe Huseín Ibish, analista del Instituto de los Países del Golfo Árabe en Washington.

Aunque se desconocen los detalles, los Acuerdos de Abraham normalizarán las relaciones diplomáticas entre Israel y los Emiratos y Baréin, incluido el establecimiento de las primeras embajadas en los países de cada uno. Hasta ahora, Israel tenía relaciones normales solo con otros dos estados árabes, Jordania y Egipto.

El jefe de la diplomacia emiratí dio las gracias a Netanyahu por «detener la anexión de los territorios palestinos» en virtud del acuerdo, a pesar de que el primer ministro israelí ha asegurado que la anexión de parte de Cisjordania ocupada sigue «sobre la mesa».

Por su parte, el ministro de Exteriores de Baréin opinó que los Acuerdos de Abraham son «un paso histórico en el camino hacia una paz genuina y duradera».