Los sindicatos pierden en las calles el pulso contra el Gobierno de Macron
INTERNACIONAL
La jornada de huelga solo tuvo un impacto significativo en el transporte
19 oct 2022 . Actualizado a las 09:45 h.El Gobierno de Emmanuel Macron contiene la respiración después de que la huelga interprofesional organizada este martes en Francia no haya sido el signo de una explosión social. La mayoría de los trabajadores no siguieron las consignas lanzadas por los sindicatos que convocaron la movilización. Pero la situación de fuerte inflación y crisis energética no ha cambiado y la tendencia es que se vaya agravando en las próximas semanas y meses. A ello se puede sumar el recurso por parte del Ejecutivo al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar los presupuestos sin el voto de la Asamblea y, sobre todo, la próxima reforma de las pensiones que quiere presentar a principios del 2023.
La CGT, apoyada por los sindicatos FO, Solidaires y FSU, así como varias organizaciones de jóvenes, convocaron el paro y manifestaciones por toda Francia para defender el aumento de salarios y el derecho a la huelga.
Además de las refinerías, donde el conflicto se prolonga desde hace más de tres semanas, el sector que más se ha visto afectado por el movimiento social ha sido el del transporte de trenes. La compañía de ferrocarriles, la SNCF anunció que espera una vuelta progresiva a la normalidad a la largo del miércoles. Este martes no circularon la mitad de los trenes regionales, mientras que los de alta velocidad, tanto nacionales como internacionales, solo sufrieron algunos incidentes. Sin embargo, algunos trenes de cercanías de la región parisina sí que estarán este miércoles afectados.
El Ministerio de Educación Nacional comunicó, por su parte, que el número de profesores huelguistas fue de un 6 %, mientras que entre los funcionarios se movilizaron el 5 %.
Pero otra huelga, de la que se habla menos, y que puede ser crucial en las próximas semanas, es la de las centrales nucleares de EDF. Las plantillas llevan movilizadas dos semanas provocando el retraso en la puesta en marcha de varios reactores que están parados por mantenimiento. Según la CGT, la huelga afecta a 13 reactores, mientras que la dirección de EDF dice que de momento el impacto es menor —solo algunos días de retraso para la puesta en marcha—, pero si el conflicto social se prolonga, podría encontrarse con un grave problema, sobre todo si el invierno es frío.
El Gobierno es consciente de ello, y ha presionado a la empresa para que llegue a un acuerdo. De momento, las negociaciones salariales se han adelantado y comenzarán este miércoles.
El Ejecutivo ha puesto la presión sobre las empresas en general. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo en RTL que existe «un problema de salarios», porque los trabajadores constatan que aumenta la inflación pero no lo que ellos ganan, mientras que algunos patronos se remuneran de «forma desproporcionada».
La huelga estuvo acompañada de manifestaciones en las principales ciudades galas. Según el Ministerio del Interior, 107.000 personas participaron en los desfiles (13.000 en París). En general todas las manifestaciones transcurrieron con tranquilidad, aunque en la capital, un grupo de 200 antisistema black blocs y 60 militantes de ultra izquierda causaron daños al mobiliario urbano y a varios comercios, que se saldaron con 11 detenciones.