Los activistas del Movimiento San Isidro desafían al Gobierno cubano en medio de la crisis económica
INTERNACIONAL
Tras la huelga de hambre paa pedir la liberación del rapero Denis Solís, este grupo de artistas protestan por las tiendas que cobran en dólares, euros y libras
05 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Movimiento San Isidro (MSI) ha agitado la vida política de Cuba en las últimas dos semanas con su desafío al Gobierno de La Habana. Este grupo de artistas, creado en el 2018, había iniciado una huelga de hambre para pedir la liberación del rapero Denis Solís, condenado a ocho meses de prisión por desacato. La protesta fue interrumpida abruptamente el 26 de noviembre, cuando un grupo de agentes gubernamentales irrumpió en el edificio donde estaban los huelguistas, los detuvo y los trasladó a un hospital, bajo la acusación de romper el protocolo contra el covid-19.
Liberaron a la mayoría a las pocas horas, pero Luis Manuel Otero Alcántara, el líder del MSI, continuó retenido. Entonces sucedió algo inusual. El día 27 por la mañana, una veintena de personas se concentró ante el Ministerio de Cultura, exigiendo la liberación de Otero. Al caer la tarde, ya había unos doscientos congregados lanzando consignas, entre ellos importantes personalidades de la cultura. Una delegación de unos 20 manifestantes llegó incluso a entrar en la sede y a hablar con el viceministro.
El activista Otero fue liberado el pasado martes. Dijo luchar «por la libertad genuina en Cuba», en declaraciones a América Teve. «Por la libertad de Cuba, toda, que no es solamente cultural. Es la democracia, con las garantías a todas las libertades. A la libertad de expresión, de manifestarse y económica», añadió el activista, que fue retenido brevemente unas horas después.
Los miembros del MSI se encuentran en libertad, aunque dicen estar siendo hostigados por las autoridades. El Gobierno isleño considera estar siendo atacado por «mercenarios del Gobierno de EE.UU». «Cuba no acepta injerencias. Algunos se empeñan en protagonizar shows mediáticos contra la revolución, envenenando y mintiendo en las redes», dijo el presidente Miguel Díaz-Canel. El Ejecutivo llamó también a consultas al jefe de la misión diplomática estadounidense en Cuba, Timothy Zúñiga, y lo acusó de haberse personado en la sede del MSI y haber llevado en su vehículo a varios de los activistas.
La inusual protesta fue convocada por redes sociales, algo inédito en Cuba, que solo recientemente ha establecido redes de datos accesibles a toda la población.
Se produce, además, en un momento difícil. La isla vive una crisis económica debido a los efectos que la pandemia ha tenido sobre el turismo, su principal fuente de ingreso, además de por la crisis de Venezuela y las sanciones de EE.UU. Parte importante de los comercios públicos de la isla sufren desabastecimiento. El Gobierno abrió a mediados de este año tiendas con todos los productos, donde se puede comprar en dólares, euros y libras, con el objetivo principal de recaudar divisas. Esas tiendas han sido criticadas por un sector de la población, que considera que crea desigualdades y favorece solo a quienes tienen familiares que les envían remesas.
El MSI se ha unido a esas protestas. «Esas tiendas son una injusticia. Es un absurdo que se le pida a una sociedad que pague en una moneda que no tiene, para obtener bienes básicos y fundamentales», dijo esta semana Michel Matos, otro integrante del MSI. «Es un apartheid económico que crea clasismo en una sociedad supuestamente socialista», añadió, en una rueda de prensa virtual.
El grupo de activistas ha irrumpido en la vida política cubana, asimismo, en un momento de cambios, tras el anuncio, a mediados de octubre, de la unificación, a corto plazo, de las divisas, el aumento de salarios y la devaluación del peso cubano, la moneda que sobrevivirá en una isla donde se está moviendo el panorama político.