El ya ex primer ministro italiano Giuseppe Conte rompió ayer su silencio para expresar su «orgullo y honor» por haber gobernado el país y avanzó que seguirá en política, horas después de poner fin a un mandato y dejar paso a su sucesor, Mario Draghi.
«Junto a muchos compañeros hemos contribuido a delinear un camino a medida del hombre para reforzar la igualdad, la solidaridad y la plena sostenibilidad medioambiental. Mi compromiso será seguir este camino. El cierre de un capítulo no impide rellenar las páginas de historia que queremos escribir», publicó en sus redes sociales.
En esta primera declaración en nueve días, el jurista agradeció a los ciudadanos por las muestras de afecto y de valentía en estos meses de pandemia y les animó a involucrarse en la vida pública para combatir la «mala política» y los privilegios. Horas antes había asegurado que gobernar había representado una «gran experiencia» para él, según confesó a su llegada a su residencia en Roma con su pareja, Olivia Palladino, justo después del traspaso de poderes con su sucesor, el economista Draghi.
Conte abandonó el Palacio Chigi de Roma, sede del Ejecutivo, en la que ha gobernado desde que en junio del 2018 el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) le eligiera como primer ministro para encabezar la coalición con la ultraderechista Liga. En el verano de 2019, después de que el ultraderechista Matteo Salvini dinamitara la alianza gubernamental, se puso al frente de una nueva coalición del Cinco Estrellas y la izquierda del Partido Demócrata hasta hoy.
Casi mil días en el poder
En total han sido 988 días en el poder, con dos períodos en funciones, en los que pasó de ser un abogado totalmente desconocido a convertirse en uno de los rostros más populares, sobre todo por su gestión de la pandemia.
Este sábado fue despedido entre los aplausos de los funcionarios mientras que los comentaristas insistían en destacar su elegancia y dignidad en un momento como el abandono del cargo.
En sus declaraciones describió la ceremonia como «sobria y eficaz». Conte y Draghi apenas interactuaron tras reunirse en privado, sobre todo por las medidas anticontagio, y el nuevo primer ministro prácticamente no pronunció palabra. En su despedida del palacio, con una guardia de honor, pudo verse emocionado a su portavoz, Rocco Casalino, un antiguo concursante de Gran Hermano que hizo carrera en la comunicación del M5S.