El 84 % de las importaciones españolas desde Rusia se salvan de las sanciones

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ASAJA

Moscú restringirá la venta de cereales, azúcar, madera, aeronaves, drones, y equipamiento tecnológico, agrícola y eléctrico

11 mar 2022 . Actualizado a las 20:10 h.

No habrá cereales, ni azúcar ni madera con etiqueta rusa para España hasta nuevo aviso. Rusia prohibirá hasta finales de año la exportación de estas materias primas a todos los países «hostiles» que le han castigado por la guerra en Ucrania

Moscú responde así a la cascada de sanciones que le han llovido de Occidente por invadir el país vecino. Un castigo que le ha drenado importantes fuentes de financiación, congelando activos en el extranjero y hundiendo su divisa, el rublo.La economía se tambalea y el FMI ya no descarta que se declare en quiebra, al no poder hacer frente a sus obligaciones financieras. 

El Gobierno de Vladimir Putin ha decidido contraatacar cerrando las puertas a la salida de ciertas mercancías. El trigo, del que es el principal productor mundial, se quedará en casa, para consumo interno. España apenas había importado el año pasado 36 millones de euros en cereales procedentes de Rusia. Unos 18,2 millones en trigo, 10,64 millones en centeno y 7,5 millones de maíz. El problema para los productores de piensos, harinas y pan no está en esta partida sino en las dificultades de importar desde Ucrania, en guerra. La necesidad de buscar nuevos, y más lejanos, proveedores ya ha impulsado el precio de las materias primas en los mercados. 

Las importaciones de azúcar desde Rusia apenas alcanzaron el año los 14 millones de euros. Es más importante el veto a la exportación de madera y productos forestales rusos. España compró a Rusia mercancías por 28 millones de euros el año pasado. Al menos 16 millones en madera contrachapada y 7 millones en madera aserrada. Aunque no es un volumen muy grande, puede hacer daño a un sector que arrastra problemas para poder conseguir materia prima a precios asequibles. El precio de la madera aumentó el año pasado un 122 %, según BDO. La crisis abierta con Rusia podría elevar todavía más la tensión en un mercado donde China absorbe buena parte de la demanda y donde es muy difícil conseguir suministros alternativos. De hecho, algunos aserraderos en Galicia tuvieron que parar reducir su producción por falta de mano de obra y materia prima. 

Moscú también ha dado la orden a las empresas rusas de no vender aeronaves, drones o equipamiento tecnológico, agrícola y eléctrico, según Reuters. Se trata de un movimiento que la Unión Europea (UE) daba por descontado. Los Veintisiete prohibieron exportar cualquier material que pudiera utilizarse con fines militares, incluidas estas mercancías, así que Rusia necesita autoabastecerse mientras duren las sanciones. 

La energía no se toca

¿Qué hay del gas o el petróleo? Rusia y la Unión Europea (UE) no quieren tocar ese botón nuclear. El Gobierno de Putin necesita seguir vendiendo hidrocarburos al resto de Europa para sostener sus cuentas y los países europeos no pueden prescindir de la noche a la mañana del 40 % de su gas. Por eso la UE se ha opuesto, como ha hecho Estados Unidos, a imponer un embargo a las compras de energía. Tampoco Rusia tiene interés en restringir sus exportaciones. Tanto es así que aclaró esta semana que seguirán cumpliendo con los contratos en vigor. 

Esto significa que el 84 % de las importaciones que hace España del país del este (ascienden a 6.000 millones de euros) quedarán a salvo de las sanciones del Kremlin. Ayer mismo atracó en el puerto de Bilbao un metanero cargado de gas ruso. 

Todavía está por ver la respuesta de Moscú al cuarto paquete de sanciones que ha anunciado esta misma tarde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que incluyen la prohibición de comprar a Rusia hierro o acero. La vista está puesta sobre otras mercancías que compran las empresas españolas como el caucho y neumáticos (64,6 millones), abonos (89 millones), productos químicos (94 millones), pescado y marisco (52,4 millones), legumbres y hortalizas (23,3 millones) y aceites (3,4 millones).