La falta de transportistas y trabajadores aboca al desabastecimiento de los supermercados y al racionamiento en cientos de gasolineras británicas
25 sep 2021 . Actualizado a las 21:31 h.Cientos de gasolineras del Reino Unido racionarán el suministro de combustible a un máximo de 35 libras para evitar que la avaricia de los conductores alarmados por los problemas de suministro los agraven. Es la última manifestación de una crisis generada en parte por la falta de transportistas, que se extiende a otros sectores y ha creado preocupación sobre el aumento del coste de la vida.
British Petroleum, propietaria de unas 1.200 estaciones de servicio, ha cerrado una veintena. En otras, se ha visto forzada a interrumpir el suministro de algún tipo de combustible. Las compañías y el Gobierno insisten en que hay suficientes depósitos en la cadena del sector, pero las imágenes de largas colas y de conductores caminando hacia las mangueras con bidones retroalimentan el pánico.
Harto de alarmas, tras su regreso de la Asamblea General de la ONU, el primer ministro, Boris Johnson, se ha impuesto a los ministros reacios la apertura temporal de la puerta a inmigrantes, con el fin de cubrir las vacantes de empleo en los sectores afectados. La nueva ley de inmigración, que establece un sistema de evaluación de solicitudes avaladas por empresas, había sido celebrada por el Gobierno brexiter como una gran mejora con respecto al libre movimiento en la Unión Europea.
El baile de cifras sobre la falta de camioneros -que afecta a múltiples suministros- complica la evaluación de las causas. La asociación de transportistas estima que hay 100.000 puestos vacantes. Unos 20.000 conductores comunitarios se habrían marchado en 2020. Hasta 50.000 británicos habrían dejado su empleo insatisfechos con la paga y las condiciones de trabajo.
El Gobierno planea dar 5.000 visados. La insuficiencia de mano de obra no es un problema exclusivo del Reino Unido, pero el nuevo sistema, según el economista Jonathan Portes, sustituye ajustes en el mercado laboral basados en oferta y demanda por decisiones más centralizadas. Contribuye, según sus críticos, a que haya un retraso desde que surge la oferta de trabajo hasta al autorización gubernamental.
Navidad sin pavos
En los últimos meses, las empresas agrícolas han anunciado que van a reducir sus cultivos de frutas y hortalizas tras abandonar este año cosechas por falta de recolectores. Restaurantes y hoteles no han reabierto u operan con capacidad limitada también por falta de personal y las industrias cárnicas han advertido que habrá menos productos de pollo y que sucederá lo mismo con los pavos esta Navidad. Otros 5.000 visados serían destinados a cubrir vacantes en este sector.
El esquema de financiación parcial de salarios durante la fase álgida de la pandemia -equivalente a los ERTE- se cerrará esta semana. Tanto el Gobierno como el Banco de Inglaterra quieren ver el efecto que tiene ese cambio en el empleo para entender mejor las cuestiones estructurales del mercado laboral posterior a la epidemia. A la alarma de suministros se suma el espectacular aumento del precio de la energía.