Netanyahu regresa al poder con un Gobierno israelí que apuesta por la anexión de Cisjordania
INTERNACIONAL
El nuevo Ejecutivos de coalición del Likud, con socios ultraortodoxos y supremacistas judíos, es el más ultraderechista de la historia de Israel
30 dic 2022 . Actualizado a las 09:11 h.Benjamin Netanyahu juró este jueves por sexta vez como primer ministro de Israel y por primera vez con formaciones de la extrema derecha supremacista judía como socios, aunque repite con los partidos ultraortodoxos, conformando el Gobierno más ultraderechista desde la fundación del Estado israelí en 1948.
La anexión de la Cisjordania ocupada, una reforma judicial que socava la independencia de la justicia, restaurar la pena de muerte para terroristas, así como la «cláusula de discriminación», que permite marginar por motivos religiosos, lo que afectará al colectivo LGTBI, son algunas de las polémicas medidas incluidas en los acuerdos de coalición.
La Knéset (Parlamento) ratificó el nuevo Gobierno con el voto favorable de una mayoría de 63 diputados, de los seis partidos que integran la coalición, tres de ellos abiertamente racistas y supremacistas que buscan reforzar la identidad judía de la nación. Previo a la votación, se aprobó la designación de Amir Ohana como presidente del Parlamento, el primer político abiertamente homosexual en ocupar el cargo.
Netanyahu, el mandatario que más tiempo ha permanecido en el cargo en la historia de Israel, comienza así su sexto mandato, tras pasar el último año y medio como líder de la oposición y mientras afronta un juicio por corrupción acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza. Entre los 30 ministros del nuevo Gobierno están figuras tan polémicas como el supremacista judío Itamar Ben Gvir, condenado en el pasado por incitación al racismo y apoyo a organización terrorista, que ocupará Seguridad Nacional; Bezalel Smotrich, colono partidario de la anexión de Cisjordania, y la homófoba Orit Struck, como ministra de Misiones Nacionales.
Protestas
Juristas, magistrados, diplomáticos, embajadores retirados e incluso representantes del lucrativo sector de las start-ups han enviado cartas abiertas en los últimos días alertando sobre el daño que las políticas de este Gobierno pueden infringir sobre la salud democrática del país, a su imagen en el exterior y a su relación con la diáspora judía.
De hecho, cientos de israelíes protestaron en las inmediaciones de la Knéset contra este Ejecutivo que perciben como una amenaza a la democracia y a los derechos de las minorías, mientras se desarrollaba la sesión en la que Netanyahu presentó a su nuevo gabinete, expuso sus líneas de acción y juró el cargo.
«Les entregamos un Estado en excelentes condiciones (...) Intenten no destruirlo, pronto estaremos de regreso», apuntó en su intervención el primer ministro saliente y, desde hoy, líder de la oposición, el centrista Yair Lapid.
La embajadora de Israel en Francia, Yael German, anunció este jueves su dimisión en protesta por la composición del nuevo Gobierno. German publicó una carta en Twitter en la que traslada a Netanyahu que «tristemente, el Gobierno que ha creado y lidera incluye a representantes de partidos cuyas posiciones extremas son expresadas en los valores fundamentales del Ejecutivo, en sus políticas y en sus afirmaciones sobre legislación, inválidas, a mis ojos, que pretende aprobar».