Así intentaron silenciarme con porno ruso
INTERNACIONAL
El catedrático de Literatura Española acaba de poner en marcha en Leópolis un Centro de resistencia informativa con el objetivo de difundir información verdadera sobre la guerra de Ucrania en los países de habla hispana
18 mar 2022 . Actualizado a las 20:30 h.Formo parte de un comité, de un grupo de expertos que en época de paz se ocupa de la revisión y aprobación de documentos relacionados con la investigación científica. Ayer llegó al correo del comité el mensaje de uno de nuestros colegas que está en Járkov. Es matemático y artillero. Su tarea es localizar coordenadas de equipos rusos para que la artillería ucraniana los destruya. Cito su carta: «Hoy ha sido eliminada la estación de seguimiento que creaba obstáculos para nuestros drones. He dedicado dos días a calcular sus coordenadas y, por fin, los artilleros ucranianos han acabado con ella.
También hemos localizado un lanzallamas, Buratino. Es un arma horrible. En espacios urbanos es capaz de producir un incendio de hasta cuatro hectáreas. Estoy seguro de que no le queda mucho tiempo de vida». ¡Qué cinismo y nihilismo total debían de tener los creadores de esta herramienta de exterminio nombrándola Buratino! Es un personaje popular de la literatura infantil rusa, inventado por Alexéi Tolstói: un chico, hecho de madera, desobediente, mentiroso e ingenuo, análogo del Pinocchio italiano. Supongo que los creadores del lanzallamas pensarán que el cohete cargado con explosivos combustibles se parece a la nariz larga de Buratino, a la nariz mortal que sabe penetrar en los sitios más protegidos y quemar todo lo vivo. Tomando en consideración a este personaje del imaginario infantil, que se usa en el Ejército putinista, no me sorprende que ayer los pilotos rusos, a los cuales sus madres les habrán leído el libro sobre Buratino (el chico) y que conocieron al otro Buratino (el cohete) cuando se hicieron adultos, matasen sin piedad a muchos civiles con una bomba que tiraron al teatro en Mariúpol.
Para contar este y muchos otros crímenes de invasores rusos, mi amigo y yo decidimos iniciar el Centro de la resistencia informativa. La idea es invitar a todos los interesados a colaborar en el marco de la difusión de la información verdadera sobre la guerra en Ucrania en los países de habla hispana. Nuestros objetivos son: labor informativa (entrevistas, programas de televisión y radio, publicación en los recursos web) en los países del mundo hispano; búsqueda de traductores y fixers a los periodistas procedentes de España y América Latina; organización de debates, congresos y eventos de todo tipo en formato tanto presencial como virtual. Ya hemos conseguido el apoyo de la Administración militar de la región de Leópolis, que nos proporciona una oficina. Ayer intentamos presentar el proyecto. Habíamos mandado la carta informativa con enlace a mi conferencia personal de Zoom a todos los periodistas de España que nos han entrevistado y a mis colegas de la Asociación de exbecarios de Fulbright, y nos sabotearon de una forma brutal: la reunión fue interrumpida por escenas pornográficas. Sin embargo, la presentación se hizo igual. Un colega español nos proporcionó otro enlace a su conferencia en Zoom y tomamos la decisión de reunirnos de un modo regular, bien protegidos contra los ataques de hackers rusos.
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