
No han sido los escándalos ni la gestión los que han tumbado a Boris Johnson; tampoco sus excentricidades, que durante mucho tiempo fueron un capital y no una rémora. La caída de Johnson es más
No han sido los escándalos ni la gestión los que han tumbado a Boris Johnson; tampoco sus excentricidades, que durante mucho tiempo fueron un capital y no una rémora. La caída de Johnson es más