El príncipe Andrés y su exmujer se harán cargo de los corgis de la reina Isabel II

La Voz AGENCIAS

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Dos perros de la raza corgi frente al palacio de Buckingham.
Dos perros de la raza corgi frente al palacio de Buckingham. JOHN SIBLEY | REUTERS

De momento, aún no se sabe qué pasará con su cocker spaniel, Lissy, ni con su dorgi, Candy

11 sep 2022 . Actualizado a las 20:42 h.

Tan asociados a su imagen como sus bolsos o su característico peinado, los amados perros corgis de la difunta Isabel II se habían quedado sin dueña y muchos se preguntaban qué sucedería con los animales. Pero las dudas se han despejado este domingo. Los duques de York, el príncipe Andrés, y su exesposa, Sarah Ferguson, se harán cargo de los dos perros corgis de la reina Isabel II, según ha confirmado un portavoz de Andrés citado por la prensa británica.

Andrés, tercero de los cuatro hijos que tuvo Isabel II, y Sarah Ferguson asumirán así el cuidado de Muick y Sandy, los dos canes galeses de la monarca.

El primero se lo regaló el propio Andrés a su madre a principios del 2021 durante el confinamiento de la reina en el Castillo de Windsor y Sandy fue el regalo por su 95 cumpleaños de Andrés y las princesas Beatriz y Eugenia.

Isabel II tuvo a lo largo de su reinado más de 30 perros tipo corgi galés, una raza a la que tenía especial devoción la monarca y durante el confinamiento por el coronavirus le hicieron mucha compañía, según ha revelado su vestidora, Angela Kelly.

La mayoría de los corgis de la reina eran descendientes de Susan, su primer corgi, que recibió como regalo por su 18º cumpleaños, en 1944. Durante el Jubileo de Platino de la reina se reunió a 70 corgis en Balmoral que participaron en una carrera.

Sin embargo, aún no se sabe qué pasará con su cocker spaniel, Lissy, ni con Candy, su dorgi (híbrido de perro salchicha y corgi cuya origen se atribuye precisamente a la reina). Respecto a esta última raza, Penny Junor en su libro All the Queen's corgis que «la reina no tenía intención de crear una nueva raza. Veía a los dorgis como una diversión entre ella y su hermana (Margarita), y eran unos perros tan amigables que siguieron cruzándolos».