Estados Unidos, Reino Unido, la UE y Emiratos Árabes, entre otros, han condenado esta medida y han reclamado el derecho a que las niñas puedan recibir educación secundaria
27 mar 2022 . Actualizado a las 09:46 h.Decenas de estudiantes, padres y profesores se manifestaron este sábado en las cercanías del Ministerio de Educación de Afganistán, en protesta por la decisión de los talibanes esta semana de mantener el cierre de las escuelas para las niñas de secundaria pese a sus promesas de apertura. «Queremos justicia para las niñas afganas, queremos trabajo y educación», corearon las decenas de habitantes de Kabul presentes para mostrar su rechazo a la decisión de los fundamentalistas.
Zulia Parsi, una de las organizadoras de la protesta y miembro del conocido como Movimiento Espontáneo de Mujeres Activistas, afirmó a Efe que «protestaron por la reapertura de los colegios de educación secundaria y superiores» para las niñas en un ambiente «tenso».
El grupo, ante la prohibición general de los talibanes de las protestas contra su régimen, llevó a cabo manifestaciones a puerta cerrada en el pasado y otras acciones para reivindicar los amenazados derechos de las mujeres en Afganistán, pero este sábado volvió a la calle.
El Gobierno talibán había afirmado en un primer momento que impidieron la vuelta de las adolescentes a las escuelas de secundaria para «adaptar» su educación a la ley islámica o sharia. Los talibanes anunciaron recientemente, sin embargo, que la reapertura de las clases tras el parón de invierno incluiría también a las estudiantes de secundaria. La súbita decisión de mantener el cierre causó decepción entre alumnas y profesoras, así como la indignación de la comunidad internacional.
Varios miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han emitido una declaración conjunta en la que condenan a Afganistán por la «revocación de sus compromisos» en la esfera internacional debido a su decisión de prorrogar el cierre de las escuelas para alumnas de cursos superiores a sexto. En concreto, Emiratos Árabes Unidos, Noruega, Albania, Francia, Gabón, Irlanda, México, Reino Unido y Estados Unidos han condenado esta decisión por parte de las autoridades instauradas por los talibán y han sentenciado que «todas las niñas deberían poder ir a la escuela». «Esta semana más de un millón de niñas afganas se preparaban para, por fin, volver a las escuelas. Sus esperanzas fueron frustradas en el último momento, a las puertas de las escuelas, cuando descubrieron que su derecho a la educación seguirá siendo negado por una decisión arbitraria», ha sentenciado la embajadora de Emiratos Árabes Unidos, Lana Zaki Nusseibeh, en una declaración leída ante la prensa.
Esta decisión por parte de los talibanes, que destruye los compromisos que han hecho «en las últimas semanas y meses», es «un revés profundamente inquietante». «La educación es un derecho universal para todos los niños. Eso incluye a las niñas de Afganistán», ha dicho.
La embajadora noruega ante la ONU, Mona Juul, ha asegurado, además, que «la educación está al borde del colapso». «Simplemente no se puede perder el talento y el potencial y privar a la mitad de su población de la educación. La educación es la piedra angular de toda sociedad», ha agregado.
«Mediante esta declaración, los miembros del Consejo de Seguridad envían un mensaje unificado a los talibanes para que abran las escuelas para todos y brinden un entorno de aprendizaje seguro para todos los niños y jóvenes del país», ha zanjado.
Por su parte, el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha emplazado a la comunidad internacional a «no perder de vista» la situación de «crisis» en Afganistán. «El mundo no puede perder de vista esta crisis. Seguimos trabajando por un futuro mejor y más inclusivo para todos los afganos», ha apuntado Borrell a través de Twitter desde Doha, donde participa en el Foro de Doha, una cita diplomática celebrada en la capital emiratí.
También la ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014, Malala Yousafzai, criticó la reciente decisión del Gobierno talibán de prohibir la educación a las mujeres en Afganistán y pidió a la comunidad internacional no reconocerlos mientras «no reconozcan los derechos humanos de las mujeres y las niñas». «Hay delegados, representantes de gobiernos, que están interactuando con ellos y deberían presionar para asegurar que la educación de las mujeres es una condición no negociable para el reconocimiento de los talibanes. Creo en las conversaciones de paz, en el diálogo, pero creo que no deberían reconocerles si no reconocen los derechos humanos de las mujeres y niñas», aseguró la activista paquistaní en el Foro de Doha.
Malala, que recibió el galardón cuando tenía 17 años, convirtiéndose en la persona más joven en acceder a ese premio, consideró además que en esta ocasión no será tan sencillo que su decisión sea algo permanente, ya que «ahora las mujeres han visto lo que es estar educadas y empoderadas».
«Hemos aprendido, estamos educadas y es muy difícil para nosotras imaginar no estarlo. Creo que muchas cosas han cambiado y esta vez va a ser mucho más difícil que los talibanes mantengan la prohibición de la educación de las mujeres. Las mujeres continuarán educándose, encontrarán la forma, aprenderán a escondidas, en las calles, no permanecerán calladas», detalló.