Tras cuatro años de polémicas constantes, enfrentado abiertamente a los grandes medios y en plena pandemia, el apoyo al magnate ha crecido en números absolutos y porcentaje
08 nov 2020 . Actualizado a las 18:27 h.Para vencer a Donald Trump, el demócrata Joe Biden ha necesitado desencadenar una movilización sin precedentes, que lo ha convertido, con más de 74 millones de votos, en el presidente con más apoyo popular de la historia. Incluso por delante de su mediático compañero de filas Barack Obama.
Las cifras de Donald Trump también son apabullantes. Es, solo por detrás de Biden, el candidato que suma más sufragios en unas presidenciales. El magnate no solo no ha cedido terreno, sino que ha visto incrementado de forma notable su respaldo en las urnas, y solo el registro récord del aspirante demócrata ha impedido que sellase su reelección. Nunca ha resultado sencillo doblegar a un inquilino de la Casa Blanca que opta a un segundo mandato, y los dos últimos aspirantes que lo habían logrado antes de Joe Biden fueron dos tótems de la política norteamericana: Ronald Reagan frente a Jimmy Carter en 1980 y Bill Clinton frente a Bush padre en 1992.
Setenta millones de votos
Trump ha vendido muy cara su derrota. A falta del recuento definitivo, el respaldo al líder republicano no solo ha crecido en números absolutos de votos recibidos, sino también en porcentaje. Cuando venció a Hillary Clinton en el 2016, Trump había obtenido 62.984.828 papeletas, un 46,15 % del total. Al ganar en estados clave, se hizo con la presidencia a pesar de perder en el apoyo popular total (la candidata demócrata había conseguido 65.853.514 apoyos, un 48,17 %). Cuatro años después, con las proyecciones que este domingo ofrecía The New York Times y que se corregirán al alza cuando finalice el escrutinio oficial, Trump ha cosechado casi ocho millones más de votos: 70.399.780, un 47,8 % del total (frente a los 74.051.261 sufragios de Biden, un 50,4%).
Este significativo aumento del apoyo al todavía presidente de EE.UU. se produce después de cuatro años de constantes polémicas dentro y fuera del país, enfrentado abiertamente a los grandes medios y en plena crisis social, económica y sanitaria por la pandemia, por lo que estas cifras auguran que el trumpismo, incluso sin Trump, tiene una sólida base electoral para volver a plantar batalla en los comicios del 2024.