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Los tanques rusos que abren heridas en el corazón de Berlín

Alejandra V. Lorenzo

INTERNACIONAL

Alejandra Vázquez Lorenzo

El Gobierno alemán se opone a retirar un símbolo de la victoria soviética sobre Hitler que levanta ampollas ahora, con la invasión rusa de Ucrania

02 may 2022 . Actualizado a las 09:14 h.

Dos tanques rusos guardan imponentes un memorial de guerra en el corazón de Berlín. El sol resplandece sobre los dos vehículos militares que conforman el Monumento de Guerra Soviético en los confines del parque de Tiergarten, a unos cuantos metros de la puerta de Brandemburgo y del edificio del Reichstag.

Se trata de uno de varios monumentos de guerra erigidos en Berlín por la Unión Soviética en conmemoración de unos 80.000 soldados del Ejército Rojo caídos durante la batalla de Berlín, entre abril y mayo de 1945.

Representan la liberación de Alemania y Europa del nacionalsocialismo tras la Segunda Guerra Mundial, pero ahora los tanques rusos están destruyendo Ucrania.

Una inscripción en cirílico invita a la reflexión y al debate. «Gloria eterna a los héroes que lucharon contra los invasores fascistas alemanes por la libertad y la independencia de la Unión Soviética», se puede leer en ruso, alemán e inglés en varias partes del mausoleo.

Se respira un ambiente de seriedad. Los turistas posan delante de las piezas de artillería y se hacen fotos con ellas. El memorial, poco frecuentado en días normales y corrientes, ahora se ha vuelto una atracción turística y testimonio vivo de los giros de la historia.

Hace 77 años, soldados soviéticos guardaban la estoa curva de piedra maciza del monumento, flanqueada por dos piezas de artillería de cañón del Ejército Rojo ML-20 de 152 mm y dos tanques T-34, presidida por la estatua de un soldado de la antigua Unión Soviética.

Hoy en día hay un vehículo policial solitario y unas vallas metálicas de seguridad flanqueando el memorial para evitar que se repitan los incidentes de hace unas semanas, cuando uno de los tanques fue cubierto en varias ocasiones por una enorme bandera ucraniana.

El panteón donde descansan unos 2.500 soldados está emplazado en una de las principales arterias de la ciudad, la calle del 17 de Junio, donde han tenido lugar varias manifestaciones a favor de la paz en Ucrania desde que empezó la guerra, desatando la polémica entre la población y también entre los partidos políticos alemanes.

La diputada berlinesa del partido de oposición democristiano de la Unión, Stefanie Bung, ha suscitado un debate sugiriendo la retirada de los tanques del mausoleo. Bung reconoció la responsabilidad de Alemania y Berlín de mantener vivo el recuerdo de los soldados caídos en el campo de batalla, pero sin que sea necesario mantener estas piezas de armamento que, según Bung, «ya no solo representan la liberación del fascismo nazi por parte de la Unión Soviética, sino que son símbolos de la guerra agresiva y de fronteras territoriales y de desprecio a la vida humana del régimen de Putin».

Sin embargo, la idea de que los tanques ya no tengan cabida en el paisaje de Berlín no ha tenido mucho éxito en el Gobierno.

La senadora de Medio Ambiente y política de Los Verdes, Bettina Jarasch, defendió el monumento argumentando que no solo rememora a los soldados soviéticos, sino también a los ucranianos y polacos que formaron parte del Ejército Rojo en la lucha contra el régimen nazi.

Por el momento, el memorial continúa siendo un sitio de conmemoración activa. Ofrendas florales llenan el memorial cada 8 de mayo, cuando muchos se acercan a celebrar el aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y la rendición de la Alemania nazi. Un día de esperanza y confianza para millones de personas, según la fracción de izquierdas del Gobierno alemán, que presentó una moción, que fue finalmente rechazada por el Bundestag, para convertir el 8 de mayo en un día de fiesta nacional.