Silvio Waisbord: «Hasta los demócratas más entusiastas tienen ciertas cautelas sobre el resultado»

Silvio Waisbord es doctor en Sociología por la Universidad de California, profesor de Periodismo y Comunicación Política de la Universidad George Washington y autor de numerosos libros. Argentino, reside en EE.UU. desde hace más de tres décadas. Acaba de publicar El imperio de la utopía. Mitos y realidades de la sociedad estadounidense (Península), una radiografía imprescindible para entender un país que se enfrenta a unas elecciones cruciales.

-¿Qué se juega Estados Unidos y el mundo en estas elecciones?

-Se juegan dos visiones muy diferentes del país y del mundo. No son solo las enormes diferencias entre los dos candidatos y los dos partidos sobre la gestión de la pandemia, la economía, la salud pública y otras cuestiones esenciales, sino también se juega la visión del papel de Estados Unidos en un mundo multipolar, con enormes desafíos, desde el cambio climático al auge de los autoritarismos.

-¿Tiene opciones de ganar Donald Trump? ¿Quién cree que vencerá?

-Todo parecería indicar que Biden se alzará con la victoria considerando las encuestas de los últimos meses. Pero similares pronósticos existieron hace cuatro años que se hicieron añicos con la realidad y Trump ganó por la mínima diferencia en el colegio electoral. Hasta los demócratas más entusiastas tienen cierta cautela, ya que puede haber trasvase de votos en estados claves hacia Trump que no son fácilmente captados por las estadísticas. Aun así, creo que Biden ganará.

-Desde Europa muchos no entienden cómo un personaje como Donald Trump pudo llegar a ser presidente y puede volver a ganar. ¿Cómo se lo explicaría usted?

-Trump encarna un país que rara vez es reconocido, no solamente en Europa sino incluso en Estados Unidos. Un país orgullosamente blanco, desconfiado del multiculturalismo y de las élites, crítico acérrimo de los movimientos sociales de las últimas décadas (medio ambiente, feministas, derechos raciales, inmigrantes) y profundamente antigobierno federal. Trump se montó hábilmente sobre esta corriente de expresión con un discurso agrio, violento, anticonvencional, al que le sumó apoyos de un conservadurismo tradicional en temas impositivos, legales y religiosos.

-¿Qué cambiaría en Estados Unidos si ganara Biden?

-Queda por verse. Seguramente bajará el tono de conflicto dada su personalidad. Habrá una vuelta al Estados Unidos pre-Trump en términos globales de reafirmar el liderazgo en diferentes temas. Se apuntará a controlar la pandemia como prioridad. Se intentará reafirmar el seguro de salud pública dependiendo de los resultados en el Senado. Habrá una vuelta a políticas más progresistas en temas selectos, impuestos, medio ambiente, derechos legales, acceso al voto, justicia sobre temas raciales. Habrá un intento de hacer una política más racional y más humana sobre inmigración.

-¿A qué se debe la polarización tan extrema que existe?

-Hay varios factores. Uno es el colapso del consenso entre las élites políticas sobre el país después de la Guerra Fría, la imposibilidad de recrear un acuerdo sobre temas fundamentales. Otro es el deslizamiento hacia posiciones más extremas en el conservadurismo. Estas posiciones se explican, en parte, por la reacción ante fenómenos de exigencia de derechos en el último medio siglo. Una reacción de impronta religiosa frente a movimientos feministas y LGTBI. El empecinamiento en no reconocer desigualdades sociales y raciales. Estas causas sociales y culturales han polarizado al país en tanto despertaron una furibunda reacción.

-¿Por qué el título de «El imperio de la utopía»?

-Estados Unidos siempre ha sido una ‘tierra prometida’ desde su misma fundación con la colonización a principios del siglo XVII. Fue zona para utopías de diversos tipos, religiosas y seculares, económicas, culturales, raciales, artísticas. Está en el ADN de la sociedad la noción de que es un país abierto a enormes posibilidades, como si fuera una tabla rasa que cualquiera puede imaginar según sus propios deseos y ambiciones.

-¿Cuáles son los principales mitos que existen en EE.UU.?

-El principal mito es del sueño americano, una idea enormemente atractiva de posibilidades abiertas y eternas. De una sociedad igualitaria, comunitaria, infinitamente abierta a crear y recrear. Del país multicultural y abierto a la inmigración. De la tierra cristiana. Tales mitos olvidan las obvias tragedias del país, los enormes obstáculos y las desigualdades históricas y actuales. Ignoran la historia de un país más complejo, brutal, racista. Pasan por alto la realidad debajo del caparazón de una sociedad abierta, humana y pujante.

-¿Cuáles son los grandes problemas a los que se enfrenta el país?

-Desigualdades, inestabilidad económica de millones de personas, inseguridad en atención en salud, salarios bajos para estándares históricos, falta de oportunidades en enormes zonas del país, la cultura del odio y la posibilidad constante de episodios masivos de violencia.

-¿Por qué persiste el racismo?

-Porque es un país que largamente se sigue viendo como blanco, desconoce o no quiere reconocer las profundas y sistemáticas desigualdades raciales de largo plazo, y sigue empecinado en perpetuar condiciones socioeconómicas y legales que mantienen estructuras racistas. La violencia policial contra ciudadanos afroamericanos, que desató protestas y debate, es sintomática de problemas profundos, de la postergación económica y social y de una mentalidad empecinada en extremar medidas brutales de vigilancia.

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