Saludos desde el sur de Ucrania
INTERNACIONAL
Hace muchos días que no he publicado cartas de estudiantes. En el texto de hoy reproduzco la traducción de una pequeña epístola emotiva reenviada por una colega, que también es profesora de español. El autor es un joven de 19 años que estudia en una de las universidades de Leópolis. Aunque el Estado ucraniano no moviliza a los estudiantes al Ejército, él decidió ir al frente. Estará allí hasta el inicio del próximo año académico. ¡Qué forma tan noble de pasar las vacaciones de verano!
Su carta ha llamado mi atención porque es el testimonio claro de cómo actúan muchos ucranianos. Él es un romántico, educado en la tradición ucraniana nacional y religiosa. Pero, al mismo tiempo, también está descubriendo Ucrania. El país es tan grande que muchos de nosotros no conocemos el paisaje y la vida cotidiana de otros territorios en los que no hemos estado. El autor de la carta se siente fascinado por la hermosura y la gloria histórica del sur, que se abre a él por vez primera. Además, cree en la victoria, como todos nosotros, y, sin embargo, es consciente de las dificultades a las que nuestro Ejército está haciendo frente en los campos de batalla.
Ve claramente que el enemigo es numeroso y fuerte y espera que las armas occidentales nos ayuden a cambiar el rumbo de la guerra. Su voz es sincera, pero no tan ingenua como puede parecer en una primera lectura. Es la voz que da esperanza y mantiene el ánimo intacto:
«¡Buenas tardes desde el sur ucraniano! El verano ha superado todas las expectativas posibles sobre la belleza de esta tierra. El encanto de los campos de oro y las estepas verdes, acompañado por la música de los ríos claros y cristalinos, los arroyos llenos de energía y los lagos tranquilos, solo puede ser superada por la hermosura de la noche, que tiene dos caras —la del anciano sabio y la de una muchacha inocente—. El sur es el corazón de lo que llamamos las tierras cosacas. No he sido consciente de este hecho hasta ahora, cuando corro el riesgo de perderlo todo. Estamos combatiendo gloriosamente, con resiliencia histórica e inspiración. Cada kilómetro de nuestra ofensiva nos cuesta mucha sangre —contamos con menos soldados que el enemigo y nunca conseguiremos la superioridad en recursos humanos—. La única posibilidad que tenemos de recuperar nuestra casa es con la ayuda de las armas occidentales, concretamente, con la artillería. Como hombre de mortero he podido descubrir por qué la artillería se llama la diosa de la guerra. Solo ella nos permitirá desarrollar nuestra ofensiva en el sur, el este y el norte. Gracias a vuestro apoyo no solamente resistiremos, sino que lograremos la victoria. Nuestra valentía nunca se agotará. Lo único que nos puede faltar son minas y proyectiles. ¡Gloria a Jesucristo! ¡Gloria a Ucrania!».
Anteriores entregas
3 de julio Esqueletos en el armario
2 de julio ¿Adónde hemos llegado?
1 de julio Santa Teresa de Ávila y la cultura ucraniana
30 de junio El desfile de las orquestas bajo el sonido de las alertas aéreas
28 de junio El doctor Jekyll se quita la máscara
27 de junio Triste final de curso universitario en este 2022
26 de junio Ucrania renovará Europa
23 de junio La noche antes del examen
22 de junio El regreso a Europa
21 de junio El genocidio no es un pretexto informativo
20 de junio Cuando el helecho florece
18 de junio No es fácil hablar sobre la guerra
17 de junio Los dibujos animados contra la guerra
16 de junio Mirando vídeos de mis estudiantes
15 de junio El vals de la despedida
12 de junio Ucrania en la revista TTAK
10 de junio Los girasoles, el símbolo de Ucrania
9 de junio ¿Es Ucrania nacionalista?
7 de junio Guerra, ¿cómo te llamas?
5 de junio Pushkin ha vuelto
4 de junio Escuchen las voces de Ucrania
3 de junio El verano de nuestra victoria
2 de junio El arte de pasar el sábado en Mykolaiv
31 de mayo ¿Es Rusia fascista?
30 de mayo Sobre los asuntos eclesiásticos
29 de mayo Lesya Ukrainka
27 de mayo La guerra y el tiempo
26 de mayo Releyendo mi diario
25 de mayo Moisés
24 de mayo ¿Adiós Pushkin?
22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística
21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania
20 de mayo El genocidio en Ucrania
18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»
17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra
16 de mayo Nostalgia
14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)
13 de mayo Mi Galicia
12 de mayo Un congreso cultural pospuesto
11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido
9 de mayo Gregorio Skovorodá
8 de mayo Regalos para la fiesta
7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania
4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria
3 de mayo Historia del día de la victoria
1 de mayo Anabel
30 abril La resurrección de Ucrania
29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú
28 de abril Escaparse de la zona ocupada
27 de abril El «Guernica» de Picasso
26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa
24 de abril El Día del Libro
23 de abril La tragedia del sur de Ucrania
22 de abril El Jueves Limpio
21 de abril Una parábola sobre las burbujas
20 de abril El Martes Grande en Ucrania
19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis
18 de abril Las noticias de Mykolaiv
15 de abril Las diosas enfurecidas
13 de abril Hobbit y Gandalf
12 de abril La primavera
11 de abril La batalla por el «borsch»
10 abril Mi facultad en la guerra
9 de abril Folclore de la guerra
8 de abril El escándalo de una traducción
7 de abril ¿Qué es la rusofobia?
6 de abril Sigo recibiendo cartas
5 de abril El genocidio y la cultura rusa
4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana
3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás
2 de abril: Proyección interrumpida de películas
1 de abril: Oda al teléfono celular
31 de marzo: Llorad y rezad por Petro
30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas
29 de marzo: El 28 de marzo
28 de marzo: ¿Podemos repetir?
27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa
26 de marzo: Humor en la guerra
25 de marzo: Educación sentimental
24 de marzo: Una pregunta maldita
23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás
22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto
21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco
20 de marzo: La carta de mi estudiante
18 de marzo: Pensando en mi universidad
17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso
15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten
14 de marzo: El domingo siempre es domingo
13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?
12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia
11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia
10 de marzo: Nos hicimos refugiados
8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás
7 de marzo: Protegidos por san Nicolás
6 de marzo: La ciudad de san Nicolás
5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias
4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago
3 de marzo: Ucrania resiste y vive
2 de marzo: Mis peores temores
1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores
28 de febrero: Tanques en Mykolaiv
27 de febrero: Rezad por Kiev
24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)