Bruselas mantiene el bloqueo de los fondos europeos a Hungría por sus déficits en el Estado de derecho
INTERNACIONAL
Unos 13.300 millones estarán congelados hasta que no complete 27 reformas
01 dic 2022 . Actualizado a las 09:15 h.Bruselas insiste en mantener el pulso al Gobierno del ultranacionalista húngaro Viktor Orbán, al considerar insuficientes los avances en las reformas que se le exigen para luchar contra la corrupción y reforzar la independencia judicial. Así, la Comisión Europea propuso este miércoles mantener bloqueados un total de 13.300 millones de euros de fondos comunitarios hasta que no complete 27 reformas en aspectos clave de su Estado de derecho en los que se han detectado deficiencias. En concreto, 7.500 millones de euros en fondos regionales y 5.800 millones del fondo anticrisis.
«Si no se cumplen, el primer pago entero será bloqueado y también los siguientes. En resumen, no fluirán fondos hasta que estos compromisos esenciales sean ejecutados adecuadamente», resumió en una rueda de prensa que recoge Efe el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis.
El Ejecutivo comunitario pasa de esta forma de la fase de negociación con Orbán a otra de implementación de las reformas prometidas. La primera consumió meses de negociación entre las autoridades europeas y húngaras que han desembocado en la aprobación del plan nacional de recuperación, pero también en la congelación de sus fondos y de otros recursos de la Política de Cohesión.
Fondos regionales
El origen último de la disputa es el expediente que Bruselas abrió a Budapest por violaciones del Estado de derecho que afectan a la gestión del presupuesto comunitario y que desembocaron en una propuesta para congelar 7.500 millones en fondos regionales, un tercio de todos los que tiene asignados hasta el 2027.
Hungría tenía hasta el 19 de noviembre para adoptar 17 reformas legales (que Budapest ya ha aprobado), pero el análisis de los servicios comunitarios destaca que «sigue existiendo un riesgo continuado» sobre el presupuesto de la UE porque hay «cuestiones sin resolver» de las medidas, aunque reconoce que van «en la buena dirección». «¿Ha hecho Hungría lo suficiente para que podamos adaptar o incluso retirar nuestra propuesta de proteger el presupuesto? La respuesta es no», indicó el comisario de Presupuesto, Johannes Hahn.
Plan de recuperación
El tiempo apremiaba a la Comisión por el otro frente abierto, el plan húngaro de recuperación, puesto que los fondos reservados para Hungría en este ámbito se perderán si esa estrategia de reformas e inversiones no está aprobada antes de que finalice el año. Por eso, Bruselas ha optado por dar su visto bueno a un plan de recuperación en el que ha incluido también las 17 reformas pendientes sobre corrupción, rendición de cuentas o licitaciones públicas, entre otras, a las que se suman otra decena de compromisos relacionados con el funcionamiento del sistema judicial y el sistema de control y auditoría.
El análisis se efectuará ahora en cada solicitud de pago con cargo al fondo de recuperación que el Gobierno ultranacionalista de Orbán remita a la capital europea y cuyo primer pago no podrá desbloquear sin el visto bueno de Bruselas a los 27 «superhitos» incluidos en él.
Entre ellos, reformas «clave» sobre su sistema judicial que aumenten los poderes del Consejo Judicial Nacional para «limitar decisiones discrecionales», reduzcan la influencia política sobre el Tribunal Supremo, eliminen los obstáculos que se encuentran los jueces para elevar preguntas a la Justicia europea o acaben con la revisión de sentencias por parte del Tribunal Constitucional para revisar fallos a petición de las autoridades públicas.
«Seremos muy vigilantes en nuestro escrutinio del progreso hecho por Hungría para ejecutar estos compromisos. Son vinculantes y fijados en el tiempo. Son ‘superhitos' que tienen que ser adoptados e implementados antes de que Hungría haga su primera petición de pago del plan de recuperación», remarcó el titular de Justicia, Didier Reynders.
Ambas decisiones de la Comisión Europea, tanto la aprobación de su plan anticrisis como la congelación de los fondos regionales, tienen que ser aprobadas formalmente por los Veintisiete, en principio en la reunión de sus ministros de Finanzas el próximo 6 de diciembre.