La reubicación de inmigrantes abre la primera crisis entre Francia e Italia tras la victoria de Meloni
INTERNACIONAL
París tacha de «inaceptable» la posición de Roma después de que las 230 personas rescatadas en el Mediterráneo por el Ocean Viking sean finalmente trasladadas al puerto galo de Tolón
10 nov 2022 . Actualizado a las 21:25 h.El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció ayer que Francia va a acoger el Ocean Viking, que debe atracar este viernes en el puerto de Toulon. La llegada del barco con 230 inmigrantes a bordo (cuatro fueron socorridos ayer por razones sanitarias), supone el fin de la pesadilla que vivían estas personas que fueron rescatadas frente a las costas libias hace casi tres semanas, pero es el origen de la primera crisis diplomática entre Roma y París tras la victoria de Giorgia Meloni como presidenta italiana.
Ante la negativa de Italia de acoger el Ocean Viking, Francia se ha visto forzada a permitir la entrada en sus aguas del barco, pero el ministro del Interior, asegura que la gran perdedora en esta secuencia es Italia porque con su actuación, que califica de «inaceptable», el país vecino «se sitúa fuera de su solidaridad europea y de sus propios compromisos».
Graves consecuencias
También indicó que habrá consecuencias «extremadamente fuertes tanto en la relación bilateral como europea». El ministro galo habló de sanciones a nivel europeo, que según Gérald Darmanin no deben limitarse al tema de la inmigración.
El Gobierno galo critica el doble lenguaje de las autoridades italianas, que emitieran un comunicado agradeciéndoles el que quisieran «compartir la responsabilidad de la urgencia migratoria», cuando en realidad estaban en plenas negociaciones y París esperaba todavía forzar al Gobierno de Meloni a acoger a los pasajeros del Ocean Viking. La primera reacción francesa a lo ocurrido ha sido suspender el acuerdo para acoger 3.500 migrantes procedentes de Italia, y esperan que Alemania siga su ejemplo. Con este pacto alcanzado durante la presidencia francesa de la UE, Francia y otros 12 países de la UE decidieron abrir sus puertas a un número determinado de personas para aliviar la fuerte presión que vive Italia como primera entrada a Europa de la inmigración procedente de África, aunque desde entonces, París está aplicando la medida a cuenta gotas.
Respecto a los 230 inmigrantes que van a llegar hoy a Toulon, un tercio será «relocalizado» en Francia, aunque aquellos que no cumplan los requisitos para concederlos el asilo serán expulsados «sin demora», especificó Darmanin. Por otro lado esperan que el resto de países europeos actúen solidariamente y acojan al resto de migrantes del Ocean Viking.
El ministro del Interior francés se encuentra entre dos fuegos. Por un lado, la semana pasada firmó una petición en favor de la dimisión de un diputado de extrema derecha que, cuando otro diputado de la Francia Insumisa preguntaba al Gobierno qué pensaba hacer con el Ocean Viking, gritó «que se vuelva a África». Una frase que le ha valido la mayor sanción que puede infringirse a un diputado. Y por otro lado, Darmanin reivindica un endurecimiento de la ley de inmigración, en el proyecto que debe presentar en unas semanas. El verse obligado a acoger a los inmigrantes alimenta las críticas de los que le reprochan su falta de firmeza.