El pacto «posbrexit» llega a Westminster tras el visto bueno de los Veintisiete

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro británico, Boris Johnson
El primer ministro británico, Boris Johnson Reuters

La UE aprueba su aplicación provisional a la espera de que vote la Eurocámara

29 dic 2020 . Actualizado a las 09:45 h.

El anhelado acuerdo posbrexit que el Reino Unido y la UE firmaron en Nochebuena está a un paso de entrar en vigor el jueves, aunque de manera provisional. Este lunes, los embajadores de los Veintisiete, de manera unánime, le dieron el visto bueno al texto, que tiene más de 1.000 páginas de extensión y varios anexos.

«Luz verde al acuerdo del brexit: los embajadores han aprobado unánimemente la aplicación provisional del Acuerdo Comercial y de Cooperación entre la UE y el Reino Unido», anunció en Twitter el portavoz de la presidencia alemana de turno del Consejo de la UE, Sebastian Fischer.

La decisión allana el camino para un divorcio pactado. A principios de mes la Eurocámara dijo que no podría aprobar el tratado en lo que quedaba de año, pero gracias a la decisión de los Gobiernos, consensuada con los eurodiputados, estará en vigor el 1 de enero y así se mantendrá en principio hasta finales de febrero, para dar al Parlamento de Estrasburgo tiempo para debatirlo y aprobarlo o rechazarlo. Aun así, la Eurocámara ha planteado la posibilidad de ratificar el acuerdo la segunda semana de marzo, por lo que analizará con la Comisión y la presidencia del Consejo la ampliación del período de aplicación provisional.

El hecho de que el acuerdo haya sido aprobado de manera unánime por los embajadores despeja los temores de que algún país lo vetara. A principios de mes, Francia amenazó con hacerlo, en al menos dos ocasiones, si consideraba que el pacto era «malo» para sus intereses.

Tras saludar el aval de sus aún socios al texto, el primer ministro Boris Johnson se refirió al acuerdo como «un nuevo punto de partida (...) entre soberanos iguales». «Espero la ratificación formal del acuerdo para trabajar juntos en prioridades compartidas, como el cambio climático», agregó en un mensaje de Twitter.

Tras el sí de la UE, este miércoles le tocará el turno a Londres. El Parlamento británico interrumpirá su receso navideño y sus dos Cámaras (de los Comunes y de los Lores) celebrarán sesiones especiales para debatir y votar el texto.

El aval de Westminster no debería resultar complicado, aunque volverá a poner de manifiesto la polarización sobre el asunto en la política interna. Johnson no puede dar por hecho que todos los diputados conservadores (364, es decir, 39 por encima de la mayoría absoluta) votarán a favor del pacto, pues los brexiters del Grupo de Investigaciones Europeas (40 a 70) ya han anunciado que revisarán con lupa lo acordado. Sin embargo, puede respirar tranquilo porque el líder opositor, Keir Starmer, le ha ofrecido el respaldo del Partido Laborista en la votación, pese a que no está satisfecho con lo pactado.

El laborismo tiene 200 escaños y aunque se espera que al menos una docena de legisladores se abstengan, la suma de los restantes con los tories será más que suficiente para convertir el tratado en una ley. La oposición de los nacionalistas escoceses (47) y de los demócratas liberales (11) será meramente simbólica.

Más obstáculos

La casi segura entrada en vigor del tratado evitará muchos problemas, pero no todos. Así lo admitió el ministro de Gabinete, Michael Gove, quien reconoció a la BBC que a partir del día 1 los ciudadanos y empresas se enfrentarán a un campo «accidentado» y así estarán algunos meses.

«Las empresas deberán asegurarse de que están listas para los nuevos procedimientos aduaneros y nosotros, como individuos, deberemos asegurarnos de que nuestros pasaportes estén actualizados y tengan una vigencia al menos seis meses antes de su vencimiento para poder viajar al extranjero (…) Habrá momentos difíciles, pero estamos aquí para intentar hacer todo lo posible para allanar el camino», dijo el responsable de los preparativos del divorcio.

Barnier cree que el caso del Reino Unido será el mejor repelente contra más divorcios

Cuando en junio del 2016 una ajustada mayoría de británicos votó por salirse de la UE, muchos en las instituciones comunitarias temieron que otros países hicieran lo mismo. Sin embargo, hoy ese efecto cascada parece que no se producirá y todo gracias al mismo brexit que infundió ese miedo. Al menos así lo considera el jefe negociador comunitario, el francés Michel Barnier. «Estas negociaciones han reforzado la convicción de los líderes y de los ciudadanos de que es mejor estar juntos que separados», dijo en una entrevista publicada el domingo en el diario Le Figaro.

Tras advertir que hay «verdaderas diferencias entre ser un país miembro [de la UE] y un tercer país» y que los británicos pronto las sentirán en carne propia, Barnier pidió a los líderes de los Veintisiete extraer lecciones de este divorcio y entre ellas abogó por construir consensos más amplios. «La UE, sin el Reino Unido, no puede limitarse a un diálogo franco-alemán», dijo.

Pese a que el acuerdo ya está cerrado, el francés advirtió que las conversaciones con Londres no terminarán, porque seguramente surgirán disputas que deberán solucionarse.

Siempre al borde del precipicio

Barnier hizo un repaso a estos extenuantes y tortuosos nueve meses de negociaciones que condujo con su contraparte británica, David Frost; y admitió lo que ya era público: las conversaciones estuvieron a punto de fracasar en más de una ocasión. Sin embargo, reconoció que las últimas semanas fueron las peores. «Hemos estado al borde de la ruptura varias veces. En Londres hace un mes, luego en Bruselas más recientemente, durante una llamada telefónica entre [la presidenta de la Comisión] Ursula von der Leyen y [el primer ministro británico] Boris Johnson», declaró, al tiempo que aseveró que Von der Leyen jugó un papel decisivo para evitar que el diálogo se interrumpiera.

Durante meses las conversaciones permanecieron estancadas por asuntos como las medidas para evitar la competencia desleal, la gobernanza y la pesca, lo que abrió la puerta a reproches y amenazas recíprocos. Sin embargo, cuando el calendario apremiaba la presidenta de la Comisión decidió implicarse en el asunto y mantuvo varias reuniones cara a cara con Johnson, así como numerosas videoconferencias, que sirvieron para apaciguar los ánimos y mantener a los negociadores en la mesa.

Francia advierte que estará «desde el primer día» atenta al cumplimiento del acuerdo

El Gobierno francés respaldará el acuerdo hallado entre Bruselas y Londres para la salida del Reino Unido del bloque europeo, según confirmaron este lunes fuentes del Elíseo, después de que el presidente, Emmanuel Macron, y los ministros revisaran el contenido del pacto, de cuyo cumplimiento estarán muy atentos desde el primer momento, según aseguraron.

«Tras haber analizado el contenido, se ha decidido que Francia aportará su respaldo a la firma de este acuerdo y su aplicación provisional a partir del 1 de enero, a la espera de su ratificación», señalaron fuentes de la Presidencia, citadas por Efe, al cierre de una reunión del Ejecutivo.

Para el Elíseo, el acuerdo contiene «protecciones indispensables» para sus ciudadanos, sus empresas y sus pescadores.

«Francia ha defendido sus intereses y los intereses europeos con determinación hasta el final de la negociación, lo que ha permitido una preservación de la actividad de nuestros pescadores y compromisos sin precedentes en materia de competencia justa por parte del Reino Unido», añadió.

El Gobierno francés apunta que permanecerá «desde el primer día» atento a que se respeten las cláusulas del acuerdo, y «en caso de que el Reino Unido no cumpla sus compromisos y el equilibrio de su relación con la UE» movilizará todos los mecanismos previstos en el acuerdo para proteger a sus empresas y pescadores.

El Reino Unido y la Unión Europea llegaron a un acuerdo comercial el pasado 24 de diciembre, poco antes de que terminara el plazo para fijar una salida en términos amistosos, y establecieron las bases de sus relaciones comerciales una vez que se haga efectivo el brexit el próximo 31 de diciembre.