Venezuela, Nicaragua y Cuba cierran filas en apoyo a Putin

Héctor Estepa
H. Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

MIKHAIL KLIMENTYEV / KREMLIN / S

Los principales aliados con el régimen ruso entienden que «no se puede quedar de brazos cruzados» ante la OTAN

25 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La influencia rusa en América Latina se desplomó tras el final de la Unión Soviética. No comenzó a remontar hasta la llegada al poder de Vladimir Putin, que ha intentado restaurar el poder geoestratégico que Moscú mantenía en la región, a través de cooperación militar con los países afines y también intensificando las relaciones comerciales.

Los principales aliados de Rusia en la región son Cuba, Venezuela y Nicaragua. Los tres países caribeños han respaldado a Moscú en la crisis ucraniana, aunque cada uno con distinto tono.

Caracas ha mostrado el apoyo más decidido. «Venezuela anuncia todo su respaldo al presidente Vladimir Putin en su defensa de la paz de Rusia. ¿Qué pretende el mundo, que se quede de brazos cruzados?», expresó de forma vehemente este martes el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Entre el 2009 y el 2013, el país sudamericano fue el quinto mayor destino de armas rusas. Los envíos se redujeron después, debido a la crisis económica, pero la asistencia técnica y también el apoyo decidido de Moscú a Maduro han continuado.

Una zona de especial tensión es la frontera entre Venezuela y Colombia. La oposición venezolana y también el ministerio de Defensa colombiano aseguran que hay militares rusos operando en la zona, aunque parte de los analistas creen que son discursos destinados al consumo interno. Rusia ha estado cabildeando en las últimas semanas en América Latina. El viceprimer ministro, Yuri Borisov, estuvo la pasada semana en Managua, Caracas y La Habana. Ayer aterrizó en Nicaragua el presidente de la Duma, después de haber pasado antes por Cuba.

El líder nicaragüense, Daniel Ortega, se alineó con Putin esta semana, aunque sin reconocer de forma explícita la independencia de Donetsk y Lugansk, tras acusar a EE. UU. de incumplir acuerdos y afirmar que Occidente «ha estado cercando y amenazando a Rusia». Alineada con Rusia, pero algo más distante, se ha mostrado Cuba. La isla aboga por «una solución diplomática a través del diálogo» y llama a «preservar la paz», a la vez que critica «el empeño de EE. UU. por imponer la progresiva expansión de la OTAN».

El último cabildeo ruso incluyó a Brasil y Argentina. Dos países, como la gran mayoría de vecinos latinoamericanos, que intentan desde hace años diversificar sus relaciones internacionales y económicas para reducir su dependencia de Washington. Por eso se han acercado a Rusia, aunque el país que está aprovechando la coyuntura para instalarse con fuerza en la región es China, al contrario que Rusia, cuya influencia en el comercio latinoamericano continúa siendo mínima.