El ministro de Transporte no descarta que la capital sea puesta «bajo tutela» del Estado debido a la «grave» situación financiera de la ciudad
11 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.París no es una fiesta ni para los parisinos ni para su alcaldesa, Anne Hidalgo. La regidora socialista está siendo últimamente muy criticada por su gestión de la capital francesa, tanto por la oposición municipal como por el Gobierno. Muchos parisinos se quejan de la suciedad de las calles, del deterioro de los servicios municipales, del alza de la delincuencia, de los problemas en el transporte público, del alto precio de la vivienda, de la proliferación de ratas en la capital y del aumento de los sintecho que piden limosna en las esquinas, entre otras cosas.
A estas quejas se suman en los últimos días las fuertes críticas a Hidalgo por parte de varios ministros sobre el alto endeudamiento de la capital por obras millonarias y el anunciado aumento del impuesto sobre bienes inmuebles. Las relaciones entre el Gobierno y la alcaldesa de París se han deteriorado en las últimas semanas. El creciente endeudamiento de la capital preocupa al Ejecutivo galo.
La deuda de París ha prácticamente doblado desde que Hidalgo llegó a la Alcaldía en abril del 2014, pasando de 4.180 millones de euros a finales de ese año a 7.750 millones de euros en el 2022, lo que equivale a una deuda de 3.500 euros por parisino, según cálculos de la prensa nacional. El ministro de Transportes, Clément Beaune, afirmó hace unos días que «la situación financiera de la ciudad de París es grave». Beaune no descarta que, por ello, la capital sea puesta «bajo tutela» del Estado, tal y como prevé el artículo 72 de la Constitución.
Este mecanismo se ha puesto en marcha en Francia en contadas ocasiones. Supondría que el prefecto de París, que es el representante del Estado en ese territorio, podría pedir al Tribunal de Cuentas de Île-de-France (región parisina) que revisara las cuentas del Ayuntamiento de París, ordenar otro presupuesto y decidir sobre los gastos municipales.
Emmanuel Grégorie, número dos del Ayuntamiento de París, considera que «nada justifica sobre el plano jurídico evocar 'la puesta bajo tutela' de la ciudad de París» y asegura que la capital francesa está «en una situación financiera y contable perfectamente sanas».
El ministro de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, también calificó de «desastrosa» la gestión financiera de la capital y criticó que haya más funcionarios en el Ayuntamiento de París que en la Comisión Europea. Attal considera que en París existe un sistema «delirante» de alquileres locales para tratar de equilibrar el presupuesto municipal que, según él, se asemeja a «un sistema Ponzi», una forma de estafa piramidal. Hidalgo anunció que denunciará por difamación al ministro.
La puesta bajo tutela de París por parte del Estado ya había sido exigida en el 2021 por la política conservadora Rachida Dati, alcaldesa del distrito VII de la capital gala y exministra de Nicolas Sarkozy, y varias asociaciones locales. Aumento del IBI Las tensiones entre el Gobierno y la alcaldesa de París han aumentado sobre todo a raíz del anuncio de Hidalgo de que en el 2023 aumentará un 52 % la «taxe foncière» (el impuesto sobre los bienes inmuebles, el equivalente del IBI en España), que pasaría del 13,5% al 20,5% el próximo año.
Esta alza del IBI parisino debería aportar 580 millones de euros suplementarios a las arcas municipales.
Durante la campaña electoral del 2020 para su reelección, Hidalgo, nacida en San Fernando (Cádiz), prometió que no subiría los impuestos. Sin embargo, ante la abultada deuda de la capital, la alcaldesa socialista se ha visto finalmente obligada a aumentar el impuesto sobre los bienes inmuebles.
La política francoespañola justifica el aumento del IBI en París ante la ausencia de compensación financiera por parte del Estado y la necesidad de mantener la calidad de los servicios públicos municipales y acelerar la transformación ecológica. Hidalgo recuerda que el impuesto sobre los bienes inmuebles en París es el más bajo de las grandes ciudades del país (41,61 % de media) y que no ha aumentado desde el 2011.
En cambio, Rachida Dati, siempre muy crítica con la gestión de Hidalgo, calificó el alza del IBI de «atraco» para los ciudadanos.
La puesta de París bajo tutela del Estado supondría un duro golpe político para la ya deteriorada imagen de la socialista. A un año y medio de que París acoja los Juegos Olímpicos del 2024 y a cuatro años de las elecciones municipales del 2026, la alcaldesa no levanta cabeza. Hidalgo sufrió un fuerte batacazo en las presidenciales de abril. Obtuvo en la primera vuelta el 1,7% de los votos, el porcentaje más bajo en la historia del Partido Socialista.
Solo el 2,17 % de los parisinos votaron por ella. Muchos analistas franceses consideran que los ataques de Attal y Beaune contra Hidalgo y su supuesta mala gestión presupuestaria anticipan lo que será una feroz batalla por el Ayuntamiento de París en el 2026. Se rumorea que los dos ministros de Macron sueñan con suceder a Hidalgo en el puesto. La batalla para las municipales del 2026 ha comenzado en París.