Al menos 40 muertos tras la colisión de dos trenes en Grecia en el peor accidente ferroviario en Europa desde Angrois
INTERNACIONAL
Dimite el ministro de Transportes del país tras un suceso en el que otras 130 personas resultaron heridas al colisionar un convoy de mercancías con uno de pasajeros, en el que viajaban 350 personas.
01 mar 2023 . Actualizado a las 17:34 h.Al menos 40 personas han muerto y otras 130 han resultado heridas después de que dos trenes hayan colisionado frontalmente cerca de la localidad griega deTempe, en el centro del país. Las autoridades de Grecia han declarado tres días de luto a nivel nacional. El jefe de la estación donde se produjo el suceso está detenido y acusado de homicidio involuntario.
Alrededor de la media noche, un tren comercial y uno de pasajeros han chocado, provocando la muerte de al menos 36 personas e hiriendo a unos 130 pasajeros, de los que 66 permanecen hospitalizadas, seis de ellos en unidades de cuidados intensivos, según recoge Efe. Según los informes preliminares, el tren de pasajeros -en el que iban 350 personas a bordo y que hacía la ruta Salónica (al norte) a Larisa (en el centro)- se había desviado a un carril equivocado, por donde circulaba el tren comercial. La colisión ha provocado el descarrilamiento de tres de los vagones del tren de pasajeros. «Los vagones uno y dos no existen. Debido a la gravedad de la colisión, fueron expulsados», ha declarado a ERT el gobernador regional de Tesalia, Kostas Agorastos, detallando que entre los heridos hay personas con quemaduras y con mutilaciones.
Por su parte, el alcalde de Tempo, Giorgos Manoli, ha asegurado que en los tres primeros vagones han desarrollado temperaturas de 1.200 a 1.500 grados centígrados. Cuarenta ambulancias se han desplazado al lugar del accidente atendiendo a los múltiples heridos, que han sido trasladados al Hospital Universitario de la ciudad de Larisa y al Hospital de la ciudad de Katerinis. Actualmente, unas 66 personas permanecen ingresadas.
En tanto, el jefe de estación de trenes de Larisa, que estaba al mando en el momento del accidente; el representante de la compañía Hellenic Train, así como otro funcionario han sido llevados al Departamento de Policía de Larisa, según el citado medio. Además de los bomberos, la Policía y el Ejército se han movilizado para ayudar en las tareas de rescate, activando un protocolo de alerta según lo previsto en caso de tales accidentes, según la citada cadena.
«Nada funciona»
El presidente del gremio de conductores de trenes de Grecia, Kostas Geridunias, denunció en la televisión privada de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país. «Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Tesalónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo», señaló. Por estas razones, los conductores dependen casi por completo de las informaciones que reciben de los jefes de las estaciones pertinentes, recalcó Geridunias.
«Mi hijo no responde al teléfono»
«Nuestro vagón no descarriló, pero los de la parte anterior están destrozados», ha contado un adolescente que no quiso dar su nombre, según ha informado la agencia Ap. Este superviviente ha relatado que antes del choque escuchó el ruido del freno, saltaron chispas y luego se produjo un violento parón. Él consiguió escapar por la ventana tras romper el vidrio con su mochila. «No estoy herido, pero tengo manchas de sangre de las personas heridas que estaban a mi lado», ha indicado otro viajero visiblemente conmocionado a los medios locales. «Los trenes están completamente destruidos, tanto el de pasajeros como el de mercancías», ha declarado Vassilis Polyzos, un residente de la zona que fue de los primeros en llegar al lugar del accidente. Se encontró allí a varios viajeros que trataban de salir de los vagones posteriores del convoy. «Estaban muy asustados y mirando a su alrededor, no sabían ni dónde estaban», ha puntualizado.
En la estación de tren de Tesalónica, adonde fueron llevados en autobús los supervivientes que no estaban graves, se vivieron momentos de gran tensión para las familias de los viajeros. «Mi hijo no responde al teléfono», ha declarado una angustiada madre a la espera de recibir noticias de su familiar, según ha informado la agencia Reuters. Otra mujer corrió a abrazar a su hija en cuanto bajó del autobús, pero ésta le pidió que no lo hiciera por los dolores que tenía debido al accidente. «Había cables ardiendo por todos lados y nos quemábamos conforme escapábamos. El fuego estaba por un lado y por otro y estábamos en pánico», ha explicado Stergio Minenis, de 28 años.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, ha mostrado sus condolencias al pueblo griego por el «terrible incidente» y ha asegurado: «Toda Europa está en luto con vosotros». En la misma línea se ha expresado la presidenta del Europarlamento, Roberta Metsola, que ha agradecido el trabajo de «todos los socorristas y el personal médicos», como también hizo la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.





















El accidente ocurrido anoche al norte de Larissa, en Grecia es el siniestro ferroviario más grave ocurrido en Europa desde el 2013, cuando 80 personas murieron en las inmediaciones de Santiago en el siniestro del Alvia en Angrois en julio de ese año.
Pese a su gravedad, los accidentes ferroviarios y las cifras de víctimas que causan este tipo de siniestros en Europa palidecen comparadas con las de otras zonas del mundo, particularmente con las de la India, donde tan solo entre los años 1995 y el 2005 causaron la muerte de unas 5.000 personas.
Según los datos de Eurostat, en el 2021 un total de 683 personas murieron y 513 resultaron heridas en accidentes ferroviarios de todas las clases en la Unión Europea.
El accidente de tren que más víctimas ha causado en Europa en las últimas décadas se produjo el 4 de junio de 1989 en la antigua república soviética de Moldavia cuando dos trenes fueron alcanzados por la explosión de un gasoducto en la región de Slobodzeisk y se contabilizaron 607 muertos.
El 11 de noviembre del 2000 fallecieron 155 personas en el tren funicular que ascendía al glaciar de Kitzsteinhorn, en Kaprun (Austria), después de que un ventilador de aire caliente defectuoso provocara un incendio.
Seis años después, el 23 de enero del 2006, fallecieron 46 personas y otras 135 resultaron heridas, entre ellos 75 niños, al descarrilar un tren cerca de Podgorica (Montenegro).
Dimisión por «deber»
El ministro de Transporte e Infraestructuras de Grecia, Konstantinos Karamanlis, ha presentado este miércoles su dimisión tras este accidente ferroviario. Karamanlis ha explicado que considera un «deber» apartarse del cargo, como «un pequeño gesto de respeto» a las personas que han muerto «injustamente». En este sentido, ha asumido en primera persona «la responsabilidad de las deficiencias del Estado y el sistema político griego durante años».
«Cuando algo tan terrible ocurre, no podemos seguir actuando como si nada», ha dicho, horas después del suceso. «Considero que la confianza depositada por los ciudadanos en el sistema político es una parte esencial de la democracia», ha añadido el ministro saliente, en una nota recogida por medios locales y difundida por Karamanlis tras visitar el lugar de los hechos.