Todos han visto regalos turísticos con mapas de países. Son logos que representan Estados y regiones en el mundo. Llevo muchos años examinando mapas con gran interés porque los cambios territoriales reflejados en las siluetas de sus fronteras son claves de la historia, de la cultura y de la vida.
En la pantalla de mi portátil tengo cuarto mapas de Ucrania. El primer mapa es del año 1919. Es un documento histórico importante presentado en la Conferencia de Paz de París. Los creadores del mapa habían dibujado los territorios en que vivían los ucranianos y se hablaba la lengua ucraniana. Muchas regiones que ahora pertenecen a Rusia, Bielorrusia, Polonia, otros países de la Europa central... se percibían como partes de la República Popular Ucraniana. En realidad, el Estado ucraniano de aquella época no controlaba las fronteras trazadas en el mapa. Los Gobiernos internacionales tampoco las reconocieron. Es la visualización del sueño territorial de la Ucrania grande, guardada en la memoria de las generaciones, que nunca ha sido realizado.
El segundo mapa reproduce las fronteras de la Ucrania Soviética. Es casi tan grande como el mapa de la Conferencia de Paz de París. Podemos ver la Ucrania occidental y Bukovina, incluidas en la URSS en los años 1939-1940, y la península de Crimea que entró en Ucrania en 1954. Sin embargo, muchos territorios, como Kuban, habían sido excluidos del espacio lingüístico y cultural ucraniano para ser rusificados. Como resultado de eso, ahora todas las memorias ucranianas en estas tierras han sido borradas. Además, el mapa de la Ucrania Soviética no es la imagen de un país real, porque la República Ucraniana Socialista Soviética nunca fue independiente. En cualquier momento Moscú podía intervenir en la vida de los ucranianos. Ellos tenían la posición del hermano menor, con la identidad sovietizada y sin su propia voz.
El tercer mapa cuenta los acontecimientos del año 2014. Crimea anexionada parece una pierna amputada. Todo el espacio dentro de las siluetas de las fronteras es negro porque está ahumado por el fuego de Maidán. En el costado del este, en la zona del Dombás, está la mancha de sangre. Es la herida causada por la astuta puñalada rusa: el hermano mayor decidió aprovecharse de la debilidad del hermano menor para redibujar las fronteras del Estado ucraniano.
El cuarto mapa es más horroroso: son las tierras ocupadas por Rusia a partir del 24 de febrero del 2022. La mancha roja del 2014 se ha esparcido y se ha hecho una franja ancha, extendida en el norte, el este y el sur del país, a lo largo de la frontera con Rusia. Algunos expertos afirman que es casi el 30 por ciento de las tierras de Ucrania. Son de color rojo, y no puede ser de otra manera, porque es la zona del desastre y del genocidio. Putin dice que va a anexionar estos territorios por la fuerza y unirlos a su Imperio para siempre. Los mapas son testimonios para los que saben leerlos.
Anteriores entregas
16 de julio El terror aéreo
14 de julio Masyanya. Episodio 162
13 de julio Natalena Koroleva, la escritora ucraniana española
12 de julio «Ukraïner» en español
10 de julio David y Goliat
7 de julio ¿Por qué Mariúpol ha sufrido tanto?
6 de julio Conversación bajo la tormenta bíblica
5 de julio Iya kiva
4 de julio Saludos desde el sur de Ucrania
3 de julio Esqueletos en el armario
2 de julio ¿Adónde hemos llegado?
1 de julio Santa Teresa de Ávila y la cultura ucraniana
30 de junio El desfile de las orquestas bajo el sonido de las alertas aéreas
28 de junio El doctor Jekyll se quita la máscara
27 de junio Triste final de curso universitario en este 2022
26 de junio Ucrania renovará Europa
23 de junio La noche antes del examen
22 de junio El regreso a Europa
21 de junio El genocidio no es un pretexto informativo
20 de junio Cuando el helecho florece
18 de junio No es fácil hablar sobre la guerra
17 de junio Los dibujos animados contra la guerra
16 de junio Mirando vídeos de mis estudiantes
15 de junio El vals de la despedida
12 de junio Ucrania en la revista TTAK
10 de junio Los girasoles, el símbolo de Ucrania
9 de junio ¿Es Ucrania nacionalista?
7 de junio Guerra, ¿cómo te llamas?
5 de junio Pushkin ha vuelto
4 de junio Escuchen las voces de Ucrania
3 de junio El verano de nuestra victoria
2 de junio El arte de pasar el sábado en Mykolaiv
31 de mayo ¿Es Rusia fascista?
30 de mayo Sobre los asuntos eclesiásticos
29 de mayo Lesya Ukrainka
27 de mayo La guerra y el tiempo
26 de mayo Releyendo mi diario
25 de mayo Moisés
24 de mayo ¿Adiós Pushkin?
22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística
21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania
20 de mayo El genocidio en Ucrania
18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»
17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra
16 de mayo Nostalgia
14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)
13 de mayo Mi Galicia
12 de mayo Un congreso cultural pospuesto
11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido
9 de mayo Gregorio Skovorodá
8 de mayo Regalos para la fiesta
7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania
4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria
3 de mayo Historia del día de la victoria
1 de mayo Anabel
30 abril La resurrección de Ucrania
29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú
28 de abril Escaparse de la zona ocupada
27 de abril El «Guernica» de Picasso
26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa
24 de abril El Día del Libro
23 de abril La tragedia del sur de Ucrania
22 de abril El Jueves Limpio
21 de abril Una parábola sobre las burbujas
20 de abril El Martes Grande en Ucrania
19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis
18 de abril Las noticias de Mykolaiv
15 de abril Las diosas enfurecidas
13 de abril Hobbit y Gandalf
12 de abril La primavera
11 de abril La batalla por el «borsch»
10 abril Mi facultad en la guerra
9 de abril Folclore de la guerra
8 de abril El escándalo de una traducción
7 de abril ¿Qué es la rusofobia?
6 de abril Sigo recibiendo cartas
5 de abril El genocidio y la cultura rusa
4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana
3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás
2 de abril: Proyección interrumpida de películas
1 de abril: Oda al teléfono celular
31 de marzo: Llorad y rezad por Petro
30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas
29 de marzo: El 28 de marzo
28 de marzo: ¿Podemos repetir?
27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa
26 de marzo: Humor en la guerra
25 de marzo: Educación sentimental
24 de marzo: Una pregunta maldita
23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás
22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto
21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco
20 de marzo: La carta de mi estudiante
18 de marzo: Pensando en mi universidad
17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso
15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten
14 de marzo: El domingo siempre es domingo
13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?
12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia
11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia
10 de marzo: Nos hicimos refugiados
8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás
7 de marzo: Protegidos por san Nicolás
6 de marzo: La ciudad de san Nicolás
5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias
4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago
3 de marzo: Ucrania resiste y vive
2 de marzo: Mis peores temores
1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores
28 de febrero: Tanques en Mykolaiv
27 de febrero: Rezad por Kiev
24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)