Alemania rompe su política pacifista con una fuerte inversión en su Ejército
INTERNACIONAL
El canciller Olaf Scholz anunció que destinará 100.000 millones para poner a punto a sus tropas, así como el incremento del gasto en Defensa hasta el 2 % del PIB
28 feb 2022 . Actualizado a las 12:32 h.Alemania despertó ayer de su laxitud ante Rusia y se lanzó en apoyo a Ucrania, desde el Parlamento y en la calle. Unas 100.000 personas —según cifras policiales, medio millón, para los convocantes— desfilaron por Berlín mientras en el Reichstag el canciller, Olaf Scholz, anunciaba inversiones multimillonarias en Defensa y suministros de armas a Kiev.
El clamor de la calle aunó desde simples pancartas contra la guerra a otras con «Gloria para Ucrania» o llamando a llevar a Vladimir Putin ante el Tribunal Internacional de La Haya. Gente de toda edad, a pie, en bicicleta y familias con niños se juntaron entre la sede parlamentaria y la Columna de la Victoria. Otra marcha, mucho más beligerante y convocada por la comunidad ucraniana en Alexanderplatz, juntó a unas 10.000 personas.
Desde el hemiciclo, Scholz abandonó la timidez endémica en la Alemania moderna en materia de Defensa y también la tolerancia cómplice hacia Moscú. Ante un Bundestag con los escaños llenos como no se veía apenas en tiempos de pandemia, el líder anunció una inversión multimillonaria para poner a punto su Ejército —100.000 millones—, así como el incremento del gasto en Defensa hasta el 2 % del PIB. Una reclamación que venía haciendo Washington desde tiempos de Barack Obama y acentuada con Donald Trump. La escasa capacidad de las Fuerzas Armadas germanas había sido denunciada estos días tanto por la exministra de Defensa de Angela Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer, como desde el propio estamento militar.
La batería de medidas de Scholz incluye además apoyos a las familias ante el aumento de la factura del gas que se derivará de la ruptura con Rusia, así como un fuerte impulso en el desarrollo de las renovables. El canciller agradeció el trabajo de sus socios verdes, especialmente la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y el de Economía, Robert Habeck, defensores ambos de la línea más crítica hacia Moscú. También alabó al titular de Finanzas, el liberal Christian Lindner, por su disposición a abrir el gasto público, en contra de su línea de la contención presupuestaria.
Aplauso cerrado
La sesión extraordinaria del Bundestag se abrió con un aplauso cerrado del plenario puesto en pie al embajador de Ucrania, Andrij Melnyk. El diplomático ha sido estos días omnipresente en los medios alemanes, donde no ha escatimado reproches a la ambigüedad alemana.
Hubo un consenso cerrado a favor de Ucrania, lo que incluyó a La Izquierda, que había condenado ya la invasión aunque mantiene su desacuerdo con el rearme, e incluso a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que como otros partidos europeos de su espectro mimó durante años la cercanía con Putin.
La sesión parlamentaria seguía al anuncio del sábado de los primeros suministros de armas a Ucrania —500 misiles y 1.000 lanzagranadas—, así como de la disposición de Berlín a un bloqueo «selectivo» del sistema bancario Swift a Rusia. También ahí hubo un giro de 180 grados en el rechazo alemán a ambas medidas. Los dos anuncios partieron una vez más de los verdes Habeck y Baerbock. Desde el Partido Socialdemócrata de Scholz se instó al excanciller Gerhard Schröder a romper con Putin. De la alianza de intereses entre Schröder y el líder del Kremlin surgió en el 2005 el acuerdo para la construcción del gasoducto Nord Stream. Schröder se convirtió tras dejar el poder en presidente del consejo de administración y está designado para incorporarse en junio al gigante ruso Gazprom.