Castillo y Fujimori reivindican en las calles la victoria electoral en Perú

Héctor Estepa
héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Marcha de apoyo a la ultraderechista Fujimori.
Marcha de apoyo a la ultraderechista Fujimori. SEBASTIAN CASTANEDA | REUTERS

La candidata derechista aviva la tensión poselectoral en un país al rojo vivo

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Castillo es el virtual ganador de las elecciones peruanas, pero no será proclamado presidente, como mínimo, hasta mediados de esta semana, debido a la solicitud de anulación de cientos de actas electorales planteada por su rival en las urnas, Keiko Fujimori.

«El pueblo ya ha tomado su propio camino», dijo el líder ultraizquierdista el sábado a la multitud que se congregó frente a la sede de su partido en Lima. «No más polarización en el país. Dejemos [esto] en manos de las autoridades para que, de una vez por todas, estas cosas ya no se prolonguen y seamos respetuosos con la voluntad popular», aseveró Castillo.

El maestro de primaria y sindicalista registraba, al cierre de esta edición, el 50,14 % de los votos válidos, mientras que su rival alcanzaba el 48,86 %. Apenas 49.420 votos separaban a ambos candidatos cuando faltaban por contabilizarse el 0,065 % de las actas, que estaban siendo revisadas, por streaming, ante todo el país para evitar recelos.

El resultado parece inamovible aunque Fujimori gane la totalidad de los votos que restan por contar. Con todo, la líder ultraderechista ha denunciado «fraude en mesa» y pidió la anulación de unas 800 actas electorales, que suponen unos 800.000 votos, algo que retrasará el recuento.

«Si el jurado analiza esto, la elección dará la vuelta, queridos amigos», afirmó la líder ultraderechista ante centenares de seguidores suyos que protagonizaron una manifestación en Lima, ciudad donde se han concentrado los seguidores de ambos candidatos. Sus calles rebosan tensión, aunque por el momento no ha habido altercados de relevancia entre los distintos grupos de personas que se reúnen en una capital convulsa.

Denuncias desestimadas

«Soy de las personas que jamás se rinden», añadió Fujimori, quien prometió en campaña que no criticaría los resultados oficiales, pero ya el mismo lunes pasado, tras las elecciones, denunció fraude electoral.

Sin embargo, ningún grupo de observadores internacionales, entre ellos la Organización de Estados Americanos, ha visto por ahora indicios de fraude en un recuento peruano que es transparente, con todas las actas subidas a Internet.

Las primeras resoluciones de los jurados electorales han descartado las denuncias de Fujimori aludiendo a la falta de pruebas.

El tribunal electoral avivó la polémica esta semana cuando decidió aumentar 48 horas el límite de tiempo para pedir la anulación de actas electorales, algo muy criticado en la calle, especialmente por el partido de Castillo, que denunció un «golpe de Estado en ciernes».

Muchas de las reclamaciones de Fujimori llegaron fuera de plazo y otras no han sido procesadas por defectos en la documentación o, simplemente, porque los abogados no pagaron las tasas correspondientes.

Los expertos calculan que serán, finalmente, menos de 270 las actas revisadas, probablemente en primera y segunda instancias, cuando un tribunal tomará la última decisión, en un proceso que se extenderá entre cuatro y trece días en un país al rojo vivo, polarizado hasta el extremo.