Alina, ucraniana en A Coruña: «Todos hablan de Kiev o Járkov, pero nadie de Volnovaja, que ya no existe. Está destruido»

Caterina Devesa REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Alina, en primer plano, en la concentración del domingo contra la invasión rusa en A Coruña
Alina, en primer plano, en la concentración del domingo contra la invasión rusa en A Coruña ANGEL MANSO

La mujer afincada en la ciudad herculina relata como su hermano y su sobrina siguen escondidos en un búnker en la zona de Mariúpol, en la región del Dombás: «Están rodeados»

02 mar 2022 . Actualizado a las 11:41 h.

Para Alina Shatalova, al igual que para el resto de ucranianos, están siendo días de muchas emociones. El domingo acudió con su madre, Iryna, y su hijo, Erik, a la concentración en la plaza de María Pita contra la guerra en Ucrania. Allí vive su hermano con su familia, ahora refugiados, como tantas otras personas, en un búnker. «Mi hermano sigue escondido. Cada día hay más víctimas. Hoy es el sexto día de la guerra y todos hablan de Kiev o Járkov, las ciudades, pero nadie habla de Volnovaja, que es un pueblo entre Donesk y Mariúpol, que ya no existe. Está destruido».

Porque en la tierra de Alina la situación es muy complicada. En la zona, hasta ahora bajo el control ucraniano, la resistencia trata de defenderse del avance de las tropas rusas. La mujer sufre en la distancia la pesadilla que su pueblo está viviendo. «La rubita es mi sobrina», comenta mientras muestra una foto de dos niñas en un búnker.

A pesar de la pesadilla, Alina señala que su hermano «es un privilegiado». Lo dice consciente de que otra gente está mucho peor, sin tener donde esconderse y sin comida. «Hasta hace cinco días tenía varios negocios, entre ellos un cine, y varios edificios, además de dos tiendas de alimentación. Por eso, él y toda la gente con la que está, tienen para comer, de momento». Su familia está en la zona de Mariúpol, la ciudad más importante del Dombás desde que Donesk quedase en manos de los separatistas rusos. 

La sobrina de Alina (la rubia) con otra niña en un búnker
La sobrina de Alina (la rubia) con otra niña en un búnker

La ucraniana explica que el lunes las autoridades abrieron el denominado «paso verde», para que la gente saliese desde Volnovakha, también en el Donesk, y pudiesen huir del país. «Muchos murieron por el camino. Sí, está saliendo mucha gente de Ucrania, pero no de la zona del Dombás. Mariúpol de momento bajó la bandera ucraniana, pero no sé sabe cuánto más van a poder aguantar. Están rodeados por los rusos». Para Alina, su país está demostrando mucho valor, «una fuerza que no se puede describir. Están luchando por nuestra tierra. No queremos guerra», dice.

Destrozos en Volnovaja, en el Donesk
Destrozos en Volnovaja, en el Donesk

Para finalizar la conversación, se refiere a Vladimir Putin: «Es un enfermo mental al que hay que parar. Está insultando no solo a Ucrania, sino a su propio pueblo y a todo el mundo. ¿Qué derecho tiene de amenazar a Finlandia o Suecia? Tenemos que luchar ahora contra él, sino, dentro de diez años va a seguir aquí y el pueblo español, y no solo ellos, sufrirán lo mismo que ahora sufren los ucranianos». Porque Alina hace hincapié en las víctimas: «Creo que todos vieron ya a la niña que falleció este lunes en brazos de los médicos (en referencia al vídeo viral en el que una pequeña de seis años fallece tras ser gravemente herida en un bombardeo ruso en Mariúpol). No es la única».