Irán acusa a Israel de asesinar al científico con armas dirigidas por control remoto
INTERNACIONAL
El padre del programa nuclear iraní, Mohsen Fajrizadeh, fue enterrado con honores de «mártir» y promesas de venganza
01 dic 2020 . Actualizado a las 10:30 h.Irán despidió este lunes a Mohsen Fajrizadeh con honores de «mártir» y su cuerpo descansa en un santuario al norte de Teherán, donde reposan también los restos de otros dos científicos asesinados en la última década. Tras el funeral del que era jefe del Departamento de Investigación e Innovación en materia de Defensa, Alí Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, apuntó una vez más a Israel como autor de «una operación muy compleja que se realizó con equipos electrónicos, nadie estaba en la escena del atentado», en el que «también participaron los Monafeghin». Es la forma que tiene la república islámica de referirse al grupo opositor Muyahedin Jalq. Sin embargo, esta versión de los hechos contradice la primera información oficial, en la que se mantenía que varios hombres abrieron fuego sobre el vehículo tras hacer explotar una furgoneta a su paso para cortar la carretera.
Shamjani, asesor también del líder supremo, Alí Jamenéi, adelantó que «ya hay pistas» sobre los autores. Desveló que la víctima llevaba dos décadas bajo amenaza, y que la Inteligencia iraní sabía que podía ser blanco de un ataque en el mismo lugar donde se produjo la emboscada del pasado viernes. Aunque «se hicieron los refuerzos necesarios para su protección», las medidas de seguridad fallaron y Fajrizadeh se convirtió en el quinto científico asesinado en el país a lo largo de la última década. Los medios nacionales añadieron que las armas automáticas activadas por control remoto que se emplearon en la acción violenta estaban «fabricadas en Israel».
Desde el Estado judío, el ministro de Inteligencia, Eli Cohen, declaró a la emisora de radio 103 FM desconocer quién está detrás del atentado. Dilema sobre la respuesta En Irán, mientras, hay un debate abierto sobre cuándo y cómo hay que responder, pero nadie duda de que habrá una respuesta. El ministro de Defensa, Amir Hatamí, declaró que «perseguiremos a los criminales hasta el final», y el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salamí, advirtió que «el castigo es seguro (.) y nosotros determinaremos el momento, el lugar y la naturaleza del mismo».
En el periódico ultraconservador Kayhan señalaron al puerto de Haifa como objetivo, pero otras voces abrieron la posibilidad de ataques en países que acaban de normalizar sus relaciones con Tel Aviv, como Emiratos Árabes Unidos (EAU) o Baréin. A su vez, el Canal12 de la televisión israelí recogió las advertencias de responsables de Seguridad a los turistas que estos días vuelan a Dubái, uno de los pocos destinos 'verdes' a los que se puede viajar desde el Estado judío sin tener que guardar cuarentena al regreso.
Tanto EAU como Baréin emitieron comunicados de condena e instaron «a todas las partes a ejercer el máximo grado de autocontrol para evitar arrastrar a la región a nuevos niveles de inestabilidad y amenaza a la paz», según el mensaje del Ministerio de Exteriores emiratí. Ebrahim Raisi, jefe del Poder Judicial iraní, le dio réplica: «Aquellos que tras este asesinato nos piden moderación son quienes dan luz verde a los terroristas».
La primera medida adoptada por la república islámica ha sido duplicar el presupuesto del departamento que dirigía Fajrizadeh. Su muerte complica los planes del nuevo presidente norteamericano, Joe Biden, de recuperar el acuerdo nuclear firmado en el 2015 por Barack Obama y roto por Donald Trump en el 2018. Los sectores más conservadores de Irán presionan para que se cancele cualquier tipo de diálogo con EE.UU. y el mandato del presidente Hasán Rohaní expira en junio. Entonces se celebrarán unas elecciones en las que los ultraconservadores son favoritos