El país persa viola de forma flagrante lo acordado en Viena hace cinco años y medio.
11 feb 2021 . Actualizado a las 20:25 h.Rusia, uno de los no muchos países amigos que tiene Irán en la escena internacional, teme ahora que Teherán se extralimite y eso la haga quedar en evidencia ante Estados Unidos, Israel o Arabia Saudí, detractores o recelosos de mantener el acuerdo nuclear firmado en Viena en julio del 2015. Y es que el país persa ha iniciado la producción de uranio metal para alimentar uno de sus reactores, lo que viola de forma flagrante lo acordado en Viena hace cinco años y medio.
Así que Moscú ha pedido «moderación y responsabilidad» a Teherán para evitar que estalle una espiral de tensión. «Entendemos la lógica y las razones de Irán, pero es necesario dar muestras de moderación y de responsabilidad», manifestó este jueves el viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov. Según sus palabras, el país centroasiático «muestra así que no quiere aceptar el actual statu quo (...) pero tal actitud no es buena para el optimismo».
Riabkov ha llamado también la atención sobre el hecho de que, el Parlamento iraní aprobó el año pasado una resolución para que el país abandone el próximo 21 de febrero uno de los protocolos del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), el que obliga en particular a dar acceso a las instalaciones nucleares a los inspectores de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA). En este sentido, el viceministro de Exteriores ruso cree que, antes de que llegue tal fecha, «Estados Unidos e Irán deberían regresar al cumplimiento pleno del acuerdo nuclear del 2015».
A su juicio, «el tiempo se agota (...) habría que hallar una solución de consenso -entre Washington y Teherán- que posibilite evitar un aumento de la tensión». Moscú considera que EE.UU. e Irán «deben sincronizar su retorno al acuerdo para no caer en la polémica sobre quién debe dar el primer paso». Y aquí Riabkov admite que va a ser «difícil» que Washington levante en bloque todas las sanciones impuestas contra Irán desde su retirada del acuerdo en 2018 por decisión de Donald Trump, aunque advierte que «sería incorrecto que el proceso se dilate en el tiempo».
El presidente iraní, Hasán Rohaní, no obstante, sostiene que, pese al cambio de retórica, la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, no se ha traducido en cambios concretos de su política con respecto a Irán, por ejemplo, levantando las sanciones. «No hemos visto buena voluntad por parte de la nueva Administración estadounidense. La retórica ha cambiado, pero no hay cambios en la práctica», dijo este jueves Rohaní en declaraciones difundidas por la agencia IRNA. De ahí que la continuidad del acuerdo nuclear esté actualmente en el aire.
Un informe de la OIEA del que se supo el miércoles afirma que Irán estaría ya produciendo uranio metálico para uno de sus reactores. Tal combustible sirve también como componente para la fabricación de la bomba atómica y, según la OIEA, comenzó a producirlo el 6 de febrero en la planta de Isfahán, que está bajo supervisión de este organismo internacional dependiente de la ONU. Fueron detectados 3,6 gramos de uranio metálico.
El Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA en sus siglas en inglés) del acuerdo del 2015, que fue firmado por Irán, Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia, estipula una prohibición de 15 años de «la producción o adquisición de metales de plutonio, uranio o sus aleaciones». El JCPOA se ha venido además yendo al traste con un incremento del enriquecimiento de uranio a una pureza del 20 %, cifra muy por encima del límite del 3,67 % que marca el pacto.