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El nuevo censo muestra que la población blanca en Estados Unidos ha dejado de crecer

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

Central Park, en Nueva York
Central Park, en Nueva York JASON SZENES | Efe

La baja natalidad de los «millennials» y la epidemia de opiáceos ha mermado la raza, frente al imparable aumento de hispanos y asiáticos

12 ago 2021 . Actualizado a las 20:25 h.

Se sabía que Estados Unidos caminaba hacia la diversidad racial y que un día los blancos acabarán siendo minoría, lo que explica la creciente animadversión hacia la inmigración. Lo que no se sabía es que ocurrirá como con el cambio climático, que va mucho más rápido de lo que se pensaba.

Los datos del nuevo censo que publicó este jueves y que se recogen solo una vez por década, revelan, según ha anticipado el diario The Washington Post, que el proceso se está acelerando. Durante los últimos cuatro años se habían registrado un millón de blancos de menos al año, lo que es suficiente para eliminar cualquier crecimiento de la población blanca entre el 2010 y el 2016. Eso significa que los blancos se convertirán en minoría ocho años antes de lo que se esperaba. La epidemia de opiáceos y el bajo índice de natalidad en la generación de millennials son las principales razones, según dijo al rotativo William Frey, analista demográfico del centro independiente Brookings Institution.

Si se confirma el adelanto, la población blanca cae por primera vez por debajo del 60 % entre los menores de 18 años. A este ritmo las parejas blancas verán pronto a sus hijos ir a escuelas donde son minorías y en las que jugarán con un gran número de niños hispanos. Mientras el porcentaje de afroamericanos se mantiene estable y el de los anglosajones disminuye, el de los asiáticos se ha doblado desde un módico 3 % y el de los hispanos representa la mitad de todo el crecimiento del país. Desde el último censo del 2010 habría alcanzado hasta un 20 %, al ritmo de un millón más cada año. Y eso que el Gobierno de Donald Trump hizo todo lo posible para limitar la respuesta de los hispanos al cuestionario del censo que se llevó a cabo casa por casa entre el 2019 y el 2020.

Circunscripciones electorales

Los datos de población sirven para repartir los presupuestos y hasta para rediseñar las circunscripciones electorales del Congreso.

Traen consigo un cambio de poder, ya que se otorgan dos asientos del Senado a cada Estado, en una América rural menguante, donde los habitantes de Estados como Nebraska o Montana tendrán mucha más capacidad de decisión sobre lo que ocurre en Washington. Las zonas rurales perdieron un 0,5 % de población en la última década, mientras que las ciudades y sus cinturones residenciales aumentaron un 8 %.

Los distritos de la Cámara Baja, sin embargo, se ajustan periódicamente al número de población y se dibujan sus fronteras de acuerdo en gran parte al censo y a los intereses políticos. Hizo falta llevar al Gobierno a los tribunales para evitar que las preguntas del censo intimidaran a la población hispana indocumentada, que aun así prefirió en gran parte no dar sus datos a una Administración manifiestamente hostil a su presencia.

Con todo, el crecimiento de los hispanos ha quedado patente, especialmente en los estados del oeste norteamericano como Arizona, Nevada o Colorado.

El censo, sin embargo, no tiene en cuenta el efecto de la pandemia, que ha provocado un éxodo de la ciudad al campo y el retorno de muchos trabajadores hispanos de la hostelería a sus países de origen. Aquellos que no recibían desempleo ni ayudas estatales no pudieron sobrevivir tanto tiempo con los restaurantes y hoteles cerrados.