Los británicos estrenan el 2022 sin despertarse de la pesadilla del «brexit»
INTERNACIONAL
Llegan nuevos controles aduaneros y continúa la negociación con la UE
02 ene 2022 . Actualizado a las 09:50 h.La historia interminable. El brexit parece querer arrebatarle este título al libro del alemán Michael Ende, que inspiró el clásico cinematográfico de 1984. ¿La razón? Como si haber sometido a máxima presión las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea a lo largo del 2021 no fuera suficiente, el asunto promete generar aún más problemas en el 2022.
Nada más repicar la última de las campanadas comenzó la posibilidad de nuevos dolores de cabeza. Ayer, 1 de enero, entraron en vigor una nueva tanda de los controles aduaneros establecidos en el Acuerdo de Comercio y Cooperación suscrito por Londres y Bruselas en la Nochebuena del 2019. A partir de entonces las empresas británicas deben declarar en las fronteras todas las mercancías que importen de la UE y además deben realizar un papeleo adicional para alimentos, bebidas y productos de origen animal, para evitar aranceles y obtener una tasa reducida.
En el 2021 el Gobierno de Boris Johnson aplazó, en tres ocasiones, la puesta en marcha de estos nuevos trámites, para así darles más tiempo a los empresarios para prepararse. Sin embargo, esta misma semana desde la Federación británica de las Pequeñas Empresas (FSA) advirtieron que apenas el 25 % de los pequeños comerciantes y exportadores estaban listos para afrontar los cambios, una situación que abre las puertas a «graves disrupciones en el comercio», advirtieron desde la patronal. Habrá que ver si los empresarios y transportistas comunitarios están mejor preparados que sus pares británicos, pues a ellos también les afectan estos controles.
La Administración también podría tener algunas dificultades. La agencia tributaria del Reino Unido (HMRC) alertó de que a partir de ahora tendrá que procesar 250 millones de declaraciones aduaneras, frente a las 48 millones que venía tramitando año a año.
Tareas pendientes
Pero los problemas que generen los nuevos controles no serán el único motivo por el que el brexit dará que hablar este año. Terminadas las fiestas, Londres y Bruselas deberán continuar sus negociaciones para resolver la disputa por la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte.
La intempestiva renuncia de David Frost, el jefe negociador británico, y su reemplazo por la ministra de Exteriores, Liz Truss, parecen haber colocado a las partes nuevamente en posición de confrontación. El martes, el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic advirtió que las constantes amenazas de Londres de no aplicar unilateralmente el acuerdo del Úlster podrían hacer «colapsar» las conversaciones y desatar una guerra comercial.
El funcionario respondió así a Truss, quien la semana pasada, en su primera declaración sobre el asunto, dijo: «La posición del Reino Unido no ha cambiado. Necesitamos que los bienes fluyan libremente entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, poner fin al papel del Tribunal de Justicia de la UE como árbitro de las disputas entre nosotros y resolver otras cuestiones. Debemos acelerar el ritmo de las conversaciones en el año nuevo (…) Si esto no sucede, seguimos preparados para activar el artículo 16 (del Protocolo)».
De la suerte del asunto norirlandés depende que se avance en otras cuestiones como la participación en el programa Horizon, el cual está valorado en 80.000 millones de euros; así como un eventual acuerdo migratorio y de asilo; e incluso en cuestiones más cotidianas como el reconocimiento por parte de la UE de las insignias británicas de coches para discapacitados.
Frontera con el Peñón
El Protocolo para el Úlster no es el único cabo suelto que deja el 2021: otro asunto pendiente es Gibraltar. Londres y Bruselas no han resuelto el contencioso sobre la frontera con el Peñón, que gracias a un acuerdo logrado in extremis en la Nochevieja del 2019 sigue en el espacio Schengen. Sin embargo, dicho pacto también prevé la demolición de la verja que divide a la colonia británica de España y el desarrollo de un mecanismo para asegurar el libre tránsito de personas y mercancías. En la visita que este mes realizó a Madrid, Truss se trazó el objetivo de finiquitar el asunto del Peñón para marzo.
Solo la disputa pesquera parece que no dará mucho que hablar en el futuro inmediato. El pasado 10 de diciembre, el Reino Unido y la Unión Europea pactaron la cuota de capturas para el año 2022. Asimismo, Londres dio en esas mismas fechas 23 licencias más a pescadores franceses, en lo que parece un intento por liquidar este frente de batalla entre los antiguos socios.
Johnson promete profundizar este año en «las oportunidades» del divorcio
El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió este viernes avanzar en el 2022 «más y más rápido» para «maximizar las oportunidades» del brexit, en la víspera de cumplirse un año de la entrada en vigor del Acuerdo de Comercio y Cooperación entre el Reino Unido y la UE. En un comunicado emitido para conmemorar el aniversario, Johnson asegura que la firma el 30 de diciembre del 2020 del «mayor acuerdo de libre comercio del mundo sin cuotas ni aranceles» es «solo el principio» de lo que el Gobierno británico planea hacer para aprovechar «el potencial» que ofrece la salida británica del bloque europeo. «Hemos sustituido el libre movimiento por un sistema de inmigración con puntos. El año pasado introdujimos el programa de vacunación más rápido de Europa al evitar los lentos procesos comunitarios», enumera el líder conservador. Johnson destaca que «la tarea no ha terminado» y dice que «hay que mantener el impulso», de modo que este año su Gobierno «irá más lejos y más rápido» para cumplir la promesa del brexit y «aprovechar el enorme potencial» que ofrecen las «nuevas libertades adquiridas».