Julia Faustyna admite que no es Madeleine McCann

La Voz REDACCIÓN

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Imagen de Madeleine McCann poco antes de su desaparición en el 2007
Imagen de Madeleine McCann poco antes de su desaparición en el 2007 METROPOLITAN POLICE HANDOUT

La joven germano-polaca aseguró junto a su médium que, igualmente, está segura de ser otra niña secuestrada

15 may 2023 . Actualizado a las 13:35 h.

Julia Faustyna, la joven alemana de origen polaco que aseguraba ser Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en Praia da Luz (Portugal) en el 2007, admitió este sábado que su identidad no es la de la menor, pero insiste en que fue raptada en algún momento de su vida y que podría tratarse igualmente de una persona secuestrada durante su infancia y adjudicada con una identidad falsa.

En un directo de Instagram en el canal de su médium Fia Johansson, Faustyna cambió por completo la versión de su historia y contempló junto a su anfitriona la posibilidad de pedir una investigación que aclare su origen e identidad. Algo que no apoya la familia adoptiva de la germano-polaca, que asegura que sufre algún tipo de enfermedad psicológica y necesita tratamiento. «Siempre hemos intentado ayudarla, pero ella hace tiempo que se marchó de casa, se niega a recibir tratamiento, no toma medicamentos con regularidad», aseguraron en un comunicado.

Asimismo, la joven se mostró igualmente convencida de que, siendo menor, sufrió abusos sexuales por parte de Christian Brueckner, implicado en el caso McCann y que actualmente cumple condena por repetidos delitos sexuales. El propio Brueckner se ha desmarcado de dicha acusación y Faustyna nunca ha aportado pruebas de que fuera el alemán quien abusara de ella.

La cadena de montajes fotográficos que hicieron famosa a la joven de 21 años despertó el interés social por su caso debido a los parecidos con Madeleine McCann y los padres de la británica, Jerry y Kate. «Tengo los ojos parecidos, la forma de la cara, las orejas, los labios...y tenía el mismo espacio entre los dientes», dijo en su momento.

Además, Faustyna llegó a pedir a su séquito de seguidores en redes sociales que la ayudaran a convencer al matrimonio McCann para que llevasen a cabo un test de ADN y poder cotejar así los resultados genéticos y demostrar que era su hija desaparecida. La prueba no llegó a efectuarse.