La Liga entorpece el sueño de Meloni de una alianza con los populares europeos
INTERNACIONAL

La líder de Hermanos de Italia tiene la vista puesta en las elecciones europeas del 2024 y sueña con ser la promotora de la alianza entre los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), formación de la que es presidenta, y el PPE
03 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Giorgia Meloni se convirtió en primera ministra, muchos en Italia y en el extranjero temieron que seguiría el camino del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, conocido por su postura crítica hacia la Unión Europea y su actitud ambigua hacia Rusia. Sin embargo, Meloni demostró ser una firme atlantista y muy pragmática en sus relaciones con Bruselas, donde sueña con labrarse un papel importante. La líder del partido de ultraderecha Hermanos de Italia (HdI) tiene la vista puesta en las elecciones europeas del 2024 y sueña con ser la promotora de la alianza entre los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), formación de la que es presidenta, y el Partido Popular Europeo (PPE), grupo mayoritario de la Eurocámara junto con los socialistas.
Meloni ha conseguido establecer excelentes relaciones no solo con Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, sino también con otros miembros importantes del PPE. Y, tanto Bruselas como Washington, parecen considerar que, en lo que respecta a la política exterior, Meloni se está moviendo en la dirección trazada por su predecesor Mario Draghi, firme partidario de la causa ucraniana y de la OTAN. En febrero, la Casa Blanca hizo saber que Biden espera recibir a Meloni en Washington, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la elogió públicamente el miércoles pasado agradeciéndole sus principios, su determinación y su «verdadera fuerza europea».
Según la prensa italiana, el partido alemán de centroderecha CDU (una de las fuerzas más importantes e influyentes del PPE) podría considerar posible una convergencia con Meloni, aunque con varias condiciones, como el pleno respeto del Estado de derecho y la continuidad del apoyo a Ucrania.
Pero hay varios obstáculos en el camino. La CDU no aprecia la sólida relación que Meloni mantiene con el primer ministro polaco, el ultranacionalista Mateusz Morawiecki, cada vez más crítico con la UE y cuyo partido PiS también forma parte de los Conservadores Europeos. Tampoco aprecia las posiciones del principal aliado de Meloni en Italia, el viceprimer ministro y titular de Infraestructuras Matteo Salvini, también líder del partido de extrema derecha Liga.
Nadie en Bruselas ha olvidado la foto que se hizo Salvini en el 2017 en la plaza Roja de Moscú llevando una camiseta con la cara de Putin, ni que en las elecciones presidenciales del año pasado en Francia animó a la candidata ultraderechista Marine Le Pen. Además, la Liga sigue mostrando cierta frialdad hacia Ucrania. Hace unas semanas, uno de sus senadores dijo que había que tener cuidado de «no enviar [a Kiev] el tipo de armas que corren el riesgo de arrastrar a la Alianza Atlántica a un conflicto directo con Rusia».
De hecho, las relaciones entre Meloni y Salvini han sido bastante tensas últimamente, y no solo en materia de política exterior. El Gobierno debe nombrar a los nuevos responsables de varias empresas controladas por el Estado, y el hecho de que la primera ministra quiera imponer a directivos de su confianza en las más importantes no agrada a Salvini, a quien le gustaría proponer varios candidatos.