Golpea a los tuyos para que otros se asusten

Oleksandr Pronkevych
Oleksandr Pronkevych CATEDRÁTICO DE LITERATURA ESPAÑOLA EN LA UNIVERSIDAD DE MYKOLAIV

INTERNACIONAL

Una niña sujeta la cabeza con sus manos en Medika, un campo de refugiados de Polonia
Una niña sujeta la cabeza con sus manos en Medika, un campo de refugiados de Polonia Hector Adolfo Quintanar Perez

El catedrático cuenta que por fin ha conseguido comprender el significado de este popular refrán ruso

17 mar 2022 . Actualizado a las 15:42 h.

En la lengua rusa existe un refrán que dice: «Golpea a los tuyos para que otros se asusten». Conozco esta frase desde la niñez, pero nunca comprendí su significado. La guerra revela el sentido de las cosas, y ahora me parece que puedo explicarme a mí mismo qué quiere decir. 

¿Quiénes son los «tuyos golpeados»? Somos los rusos y rusófilos que vivimos en Kiev, Járkov, Mariúpol, Mykolaiv y en muchísimas otras ciudades machacadas por los misiles y las bombas. En nuestro caso el refrán se ha modificado: «Bombardea a los tuyos lo más cruelmente posible». Para que mis lectores se imaginen la magnitud de la tragedia, debo comunicarles que en Ucrania contamos con unos 14 millones de habitantes cuya lengua nativa es el ruso. . Somos étnicamente rusos, como yo, o personas nacidas en otras repúblicas soviéticas, o los individuos que aprendieron ruso en las familias, como mis hijos. Nunca hemos tenido problemas con el uso del ruso. Esta gente, en su mayoría, vive en las ciudades del este y del sur. 

El Ejército de Putin cada día nos da de comer ensalada imperial (ensaladilla rusa) porque piensa que esta dieta puede curarnos del fascismo ucraniano. Los ingredientes de este plato primitivo son bien conocidos ahora para todo el mundo. El fundamento de la ensalada son los asedios de las ciudades rodeadas por los tanques: los civiles se convierten en rehenes, que durante largas semanas se esconden en sótanos sin agua, sin calefacción, sin comida, sin conexión telefónica. Al fundamento se añaden bombardeos masivos. El ejemplo más doloroso es Mariúpol, la ciudad mártir, donde hasta hoy han muerto 20 000 civiles de hambre, heridas o frío. Las imágenes de Járkov en el 2022 recuerdan a las calles de Berlín en 1945. El mismo destino le espera a mi querida ciudad de San Nicolás. Las cercanías de Kiev son una enorme herida abierta. El tercer ingrediente es el terror del Ejército contra la población en las zonas ocupadas: los soldados rusos roban todo que se encuentra ante sus ojos, raptan a mujeres, matan a familias de refugiados con niños y sin niños, practican represalias contra los ucranianos que no quieren aceptar sus proyectos absurdos de las «repúblicas populares». Como salsa se usa sangre, mucha sangre. ¿Cómo se explica esta violencia brutal contra «los tuyos», contra nosotros, los ucranianos que hablamos ruso? Es la rabia mezquina provocada por la desesperación de los «libertadores», exterminadores: en vez de saludarles, los ciudadanos de Ucrania, independiente de su lengua materna o procedencia étnica, resisten a los invasores, que enloquecidos por su impotencia, dejan tierra quemada detrás de sí.   

¿Y quiénes son los otros, los asustados? No son ucranianos. Busquen la respuesta en sus corazones, mis queridos lectores. 

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