Los antivacunas bloquean Ottawa en un pulso para derribar a Trudeau

Julio César Rivas TORONTO / EFE

INTERNACIONAL

Los camioneros mantienen bloqueado el centro de Ottawa, en una acción en la que se mezclan protestas contra la vacunación obligatoria y críticas desde la extrema derecha al Gobierno de Trudeau
Los camioneros mantienen bloqueado el centro de Ottawa, en una acción en la que se mezclan protestas contra la vacunación obligatoria y críticas desde la extrema derecha al Gobierno de Trudeau Kadri Mohamed

Los manifestantes cortan también el principal paso fronterizo entre Canadá y EE.UU.

09 feb 2022 . Actualizado a las 19:56 h.

Tras doce días de protestas del movimiento antivacunas, que bloquea con camiones pesados el centro de Ottawa y el principal paso fronterizo con Estados Unidos, los manifestantes aseguran que no abandonarán su movilización en la capital de Canadá hasta que caiga el Gobierno del primer ministro, Justin Trudeau.

Recorrer las calles del centro de la ciudad, junto a la explanada a orillas del río Ottawa en la que se asienta el edificio del Parlamento, el famoso hotel Fairmont Chateau Laurier o la antigua estación de ferrocarril de la capital canadiense, ahora reconvertida temporalmente en sede del Senado, es como pasear por el escenario de una película apocalíptica.

Algunas de las avenidas más grandes y habitualmente concurridas de la capital canadiense están desiertas, sin tráfico de vehículos ni de transeúntes. Según se acerca uno al centro neurálgico de la urbe, empiezan a aparecer los bloqueos, los coches de Policía y los grandes camiones bloqueando la calzada.

Grupos de personas se arremolinan en torno a algunas de las cabinas de los camiones que tienen sus motores encendidos para mantener la calefacción en funcionamiento. Es pleno invierno en Canadá y las temperaturas han caído a 24 grados bajo cero durante las últimas noches.

Los tráileres están adornados con todo tipo de mensajes. Y banderas, muchas banderas, de Canadá, de Quebec, y alguna que otra de Estados Unidos.

Algunos de los carteles pegados a las carrocerías de los vehículos pesados son cartas infantiles en las que se agradece a los camioneros canadienses que estén ocupando el centro de Ottawa para preservar las «libertades» de las que, a su juicio, el Gobierno canadiense se ha apropiado.

La ira, contra el primer ministro

Pero muchos de los carteles que se ven sobre los camiones reflejan un mensaje mucho más simple: «Fuck Trudeau» («Jódete, Trudeau»).

El primer ministro concentra gran parte de la ira de los manifestantes, a pesar de que son los Gobiernos provinciales los que tienen la responsabilidad de imponer las restricciones que tanto irritan al movimiento antivacunas y a los grupos radicales de extrema derecha que dominan las protestas.

Derreck, que prefiere no dar su apellido, lleva plantado desde el primer día, el 29 de enero, cuando el autodenominado «Convoy de la Libertad» atrajo a unos 3.000 camiones y entre 10.000 y 15.000 personas, participando en las protestas con una bandera que recuerda a los soldados canadienses que han muerto en combate.

«Los Gobiernos de todo el mundo nos han fallado y finalmente los estamos denunciando y recuperando nuestras libertades. Sea cual sea el coste, vamos a luchar por aquello por lo que nuestros soldados dieron sus vidas. Vamos a recuperarlo de las manos de este Gobierno corrupto. Y de todos los Gobiernos del mundo», explica frente al Parlamento canadiense.

A por el Gobierno

Derreck rápidamente saca a relucir el apellido del primer ministro, que en una sesión parlamentaria del lunes por la noche exigió a los manifestantes levantar sus protestas y los acusó de «bloquear» la democracia y la economía. «Trudeau no tiene ni idea de lo que está hablando. El líder de mi país me ha calificado, y a todos los que están aquí o creen en nosotros, de racistas, misóginos, sexistas, islamófobos, tránsfobos», explica el manifestante, quien añade: «Nos vamos a enfrentar a él y a destruir su Gobierno».

Aunque la protesta se inició el 29 de enero para denunciar la obligación de vacunarse que tienen los camioneros que cruzan la frontera a Estados Unidos, rápidamente se puso como objetivo «derribar» el Gobierno de Trudeau.

El manifiesto que circula por Internet de uno de los grupos que ha organizado la protesta señala que el objetivo es la sustitución del Gobierno por otro no elegido en las urnas, sino designado a dedo por el Senado, la gobernadora general del país, Mary Simon, que ejerce de jefa de Estado, y una junta de los manifestantes.

Y aunque la propuesta es tan insensata como algunas de las conspiraciones que citan para rechazar las vacunas, las protestas de Ottawa están empezando a ser observadas con interés por grupos radicales en otros países.

Apoyos desde EE.UU.

En Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, el empresario Elon Musk y políticos republicanos han aplaudido y han defendido a los organizadores de la protesta.

«Todo el mundo nos está mirando. En todos los países. Y te garantizo que China nos está mirando. Les vamos a enseñar lo que es la democracia, porque esto es democracia en acción», proclama Derreck.

Mientras, en las última horas, los camioneros antivacunas abrieron un nuevo frente en la localidad fronteriza de Windsor. Allí, grupos de camioneros han bloqueado el puente Ambassador, uno de los puntos fronterizos más transitados del continente americano y uno de los enlaces económicos más importantes entre Canadá y Estados Unidos, en un intento de internacionalizar las protestas.