Primer signo de distensión entre Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra

R.P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Una mujer con un niño evacua de un edificio residencial dañado por los bombardeos,
Una mujer con un niño evacua de un edificio residencial dañado por los bombardeos, STATE EMERGENCY SERVICE | Reuters

Moscú propone a Kiev un estatuto de neutralidad a cambio de garantías de seguridad

16 mar 2022 . Actualizado a las 22:01 h.

En el comienzo de la tercera semana de bombardeos, se entrevé un signo de esperanza para el fin de la guerra. El diario Financial Times divulgó este miércoles que las negociaciones entre Rusia y Ucrania han logrado «avances significativos» en un plan de 15 puntos que garantizaría un alto el fuego y la retirada de las tropas del Kremlin siempre que Kiev se comprometa a ser un país neutral. 

Aunque el día había comenzando con el anuncio del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, sobre que veía «cerca» el acuerdo con Ucrania sobre las garantías de seguridad, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rebajó el optimismo al señalar que era demasiado pronto para cerrar un pacto. Igual mensaje lanzó el presidente VolodimirVolodímirZelenski, al decir que las posiciones son ahora más realistas, pero aún se necesita tiempo para que el pacto «sea de interés para Ucrania».

Según el periódico británico, que cita a tres fuentes implicadas en la ronda de contactos, los negociadores de Moscú y Kiev abordaron el lunes un borrador de acuerdo, que implicaría que Ucrania renuncia a incorporarse a la OTAN y a acoger bases militares extranjeras a cambio de recibir la protección de países como Estados Unidos, Turquía o el Reino Unido.

Los principales escollos son tanto las garantías de protección por parte de estos países occidentales como el futuro estatus de los territorios ucranianos ocupados por Rusia desde el 2014: la península de Crimea y los territorios del Dombás (Donetsk y Lugansk), cuya independencia fue reconocida por Moscú antes del comienzo de la invasión.

Kiev reivindica que el modelo de neutralidad aceptable para el país debe ser «propio» y no inspirarse en otros como los de Suecia o Austria —como a priori pretende Moscú—, aunque Zelenski ya abrió el martes la puerta a abandonar su reclamación de integrarse en la Alianza Atlántica. 

El plan prevé que Ucrania mantenga sus Fuerzas Armadas. Igualmente se garantizarían derechos de protección para la lengua rusa, cuyo uso está muy extendido aunque el ucraniano es el único idioma oficial. 

Solo las demandas rusas

Mijailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, aclaró que el borrador publicado por Financial Times solo incluye las demandas de la parte rusa. Añadió que lo único que ha pedido Ucrania es un alto el fuego, la retirada de las tropas rusas y garantías de seguridad de varios países. Para Kiev, cualquier acuerdo implicaría que «las tropas de la Federación Rusa deberían abandonar el territorio de Ucrania» ocupado desde el inicio de la invasión el 24 de febrero. 

Kiev duda del compromiso con la paz de Vladimir Putin y teme que solo busque ganar tiempo para reagrupar sus fuerzas. Putin no mostró este miércoles ningún signo de flaqueza sobre su plan original al dejar claro que seguirá con la invasión: «Nunca permitiremos que Ucrania se convierta en un bastión de acciones agresivas contra nuestro país».

Bombardeado un teatro de Mariúpol donde había cientos de desplazados 

Pese a las negociaciones, la ofensiva rusa siguió en marcha y se cobró nuevas víctimas civiles. Uno de los ataques más mortales fue contra un teatro de la asediada ciudad de Mariúpol, donde se refugiaba cientos de civiles, que quedó reducido a escombros. La Rada (Parlamento) informó de que se desconoce si hay supervivientes en el Teatro Dramático, ya que nadie puede acceder a la zona, debido a los combates que tienen lugar en sus inmediaciones.

Serhiy Orlov, vicealcalde de Mariupol, aseguró que entre 1.000 y 1.200 personas se escondían en el teatro, mientras el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, calificaba lo ocurrido de «otro horrible crimen de guerra» cometido por Rusia.

También habría sido bombardeada la piscina pública Neptuno, dejando niños y mujeres embarazadas atrapados en los escombros, según el gobernador Paulo Kirilenko. También se desconoce el número de víctimas.

Mariúpol es una de las más castigadas. Sus edificios residenciales han quedado arrasados y la población que aún sigue dentro soporta unas condiciones humanitarias dramáticas. 

Contra la cola del pan

Más al norte, en Chernígov, las tropas invasoras habrían disparado indiscriminadamente contra un grupo de personas que hacían cola para comprar el pan. Hay al menos 10 muertos, entre ellos tres niños. Desde que comenzó la invasión, al menos 103 menores han muerto y más de un centenar han resultado heridos, según el último informe de la Fiscalía General ucraniana.

Odesa fue blanco de un ataque desde el mar. Según confirmaron desde el Ministerio de Interior ucraniano, una flota de al menos 14 barcos rusos lanzaron «cohetes y artillería». «Dispararon una gran cantidad de municiones desde una larga distancia. Querían probar el sistema de defensa costera. No lograron ningún resultado», aseguraron las mismas fuentes. Por tierra, los soldados enviados por el Kremlin siguieron sin poder tomar la ciudad cuya caída despejaría su camino hacia Odesa: Mykolaiv. La toma de la conocida como la perla del mar Negro dejaría sin salida marítima a Ucrania.