Concluí uno de mis textos anteriores con la afirmación de que el concepto central del vocabulario primaveral de este año es la resurrección de Ucrania. Planeaba explicarlo en mi escrito dedicado a la Pascua, pero en el último momento decidí contar a los lectores algo menos filosófico y más divertido —los memes pascuales—. El fin de esta semana es el momento más oportuno para regresar al acontecimiento principal de toda la Semana Santa y la guerra contra Rusia. El fondo de mis reflexiones son la culminación de la ofensiva rusa en el este y la unanimidad sorprendente con la cual nuestros aliados occidentales han decidido suministrar armas a Ucrania. Los dos hechos han coincidido en el tiempo y han añadido al misterio de la resurrección de Ucrania el dramatismo más alto posible.
El Diccionario de la RAE define el verbo «resucitar» como «volver la vida a un muerto» y el sustantivo «resurrección», como «acción de resucitar». Es decir, para que alguien o algo resucite, este alguien o algo anteriormente debe morirse. Jesucristo fue ejecutado y resucitó. Todos los muertos resucitarán en el día del Juicio Final. ¿Quién o qué está muriéndose en esta guerra? La Ucrania soviética que había sido construida durante la existencia de la URSS.
Es la Ucrania colonizada, el hermano menor de Rusia, en la que los ucranianos se sentían como seres humanos de segunda. La cultura rusa, la lengua rusa, la vida rusa nos fueron presentadas e impuestas como modelos a imitar. Por desgracia, muchos ucranianos aceptaron esta visión falsa de sí mismos y despreciaban lo suyo para buscar éxitos en Moscú o San Petersburgo. La proclamación de la independencia ucraniana en 1991 no significó que de repente, por arte de magia, aprendimos a respetar nuestro país porque seguíamos viviendo en los sueños sobre el pasado. La propaganda cultural rusa, contra la cual la gente ucraniana quedaba indefensa durante décadas, contribuía al cultivo de la nostalgia por la Unión Soviética y del amor por la Rusia abstracta. La agonía de esta Ucrania ha sido larga y dolorosa. Sus etapas han sido la Revolución Naranja y la Revolución de la Dignidad, seguida de la ocupación de Crimea y la guerra contra Rusia en el Dombás. El 24 de febrero del 2022 la Ucrania soviética finalmente dejó de existir en las mentes ucranianas. Y Rusia para nosotros también ha muerto.
¿Qué Ucrania está resucitando? Es una pregunta abierta. O, mejor dicho, varias preguntas abiertas. ¿Es europea? Sin duda alguna, pero a todos nosotros ahora nos preocupa el problema de qué es Europa. ¿Es occidental en el sentido más amplio de la palabra? Otra vez contestaré que sí, pero comprendemos mejor que nunca la profundidad de nuestra ignorancia sobre el Occidente en el que tratamos de permanecer. Sin embargo, ya hemos definido los valores sobre los cuales Ucrania resucitará. Son dos cosas simples y comprensibles para cualquier individuo o pueblo. Son la libertad y la dignidad humana. Por ellas estamos combatiendo y venceremos.
Anteriores entregas
29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú
28 de abril Escaparse de la zona ocupada
27 de abril El «Guernica» de Picasso
26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa
24 de abril El Día del Libro
23 de abril La tragedia del sur de Ucrania
22 de abril El Jueves Limpio
21 de abril Una parábola sobre las burbujas
20 de abril El Martes Grande en Ucrania
19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis
18 de abril Las noticias de Mykolaiv
15 de abril Las diosas enfurecidas
13 de abril Hobbit y Gandalf
12 de abril La primavera
11 de abril La batalla por el «borsch»
10 abril Mi facultad en la guerra
9 de abril Folclore de la guerra
8 de abril El escándalo de una traducción
7 de abril ¿Qué es la rusofobia?
6 de abril Sigo recibiendo cartas
5 de abril El genocidio y la cultura rusa
4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana
3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás
2 de abril: Proyección interrumpida de películas
1 de abril: Oda al teléfono celular
31 de marzo: Llorad y rezad por Petro
30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas
29 de marzo: El 28 de marzo
28 de marzo: ¿Podemos repetir?
27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa
26 de marzo: Humor en la guerra
25 de marzo: Educación sentimental
24 de marzo: Una pregunta maldita
23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás
22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto
21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco
20 de marzo: La carta de mi estudiante
18 de marzo: Pensando en mi universidad
17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso
15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten
14 de marzo: El domingo siempre es domingo
13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?
12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia
11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia
10 de marzo: Nos hicimos refugiados
8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás
7 de marzo: Protegidos por san Nicolás
6 de marzo: La ciudad de san Nicolás
5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias
4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago
3 de marzo: Ucrania resiste y vive
2 de marzo: Mis peores temores
1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores
28 de febrero: Tanques en Mykolaiv
27 de febrero: Rezad por Kiev
24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)