Dos cohetes han caído en la Universidad Petro Mohyla

Oleksandr Pronkevych
Oleksandr Pronkevych CATEDRÁTICO DE LITERATURA ESPAÑOLA EN LA UNIVERSIDAD DE MYKOLAIV

INTERNACIONAL

Una mujer pasa junto a un misil ruso sin explotar en la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania
Una mujer pasa junto a un misil ruso sin explotar en la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania OLEKSANDR RATUSHNIAK | EFE

19 ago 2022 . Actualizado a las 16:00 h.

El 11 de agosto, La Voz de Galicia publicó mi texto La mancha negra para la Universidad Petro Mohyla. El martes por la noche, los rusos cumplieron su amenaza: dos cohetes cayeron en el campus. Nuestro escudo, en forma de publicaciones en la prensa, ha resultado frágil. Acabo de recibir la foto de mi rector, Leonid Klymenko, bajando la escalera del edificio principal convertida en escombros. El dolor y el shock se lee en sus ojos cansados.

Ahora, todos somos expertos en las consecuencias de los bombardeos. Algunos de mis colegas tratan de encontrar algo positivo en estas noticias horribles. Ellos apuntan que no hubo víctimas ni incendios o que las destrucciones podrían ser más serias. Esta gotita de optimismo no funciona para reconciliarnos con el hecho de que no hemos sufrido la pérdida no de unos edificios, sino de un ser muy querido.

Llevo 25 años trabajando con mi rector y comparto su dolor. La Universidad Nacional del Mar Negro Petro Mohyla es su hija en el sentido directo de la palabra. En 1996, él fundó la Universidad como la única sucursal de la Academia Kiev Mohyla. Todos estos años, el profesor Leonid Klymenko invertía toda su energía en el desarrollo de la universidad, que de una pequeña escuela de enseñanza superior se ha convertido en líder de la educación y de la internalización en todo el país.

Repito una vez más que los invasores saben bien lo que hacen. Si las otras dos universidades de Mykolaiv (la Universidad Nacional de Construcción Naval y la Universidad Nacional de Mykolaiv Vasýl Sujomlýnskyi) representan las tradiciones de mi ciudad, la Universidad Petro Mohyla es el símbolo del presente y del futuro de Ucrania. Es la fortaleza del espíritu ucraniano en el sur, en la tierra que históricamente habla ruso. Cuando la Universidad Petro Mohyla empezó a dar clases exclusivamente en la lengua ucraniana, la mentalidad de la región empezó a cambiarse. Nikolaev se sintió Mykolaiv, una ciudad de la libertad.

Muchísimos proyectos educativos han sido iniciados por la Universidad Petro Mohyla. Uno de ellos es la Facultad de Filología, que yo fundé hace 25 años. Nuestros estudiantes hablan inglés, alemán, francés, polaco, búlgaro y, por supuesto, español. Nuestros graduados ahora están por todo el mundo en las mejores empresas y universidades. La universidad ha creado programas que nunca habían existido en Mykolaiv, entre ellos, periodismo y medicina.

Esos son los objetivos a los que se dirigían los misiles.

Sin embargo, la universidad es algo más que un conjunto de fenómenos materiales, como edificios, ordenadores, laboratorios, gimnasios, la infraestructura que se crea durante décadas y puede ser destruida en un momento. Es el espíritu creativo que vive en sus profesores y estudiantes.

Es imposible matar el futuro. En mi teléfono, escucho la voz de mi colega, la decana de Ciencias Políticas: «La planta baja del edifico principal está destrozada, pero la universidad está viva». La respuesta al bombardeo será una nueva movilización de nuestra imaginación y resiliencia. 

 Anteriores entregas

17 de agosto Asol ya es otra

16 de agosto La guerra como cotidianidad

15 de agosto ¡Dios mío! ¿Habéis visto esto?

14 de agosto El teatro sádico de la guerra

11 de agosto La «mancha negra» para la Universidad Petro Mohyla

9 de agosto Maik Yohansen

7 de agosto Las profesoras refugiadas

5 de agosto La Pasionaria del equipo Shakespeare

4 de agosto La Casa de los Oficiales de la Marina

2 de agosto Sobre el hombre inútil

31 de julio ¡Viva la universidad de Cádiz!

29 de julio Las historias de los muñecos

27 de julio El Renacimiento fusilado

26 de julio Ligero de equipaje

25 de julio El festival de cine en los sótanos

24 de julio Los efectos de la guerra en el medio ambiente

22 de julio Salvando al soldado gato

21 de julio La boa y el elefante

19 de julio ¿Será Ucrania una nueva Atlántida?

17 de julio Historia de Ucrania en cuatro mapas

16 de julio El terror aéreo

14 de julio Masyanya. Episodio 162

13 de julio Natalena Koroleva, la escritora ucraniana española

12 de julio «Ukraïner» en español

10 de julio David y Goliat

7 de julio ¿Por qué Mariúpol ha sufrido tanto?

6 de julio Conversación bajo la tormenta bíblica

5 de julio Iya kiva

4 de julio Saludos desde el sur de Ucrania

3 de julio Esqueletos en el armario

2 de julio ¿Adónde hemos llegado?

1 de julio Santa Teresa de Ávila y la cultura ucraniana

30 de junio El desfile de las orquestas bajo el sonido de las alertas aéreas

28 de junio El doctor Jekyll se quita la máscara

27 de junio Triste final de curso universitario en este 2022

26 de junio Ucrania renovará Europa

23 de junio La noche antes del examen

22 de junio El regreso a Europa

21 de junio El genocidio no es un pretexto informativo

20 de junio Cuando el helecho florece

18 de junio No es fácil hablar sobre la guerra

17 de junio Los dibujos animados contra la guerra

16 de junio Mirando vídeos de mis estudiantes

15 de junio El vals de la despedida

12 de junio Ucrania en la revista TTAK

10 de junio Los girasoles, el símbolo de Ucrania

9 de junio ¿Es Ucrania nacionalista?

7 de junio Guerra, ¿cómo te llamas?

5 de junio Pushkin ha vuelto

4 de junio Escuchen las voces de Ucrania

3 de junio El verano de nuestra victoria

2 de junio El arte de pasar el sábado en Mykolaiv

31 de mayo ¿Es Rusia fascista?

30 de mayo Sobre los asuntos eclesiásticos

29 de mayo Lesya Ukrainka

27 de mayo La guerra y el tiempo

26 de mayo Releyendo mi diario

25 de mayo Moisés

24 de mayo ¿Adiós Pushkin?

22 de mayo La tragedia de la Mariúpol artística

21 de mayo Iván Frankó, el divulgador de la literatura española en Ucrania

20 de mayo El genocidio en Ucrania

18 de mayo Carta de un soldado: «Me siento feliz en Mykolaiv»

17 de mayo «Stefania», el homenaje a la madres de Kalush Orchestra

16 de mayo Nostalgia

14 de mayo Los desastres de la guerra (versión siglo XXI)

13 de mayo Mi Galicia

12 de mayo Un congreso cultural pospuesto

11 de mayo El desfile de Putin y el esturión podrido

9 de mayo Gregorio Skovorodá

8 de mayo Regalos para la fiesta

7 de mayo La guerra patriótica de Ucrania

4 de mayo Ucrania celebrará el 8 de mayo el Día de la Victoria

3 de mayo Historia del día de la victoria

1 de mayo Anabel

30 abril La resurrección de Ucrania

29 de abril Otra vez sobre el Instituto Cervantes en Moscú

28 de abril Escaparse de la zona ocupada

27 de abril El «Guernica» de Picasso

26 de abril La resistencia al invasor, en los memes de la Pascua ortodoxa

24 de abril El Día del Libro

23 de abril La tragedia del sur de Ucrania

22 de abril El Jueves Limpio

21 de abril Una parábola sobre las burbujas

20 de abril El Martes Grande en Ucrania

19 de abril La Pascua de Resurrección y el Domingo de Palma en Leópolis

18 de abril Las noticias de Mykolaiv

15 de abril Las diosas enfurecidas

13 de abril Hobbit y Gandalf

12 de abril La primavera

11 de abril La batalla por el «borsch»

 10 abril Mi facultad en la guerra

9 de abril Folclore de la guerra

8 de abril El escándalo de una traducción

7 de abril ¿Qué es la rusofobia?

6 de abril Sigo recibiendo cartas

5 de abril El genocidio y la cultura rusa

4 de abril El destino de una familia hispano-ucraniana

3 de abril: Esperando la ofensiva rusa sobre el Dombás

2 de abril: Proyección interrumpida de películas

1 de abril: Oda al teléfono celular

31 de marzo: Llorad y rezad por Petro

30 de marzo: Cómo derrotar al enemigo muy rápido y con pocas bajas

29 de marzo: El 28 de marzo

28 de marzo: ¿Podemos repetir?

27 de marzo: Un primer balance de los 30 días de la invasión rusa

26 de marzo: Humor en la guerra

25 de marzo: Educación sentimental

24 de marzo: Una pregunta maldita

23 de marzo: Nuevos bombardeos en la ciudad de san Nicolás

22 de marzo: Las familias rotas que deja el conflicto

21 de marzo: Imbuidos del espíritu quijotesco

20 de marzo: La carta de mi estudiante

18 de marzo: Pensando en mi universidad

17 de marzo: Así intentaron silenciarme con porno ruso

15 de marzo: Golpea a los tuyos para que otros se asusten

14 de marzo: El domingo siempre es domingo

13 de marzo: Día 15. ¿Debe cerrar el Instituto Cervantes de Moscú?

12 de marzo: El papel de los hispanistas de Ucrania en la guerra con Rusia

11 de marzo: Mi encuentro en Leópolis con el periodista de La Voz de Galicia

10 de marzo: Nos hicimos refugiados

8 de marzo: Las últimas horas en la ciudad de san Nicolás

7 de marzo: Protegidos por san Nicolás

6 de marzo: La ciudad de san Nicolás

5 de marzo: Ucrania: dos referencias literarias

4 de marzo: Por qué ha fracasado la guerra relámpago

 3 de marzo: Ucrania resiste y vive

 2 de marzo: Mis peores temores

 1 de marzo: El columpio de esperanzas y temores

 28 de febrero: Tanques en Mykolaiv

 27 de febrero: Rezad por Kiev

 24 de febrero: «¡Feliz cumple, profesor!» (Sé que puede ser el último de mi vida)