El caos en el aeropuerto de Kabul complica la evacuación de la delegación española
INTERNACIONAL
El Gobierno enviará dos A400 con el objetivo de rescatar a 25 trabajadores de la embajada, a 400 colaboradores afganos y a sus familiares cercanos. PP y Vox exigen la comparecencia en el Congreso de los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa para informar de la situación
16 ago 2021 . Actualizado a las 20:29 h.Ni siquiera los servicios de inteligencia estadounidense habían previsto que el ejército talibán se hiciera con el control de Kabul tan rápido. El Ministerio de Asuntos Exteriores había fiado el plan de evacuación de su delegación diplomática en Afganistán a estos informes, que resultaron ser demasiado optimistas (daban un plazo de 30 a 90 días para el colapso del país).
Además, el caos producido por el pánico a las represalias inutilizó este lunes varias pistas del aeropuerto internacional de la capital, plagado de cientos de personas que intentaban huir incluso aferrándose al tren de aterrizaje de algunos aviones. La situación se volvió tan desesperada que varios países occidentales, entre ellos España, aceleraron el operativo de rescate.
El Gobierno enviará dos aviones A400 del Ejército desde la base militar de Zaragoza con destino a Dubai. Era la primera fase del plan, el país árabe serviría como base de operaciones para dar el salto a Kabul cuando recibieran luz verde de las autoridades estadounidenses, responsables de la seguridad del aeropuerto. Desde Exteriores aseguraron que esto se produciría a lo largo de la próxima madrugada, aunque por motivos de seguridad ocultaron el resto de detalles.
En sus instalaciones aguardaban desde el domingo, preparados para el embarque, el personal diplomático y de la seguridad que los acompaña (una docena de agentes GEO de la Policía Nacional). En total 25 personas que fueron trasladadas «de urgencia» hace dos días desde la Embajada en helicóptero al aeropuerto y horas después, ante el avance talibán, se les reubicó en una «zona de seguridad».
También se fueron acercando al recinto, a duras penas debido al colapso del tráfico, varios de los ciudadanos afganos que habían servido como traductores o colaboradores del Ejército español durante su misión en Afganistán (entre el 2002 y mayo del 2021).
«Nos van a degollar»
Muchos de ellos acudieron con sus familias como es el caso de Fawat, traductor para las tropas durante 15 años y que esperaba oculto en una casa a 500 metros del aeropuerto junto a su mujer y tres hijas. «Tenemos miedo por haber estado trabajando codo con codo con el Ejército español. Me consideran un traidor, si me atrapan me degollarán. Nuestra vida está en peligro», declaraba este lunes a La Sexta.
El Gobierno se había comprometido a no dejarlos a merced de los talibanes y calculaba evacuar a un contingente de entre 500 y 600 personas, pero las trabas burocráticas, como la identificación caso por caso, complicaron que muchos de ellos pudieran reaccionar a tiempo. «El objetivo es que retornen todos ellos», prometió por la mañana el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Por su parte, el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, mantuvo por la tarde contactos telefónicos con el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, y con el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell. En ambos casos, coincidieron en su «preocupación» por la grave situación humanitaria que vive la población civil afgana, con especial hincapié en el caso de las mujeres y las niñas.
Comparecencia en el Congreso
Además de un problema internacional, ya se ha convertido en otra disputa doméstica para el Gobierno. PP y Vox han exigido este lunes las comparecencias en el Congreso de los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, José Manuel Albares y Margarita Robles, respectivamente, para dar cuenta de la situación.
La portavoz de los populares, Cuca Gamarra, ha subrayado en su cuenta de Twitter la «derrota en la lucha contra terrorismo islámico y a favor de los derechos humanos, especialmente de las libertades de mujeres y niñas». También ha pedido la repatriación «urgente» del personal español.