El centroizquierda gana en las grandes ciudades en las municipales de Italia
INTERNACIONAL
El M5E pierde fuelle con la caída de su alcaldesa en Roma y fracasa la derecha coaligada con los ultras Salvini y Meloni
05 oct 2021 . Actualizado a las 10:03 h.Después de Noruega y Alemania, una tercera victoria de la izquierda emerge de las elecciones municipales en Italia. Es un triunfo inesperado: no solo porque muchos consideran bastante apagado el liderazgo del secretario del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, sino porque el Movimiento 5 Estrellas (M5E), segundo pilar del insólito centroizquierda italiano, recoge cada vez menos votos.
Pero en política uno más uno no siempre son dos. A veces, uno más uno son tres como ha ocurrido en Italia, donde el frágil eje entre el PD y el M5E parece haber aguantado (al menos en los municipios en los que los dos partidos habían fraguado algún acuerdo), también gracias a la fuerza de políticos locales como Matteo Lepore en Bolonia o Giuseppe Sala en Milán.
La izquierda suele tener mejores resultados que la derecha en las municipales de Italia, porque las personas optan por valorar el trabajo de sus administradores, y está menos influenciada por los medios nacionales. Varios municipios deberán pasar por una segunda vuelta (incluida Roma) pero según el primer escrutinios es probable que ganen los candidatos de centroizquierda.
La coalición derechista, formada por la berlusconiana Forza Italia y las ultraderechistas Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, ha fracasado estrepitosamente. Por el momento, el mejor resultado para la derecha se ha dado en el sur, en Calabria. Aquí obtuvo una clara victoria Roberto Occhiuto, de Forza Italia, que presidirá una de las regiones más pobres del país.
Un dato importante es el aumento del abstencionismo: una posible demostración de que los escándalos que han golpeado la derecha han alejado aún más a los electores de las urnas. En Turín, por ejemplo, se ha registrado la afluencia más baja de la historia (48 % contra el 93 % de 1970).
El M5E pierde Roma
La caída de Virginia Raggi. Muchos en el M5E esperaban que Virginia Raggi, discípula de Beppe Grillo y alcaldesa de Roma desde el 2016, conservara su puesto. Pero, según los primeros resultados, pasarán a la segunda vuelta el candidato del centroderecha Enrico Michetti (en cabeza) y el del centroizquierda Roberto Gualtieri, un historiador de formación marxista que fue ministro de Economía en el segundo Gobierno de Giuseppe Conte. La aparente «caída de Roma» es un desastre para Beppe Grillo, cuyo control del M5E ya se había debilitado con el duro tira y afloja del verano con el ex primer ministro Conte, que sigue siendo apreciado por muchos italianos.
Un resultado importante es el de Carlo Calenda, exministro de Desarrollo Económico, un liberal de estilo populista que durante la campaña electoral consiguió atraer la atención de los medios de comunicación hacia su pequeño partido; según las últimas proyecciones estaría en tercera posición, seguido a poca distancia por Virginia Raggi. Tanto Calenda como Gualtieri y Michetti han criticado duramente a Raggi, acusándola de incompetencia e ineficacia. En la segunda vuelta, de todas formas, el apoyo de Calenda y de Raggi será decisivo para determinar quién será el próximo alcalde de Roma.
De Norte a Sur
De Milán a Nápoles. En Milán, el alcalde Beppe Sala ha ganado por goleada y podrá gobernar la capital económica de Italia durante cinco años más, conservando su ambición de convertirse en líder del centroizquierda nacional al final de su segundo mandato. Entre las razones de su victoria están el apoyo de los jóvenes y la gran atención prestada al medio ambiente en una ciudad que sigue padeciendo mucha contaminación.
La clara victoria del concejal de Cultura y Deporte Matteo Lepore confirma la reputación de Bolonia como bastión de la izquierda. En Nápoles, Gaetano Manfredi, un académico muy apreciado por la burguesía local y apoyado por el PD, el M5E y varios partidos menores, también obtuvo una clara victoria.
Todo apunta a que una alianza más sólida entre el PD y el M5E podría convertir el sur en una reserva de votos para el centroizquierda.